Haga la prueba, uruguaya, uruguayo: plántese
en la esquina de Camino Ariel y Sayago e intente comprar una camiseta de
Racing, el club del barrio. A pesar del auge que experimenta actualmente el
equipo albiverde –que no sobrevivirá a octubre, seguramente- deberá volver a su
lugar de origen con las manos vacías. Recorra los comercios de General Flores e
Industria y busque indumentaria disponible de Rentistas (o de Cerrito, aunque
sea). Si para en Uruguayana y Capurro, lo mismo. Podrá conseguir un LED barato
pero no tendrá a mano demasiadas oportunidades de adquirir la camiseta de
Fenix.
El lamentable hecho es que en la zona de
influencia de la gran mayoría de los equipos profesionales de Primera División
uruguayos (un barrio más o menos grande, apenas) es mucho más fácil conseguirle
al botija la casaca del Chelsea londinense o de varios cuadros brasileros, que
vestirlo con ese equipo en vías de desarrollo al que usted pretende que el niño
inocente siga. Para ello, además, deberá ocultarle que su infancia transcurrirá
entre crueles burlas de sus compañeritos de clase (todos hinchas de cuadro
grande) y la absoluta indiferencia de los medios de comunicación que solamente
lo mencionarán… cuando juegue contra Peñarol o Nacional.
Apenas el 10 % -o menos- de los uruguayos son
hinchas de cuadro chico. Y de ésos, sólo se pueden contar los que viven en
Montevideo porque difícilmente haya hinchas de Miramar más allá de los límites
del departamento. O cinco cuadras pasando el Parque Batlle. Estas cuentas dejan
muy poquita gente en el país para ir a la América para hacerle frente a los
grandes, aun cuando se terminara de radicar aquí el hincha de Islas Feroe.
Vendiendo mil entradas por encuentro –muchas
veces menos- y teniendo un puñadito de socios que pagan su cuota fija vaya uno
a saber por qué, se hace harto difícil mantener un plantel que no esté
compuesto por futbolistas en sus comienzos (o sea, desesperados por irse al
exterior) o veteranos en sus últimos meses de carrera, completando puntaje para
el BPS.
Más allá de lo triste que resulta ver que
muchas veces cinco filas de tablones con veteranos es la concurrencia total a
un partido profesional (aunque lleve la ventaja secundaria que al café que
venden en algunas canchas ya ni lo alargan con agua), el problema es que, mal o
bien, esos clubes son empresas con empleados –y no hablo sólo de jugadores- que
nunca tienen asegurado cobrar sus correspondientes salarios, por no hablar de
aguinaldos, vacacionales y otras menudencias legales. Los distintos gobiernos
nacionales no suelen apretar demasiado a los clubes, mitad por lástima, mitad
porque los hinchas de esos equipos que difícilmente sobrevivirían si les cayera
todo el peso de la ley, también votan.
¿Cómo siguen?. La mayoría, malvendiendo apresuradamente
los poquísimos jugadores promisorios que, en otras circunstancias, le
permitirían salir del pozo. Otros, lisa y llanamente, no pagando y generando
deudas que –muchas veces- deben ser “olvidadas” por los futbolistas si quieren
que les den el pase a otro equipo más serio.
La solución podrían (deberían) haber sido los
cuadros del interior aportando plazas nuevas más atractivas que el Palermo o el
Obdulio Varela, llevando a los grandes a canchas donde se sintieran visitantes,
siendo punto de captación de talentos nacidos lejos de la gran ciudad. Pero en
lugar de eso, se optó –o los hicieron optar- por la Integración Made in
Tenfield. Eso será motivo de una nota futura.
Publicado en Brecha el 3/10/14 después de varias postergaciones.
9 comentarios:
pobre gurí,qué necesidad de hacerlo de un cuadrito asi?
no te alcanza con que haya nacido en ese barrio?
Hereje!
Habló el hincha del poderoso Barrio Sur.
si,pero hay camisetas a la venta,queres una?
Todo cierto y evidente.
Menos el último párrafo.
Como dije en otras oportunidades eso es una ilusión,el interior no existe.
Lo demostró la experiencia.
Y para conseguir camisetas andá a los techitos verdes, te consiguen la que quieras, hasta de Rampla hay.
Yo quiero una del Canadian, que me sirve comosi fuera del Olimpia.
Y de los Halcones, eh?
Tienen de los Halcones en los techitos?
En el caso de "Barrio Sur" de colonia (de quien oso ser hincha)la situaciòn es distinta,porque se podrìa llegar a conseguir la remera,pero los del barrio ya no tienen el barrio.
Mira vos, el Barrio Sur tiene dos hinchas...
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