martes, 22 de julio de 2008

Chicharra: un baño de humildad

Respondiendo a las últimas tendencias de nuestros deportistas (es decir, defeccionar ni bien la opinión pública oriental centra su atención sobre su devenir), la triste selección nacional de beach soccer cayó sin atenuantes ante el combinado francés, en su última presentación por el Grupo A del Mundial que se celebra en arenas marsellesas.

Me dirán que no vi el partido, y será cierto. Pero no hace falta haberlo padecido para arriesgar que el elenco celeste (de rojo en la emergencia, porque sí vimos el compacto) fue presa de ese pánico escénico que ha venido golpeando sin clemencia alguna a nuestros máximos referentes.

Milton Wynants quedándose sin piernas en la tercera vuelta de los Juegos Olímpicos del 2004, o Andrés Silva corriendo más lento que Carlos María Morales y quedando afuera en los Panamericanos, o acaso el propio Vera saliendo último en los 3.000 metros con obstáculos en Barcelona 92, son apenas algunos ejemplos de cómo el deportista uruguayo tipo suele cagarse en las que duelen, con perdón del término.

Porque no me vengan con Cris Namús (foto), que le ganó a una pobre mexicana, gran persona, pero que de lejos se veía (si uno conseguía desprenderse del relato emocionado de Crossa) que poco entiende de este negocio. Y mucho menos con Pablito Cuevas, que debe estar más preocupado por el futuro del vicepresidente Cobos que por darle una alegría al deporte artiguista.

Seguramente tendremos que esperar a que Ricardo Ehrlich, decidido ahora a entablar una batalla "baldosa a baldosa" contra la mugre de la ciudad (batalla que viene perdiendo claramente hasta en las libretas de Walter Billy), se decida a levantar un estadio digno en playas montevideanas, de cara a albergar el futuro Mundial de la especialidad.

Con un poco de suerte, entre las otrora cristalinas arenas de la Ramírez emergerá algún limón a medio exprimir, que venga a evocar los tiempos en los que Venancio Ramos aún no había perdido lo más valioso que puede ostentar un ser humano: la humildad.

Bach. Patricio Mehma

5 comentarios:

fernando dijo...

Quiero quebrar una lanza por nuestro nadador olímpico Martín "abadejo" Kutcher. Seguramente no nos traerá una medalla, pero escuché que se levanta todos los días a las 5:00 am a entrenar, luego se va a trabajar, y a la salida del laburo vuelve a entrenar. No se, me da como lástima.

Rafa dijo...

no se olviden que milton se compro la bicicleta en los saldos de exportacion de motociclo, y que venancio ramos nunca pudo cambiar el monza que obtuvo con racing 89...
saralegui se levanta a las 5 de la matina para agarrar lugar en facultar y patea hasta la galeria montecarlo para sacar las fotocopias a 0.50..eso es sacrificio!
que le den la beca de bienestar por favor o al menos el comedor de j antonio rodriguez!

Lebowski dijo...

Recordemos el modo en que nuestra gloriosa selección de balonpié fue eliminada de los sanguches olímpicos. Un bochorno.

Vamo que tamo ahí de que el chengue engalane la mesa de K-pos

zorro d colonia dijo...

estoy de acuerdo con fernando en lo que tiene que ver con el abadejo Kutcher,de que seguramente nos va a traer una presea,siempre y cuando corra mano a mano,y bien entrenado con el representante de guinea occidental,un MOSTRO el grone.nada masssss.ta luego
z

Lebowski dijo...

A seguir remando por esa mesa de K-POS que tamo ahí, eeehhh??!!!