Recibimos y publicamos

No se metan con Él

En virtud de la nota publicada el pasado viernes 4 de abril en Semanario Brecha, bajo el título "Polvo moral y gol, es gol", obra del "periodista" (porque de alguna manera hay que llamarlo) Andrés Reyes, creemos necesario hacer algunas puntualizaciones.

Publicado en Brecha.

Más allá de que -sentido común mediante- el citado profesional haya sido separado de los planteles de tan prestigioso medio, nos vemos en la obligación de responder a algunas de sus infames afirmaciones destinadas a menoscabar la figura de Él.

Es que Él realmente ha dignificado al futbolista, que hasta no hace tanto se llamaba Washington o Walter, iba a la práctica en ómnibus, mal alimentado, con los botines rotos. Hoy el futbolista uruguayo, se tunnea el pelo, se llama Jonathan o Kevin, tiene 14 pares de zapatos y tiene auto. Si el futbolista se mama y lo choca, no es culpa de Él.

En la nota citada, el autor afirma que "... quienes acá tarde o temprano se hace lo que Él quiere". Puede que sea cierto, no estoy en condiciones de afirmarlo o negarlo, pero yo me pregunto: ¿está mal? Respuesta: no. ¿Y sabe por qué no? Porque Él quiere lo mejor para el futbolista. Pero también para el ciclista, para el basquetbolista, para el murguista y para el oculista (Doctor Cesio, viejo amigo). Para el boxeador también, aunque no rime.

Uve te uve

En la citada nota, se enjuicia socarronamente y con total liviandad a la calidad de los productos televisivos de la empresa, sin que nos quede claro cuáles son los pergaminos de ese individuo para hacer tal cosa.

Pero voy más allá. A este señor, cuya vinculación con Fox no tardaremos en identificar, le preguntaría: ¿y por casa cómo andamos? ¿Qué cosas malas tiene La Empresa que no tenga Fox? ¿O es que acaso no se dio cuenta que "Fox Sports Radio" no sale por radio? ¿Un programa de radio que no sale por radio? ¿De qué estamos hablando? Es peor que la Kermesse de los sábados en día domingo, o Verano Perfecto en mayo.

¿Qué diferencia hay entre los aportes de Tejera y los de Vittete? ¿Y entre los de Ronco López y los de Eduardo Acevedo? ¿Y cómo cree que Fox se quedó con los derechos de televisación de la Copa? ¿En licitación abierta y cristalina? ¡Pero por favor! ¡Cepillo y jabón!

Días atrás, dijo el compañero Morgade en la presentación del "Movimiento Celeste": "no sabemos nada de política ni queremos saber". Pues bien, tampoco sabemos de televisión ni queremos saber. Sabemos fundamentalmente de dos cosas: de fútbol y de la vida.

Y ahí somos los mejores, les guste o no.

El equipo de Él

Por último, un capítulo aparte merece nuestra selección. Que hasta 2010 era "el equipo de Él" y "la selección de La Empresa", pero que ahora que gana, que clasifica a los Mundiales y está en la quinta posición del Ranking de la FIFA, ya no lo es más. Ahora es "la selección de Tabárez".

¿Y qué dijeron en 1990, cuando la selección de Tabárez fracasó en Italia? Le echaron la culpa a Él, porque entraba al vestuario. ¿Y cómo no iba a entrar si representaba hasta al quinesiólogo? Tenía que estar ahí por el bien de todos. Porque si algo lo ha distinguido a Él es eso: obrar en beneficio de todos y todas.

Él ha colocado en Europa a jugadores incapaces de dominar la pelota más de tres veces. Le ha abierto las puertas de la fama a periodistas que -si no fuera por Él- serían víctimas de ese flagelo llamado pasta base. Si para lograrlo se ha visto obligado por las circunstancias a mover alguna influencia, no es culpa de Él, sino del sistema.

Él es precisamente eso: una víctima del sistema, que se rebela, que no se queda de brazos cruzados. Porque si vivimos en un mundo donde naturalmente no a todos les surge hacer lo que Él quiere, no es culpa de Él. Hay algunos que dudan, y a esos hay que ayudarlos.

Me despido con un fragmento de la letra de la marcha del Movimiento Celeste, que en buena medida, recoge la esencia de lo que he intentado transmitir:

Con el Quique Saravia y con Capalbo.
Con el Lobito Núñez, con el Gato.
Ciclistas, boxeadores y abogados,

unidos van tejiendo la victoria, y a ganar.

Tendrán que colaborar,

tanto hijos y entenados.

Y si aún quedan rebelados,

Él se los va a garchar.

Porque cueste lo que cueste

y aunque les genere rabia,

vamos todos con Saravia

y con el Pato Celeste.

Muchas gracias por el espacio.

Un empleado de Él