Más desnudas que nunca

Como bien saben directivos, gerentes, jerarcas de todo tipo, policías y tiras del ramo, uno estuvo durante muchos años integrando el sindicato del trabajo. A diferencia de algunos otros, sin buscar protagonismos ni mejores lugares en las listas, ni mucho menos meter un garfio en la lata. Uno tuvo la suerte de estar al lado de grandes referentes éticos y, hoy que llegué a ser un mando medio, sigo manteniendo los mismos principios y las mismas ideas.

Todo esto viene a colación por la tragedia que asola al país. No, no piense lector extranjero que pasó un huracán y levantó en la guasca a un par de ciudades importantes o alguna célula dormida terrorista escuchó al despertador y pegó un par de cuetazos matando a unos cuantos orientales. No, señor, algo mucho más pior: no se está disputando el inclasificable fútbol uruguayo en su vertiente -digamos- profesional.

No se trata esta vez de que alguien le rompió la trompa a un juez o los jugadores reclamen sueldos no abonados (y no es porque todos los clubes estén al día, precisamente) sino que algunos futbolistas crearon un movimiento para echar a la directiva de su gremio y ésta no quiere convocar a la asamblea correspondiente que se encargue de votar su remoción.

Vayamos por partes: esta directiva actual de la Mutual (perdón por el verso) surgió como una alternativa anti-estableshisment a la que estaba antes, totalmente funcional a los intereses de Tenfield -que en estas cosas sería la patronal y no la A.U.F.- siendo encabezada por Fabian Pumar, Pablo Hernández y Enrique Saravia. Hoy en día, de ellos sólo queda el último nombrado que la preside, se ha transformado enteramente en lo que tanto combatía y se ha atornillado a su sillón, con declaraciones públicas impropias de quien se dice un delegado de los trabajadores.

Del otro lado del ring tenemos al autodenominado movimiento "Más unidos que nunca", del que no sabemos con exactitud qué respaldo tiene entre el colectivo que dice representar ni qué relación tiene con algunos de los más afamados integrantes (o ex) de la selección.

M.U.Q.N. no se siente representada por la directiva y exige -tal como la ampara el estatuto del gremio- a que se convoque a una asamblea con el único propósito de echar al Quique y sus amigotes.

Nadie que haya leído una sola de las columnas de fútbol que escribía este servidor en el presente blog podría confundirme con un sobón de la gente de la calle Divina Comedia, como hay tantos. Pero eso no quiere decir que aplaudamos cualquier cosa anti-paquista. 

Ya tenemos bastante ejemplos en países cercanos de gente que quería sacarse de arriba algún gobierno por las buenas o por las malas. Nos guste o no, para elegir autoridades hay actos eleccionarios donde la mayoría legitima a quienes los van a representar y cuando se pierde hay que bancársela y esperar la siguiente elección.

Se puede argumentar que esta directiva traicionó a quienes dice defender y yo contestaré que tienen razón. Se puede decir que Saravia y los otros son meros servidores de quien tiene el poder y la guita y seguiré contestando lo mismo. Lo digo yo: la actual directiva de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales no está para defender a éstos y sí para hacerle los mandados a la gran T (denuncia continental contra Fox Sports; préstamos al amigazo Freddy Varela).

Pero el método elegido no es el mejor. O más exactamente, se erró en la estrategia. Se me dirá que son menudencias y que el fin justifica los medios. Todos sabemos que se terminará yendo esta dirigencia gremial nefasta y Saravia seguirá repitiendo que gracias a ellos los futbolistas tienen atención odontológica pero se tendrán que borrar, irremediablemente. Sin embargo, no quiero dejar de decir que el método de destituir a alguien porque no me gusta y no de intentar ganar unas elecciones me parece muy peligroso.


No sé si Etulain y Agustín Lucas leyeron que en sus estatutos, la Mutual dice que si renuncian sus autoridades tienen que asumir sus 15 socios más antiguos. Mirá si terminan siendo los mismos que están ahora...

...que no ayudan en nada, por cierto. A la soberbia permanente de Saravia y compañía ("-si estoy hace 14 años, por algo será", que es el alegato de los mediocres), se suman declaraciones como las del "Indio" Molina: "-si hoy reviviera Obdulio, (a los de MUQN) los cagaba a patadas en el culo". Querido Héctor Eduardo: ¿quién te asegura que Obdulio Jacinto Varela no cambiara de rumbo y los cagara a patadas a ustedes?. Motivos no le faltarían. Aparte, vos no te acordás pero yo sí, ese estúpido argumento fue dicho hace un año por tu correligionario, el "Pato Celeste", con exactamente las mismas palabras. Ustedes me hacen acordar cuando yo era chico y había un excelente libretista y actor de Carnaval, Amílcar Maidana, que escribía para 6 o 7 murgas todos los años y terminaba repitiendo los mismos chistes en dos o tres de ellas.

Volvemos al primer párrafo. Los principios son los principios y éstos son innegociables. En el sindicato supimos tener no hace tanto a un fantasma que había salido de la nada con ansias de cargos y ubicaciones, que se dedicaba a ser funcional a la patronal y a sacarle militantes a las otras listas, acomodando a su familia y sus amigos. Los combatimos y tratamos de sacar. Al poco tiempo, digamos la verdad, se tuvieron que ir chiflando bajito, por meterle la mano en el bolsillo a los que decían defender y negociar el no pago de un aumento que estaba en el laudo. 

Todo muy complicado. En el día de hoy jueves la AUF le dio el ultimatum a la Mutual, dado que el Quique y los suyos no sólo han insultado y emplazado judicialmente a sus adversarios, sino que además no tienen el más mínimo interés en ningún tipo de negociación o diálogo. Y ahí perdieron, porque nunca se dieron cuenta que lo más importante es que vuelva el fútbol y el pan y circo siga adelante.

Para esta vuelta efímera, que sólo trata del quilombo actual, que es tan grande y tan insólito que me llevó a volver a escribir, traje a dos amigas, de esas que el Zorro debe tener unos cuantos videos. La primera, es la sueca Alicia Vikander, ganadora el año pasado de un Oscar y pareja de Michael "Magneto" Fassbender. Más acá tenemos a una argentina que algunos dicen que es actriz, pero que se caracteriza más por fatigar todos los programas "de la farándula" y por posar medio en bolas, como tantas que conocemos. Pero que está más buena que comer las rositas de los huevos de pascua, la "China" Suárez. Que por suerte no se parece a Recoba ni a Luisito.