Efluvios y ganglios
Hijo de Zeus y mortal,
te definen semidios.
Ambrosía y néctar concluyen
en tu cuerpo escultural.
Gardel nunca te nombró,
nunca buscaste la gloria,
pero la historia sabrá
que en los verdes pastos hubo
un ejemplo a seguir hecho persona,
corriendo, carrileando, galopando,
sembrando estilo y buenas costumbres.
Los niños siempre te aclaman.
Las mujeres te desean.
Los hombres te mal envidian.
Los ancianos no te conocen,
porque no ven bien.
Describirte es buscar el cielo,
casi una tarea titánica.
El propio Homero el poeta,
su pluma hubiera gastado
relatando tus hazañas de gran atleta,
semental brioso y furioso.
La grama te goza cuando la pisas.
Todo aquel que te busca te goza.
Nunca cambies.
Nunca nos dejes.
Aunque ya te ganaste el paraíso.
Amanda Hugh'nkiss
(dedicado a Jorge Cazulo. Oda nro.317 que forma parte de mi
enciclopedia lírica titulada: "Grandes jugadores que hasta el 2008 están vivos").
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