martes, 3 de febrero de 2009

La religión mayoritaria en Uruguay (by Andal)

Siempre se dice que en Uruguay hay libertad de cultos, que a mí siempre me pareció de lo más discriminatorio para la gente que no pudo cultivarse, que no siempre es su culpa, pero parece que muy por el contrario, quiere decir que cada uno es dueño de creer en lo que se le cante, y si no se le canta nada, que no crea, y tan contentos.

Parece ser que allá a comienzos del siglo XX, cuando se separó el estado de la iglesia, que fue como quien dice un divorcio de lo más sonado, a nadie se le ocurrió contemplar el fútbol en la redacción de la ley, pero ya por ese tiempo los uruguayos habían comenzado a convertirse a la que aún hoy es la religión mayoritaria, por más que no pueda ser oficial desde el punto de vista leguleyo y haya dos o tres que renieguen de ella, que nunca falta un renegado. Baste decir que en una población que con mucho esfuerzo llega a tres millones de habitantes, hay aproximadamente unos tres millones de directores técnicos, capacitados para dirigir desde baby fútbol hasta selecciones nacionales, sea la nuestra, la de Escocia o la de Samoa Occidental, que no hay nada más abierto y cosmopolita que un uruguayo a la hora de decirles a los demás qué es lo que tienen que hacer y cómo.

Por otra parte, Uruguay tiene más equipos de fútbol que en Italia, que tiene una población 20 veces mayor, si contamos los equipos de Primera División, Segunda, Amateur, Ligas del Interior, Liga Universitaria, fútbol femenino, baby-fútbol, fútbol-playa, fut-sal, fútbol-cinco y amigos que se juntan los fines de semana para patear una pelota, por solo citar algunos. Ahora que lo pienso, con tanto equipo y tan poca gente, yo misma debo estar formando parte de algún plantel y aquí estoy tan tranquila escribiendo estas pavadas en lugar de estar entrenando que capaz que el domingo entro de titular. Pero como sabe hasta el más apóstata hereje renegado de este culto, con los jugadores y los técnicos no hacemos nada, sí que tenemos también preparadores físicos, asistentes, deportólogos, dirigentes, contratistas y árbitros, que de algunas de estas categorías mejor ni hablo, que toda religión tiene sus talibanes y sus opusdeis.

Después están los profetas, que hablan por la Inspiración Divina, o sea, los periodistas deportivos, que integran la casta más elevada y selecta de los iniciados, porque cualquier abombado puede ponerse a periodista y hablar sobre la independencia de Kosovo o las elecciones en Estados Unidos, pero para hablar durante una semana de si Pestalozzi estaba o no estaba adelantado hay que saber de qué se habla.

La catedral del fútbol es el Estadio Centenario, que se llama así no porque hayan tardado cien años en construirlo, sino porque se inauguró en 1930, centenario de la Jura de la Constitución (que fue en 1830, por si la matemática no es lo tuyo); en ese lugar sagrado tuvo lugar el primer Campeonato Mundial de Fútbol, que ganamos, por supuesto, porque si no qué gracia tiene organizarlo, preguntale a cualquier alemán menor de 30 años si no me creés. La cosa es que empezamos en el pináculo de la gloria, y como era imposible llegar más alto, desde ese momento estamos bajando la cuesta, y desde 1950 (cuando les ganamos el campeonato a los brasucas en su propia casa) no ganamos más que lástima. Eso sí, cada vez que jugamos contra la timorata selección brasileña, le agitamos la sábana del fantasma de Maracaná, cuando les ganamos el mundial en la cara, y no sabés cómo tiemblan esos garotos.

Existen, además, en los barrios y poblados, estadios de menor envergadura, canchas grandes y chicas, y campitos, con una densidad tal que puede haber tres canchas de equipos de Primera en un mismo parque, y tendría que revisar los anales de la historia de nuestro fútbol para confirmarlo, pero estoy casi convencida de que en más de una oportunidad un pelotazo hijo de un tiro libre pateado en la cancha número uno terminó pegando en el palo de la cancha número dos y metiéndose en el arco de la cancha número tres, todo por el precio de una entrada.
Una religión no existe sin seguidores, y el fútbol uruguayo cuenta con fieles que lo siguen con distinto grado de devoción, desde tibios simpatizantes de la selección nacional, hasta hinchas fanáticos de sus clubes, sin olvidar a los iniciados que son capaces de recitar de memoria y sin equivocarse la integración del Steaua Bucarest Campeón de Europa en 1986, conocen los colores de la camiseta de la selección de Vanuatu y después de un par de cervezas cantan el himno del Spartak de Moscú en perfecto ruso.

La principal festividad religiosa tiene lugar el 16 de julio, fecha conocida como el Maracanazo, o el Día En Que Cayó Maracaná, en referencia a la obtención del Campeonato Mundial en 1950, frente a las narices da torcida mais grande do mundo, ya mentado unas líneas más arriba. Héroes como Schiaffino, Ghiggia y Obdulio Varela integran el Panteón de esta religión, y prácticamente son los últimos ídolos venerables, porque lo que es ahora, los jugadores no sólo ni siquiera clasifican para el mundial sino que su máxima aspiración no es vestir la otrora gloriosa casaquilla celeste, sino hacer publicidades de alfajores o de champú anticaspa.

A hablar de clubes mejor ni me meto, porque como soy fiel seguidora del primero y el más grande, el Club Nacional de Fútbol, bastante ocupada ando contando las glorias propias como para contar las miserias ajenas.

Y con esto culmina este opúsculo sobre la religión mayoritaria en Uruguay.

8 comentarios:

zorro d colonia dijo...

que grande andal,notable lo tuyo,no por nada sos la capitana del vamo y vamo.La verdad no tengo nada para objetar pero como sabras ya van a empezar a aparecer los luteros y calvinos a opinar que detras de toda buena prosa de mujer hay un gran hombre dictandole,no lo digo yo eh!!!

andal13 dijo...

Zorro: si ves algún gran hombre detrás de mí, avisame, que me lo estoy perdiendoooo!!!!

Anónimo dijo...

Realmente muy bueno Andal!
Felicitaciones
y...
nada más
(como dice krikor) "arriba"

andal13 dijo...

Nacho: ¡Muchas gracias!

Muy arriba no, que me viene vértigo...

dejamuchacho dijo...

Grande Andal, muy bueno. Alla lejos y hace tiempo enuna de mis primeras sesiones de terapia, el terapeuta me pregunto en que/quien creia, conteste:
"en nada"entonces me dijo "ni en un equipo de futbol?"
Esto para confirmar esta teoria tuya sobre la relgion futbolistica.
Y como dijo Nacho, arriba!!!

andal13 dijo...

Dejamuchacho:

Efectivamente, ser hincha de algunos equipos de fútbol es meramente una cuestión de fe, de otro modo, no se explica!

perezvila™ dijo...

juasssss
no podemos negarlo
no cualquiera es julio rios.
solo dios sabe que pongo todo mi esfuerzo en madrugar el domingo solo por verlo!

(tostadas con manteca y dulce de leche por medio .. claro)

andal13 dijo...

Perezvila:

Por supuesto que no cualquiera es el inefable Julio Leonardo Fabio Ríos!!!

"... y al escuchar mi canto
sabrás que es el llanto
que lloro por vos
poco me importa la gente
que opina y se mete,
no comprenderán..."