Salada la canchita: Final

Demostrando la fuerza en la opinión pública que tenían estas columnas de cine con nombre peruano, luego de que se pidiera aquí, se estrenó finalmente -por medio de la Cinemateca Uruguaya, obvio- esa delicia de film denominada extrañamente "Suite armoricaine". La posibilidad de conocerlo -la había bajado pero no hubo forma de conseguirle subtítulos- nos permite ir hacia determindas discusiones que queríamos dar en nuestra despedida.

Por si alguien dudaba todavía, una película -una buena película- es algo más que su anécdota. En este caso, en cierto sentido, la historia es banal. Una profesora de arte resuelve reestablecerse en la ciudad bretona de Rennes, volviendo a encontrarse con algunos amigos de su juventud. Tal como rezaba un polémico spot publicitario del último festival de la mencionada institución,  aquí no hay "robots, superhéroes ni grandes aventuras". Hay simplemente gente, viviendo como puede.

Una columna de la Canchita se llamaba algo así como "Tom Cruise vs. Von Trier" y

"Perdidos en Tokyo"...hmmm

en ella se oponían la última de la franquicia "Misión imposible", como ejemplo de un cine eficaz y entretenido pero en definitiva, comercial y falso con el opus más reciente de un director rabiosamente personal, empeñado por sobre todas las cosas en hacer un cine diferente a la rutina que puebla mayoritariamente las carteleras en todo el mundo.

A todos -o casi- nos gustan las películas movidas, sencillas, donde el bueno terminará solucionando los problemas después de unas entretenidas peripecias. Eso, casi exclusivamente, es lo que nos ofrecen los shoppings semana tras semana con los rápidos y furiosos, los vengadores, los dibujitos de Pixar y los Batman peleándose con los Superman o con los Guasones.

Pero también tiene que haber en nuestros espacios vitales en que nos dedicamos a ver ficciones audiovisuales, lugar para historias que nos retraten, que nos sorprendan, que nos emocionen con verdades y no con autos saltando de un rascacielos.

¿culito, dijiste?

Esas superproducciones hechas con la calculadora en la mente, suelen tener recetas comerciales que en poca cosa se diferencian de la receta que nos pasó la abuela para hacer salchichón de chocolate. Si miramos la próxima película de un héroe de la Marvel (o la DC, tanto da) con un cronómetro en la mano, veremos que cada tantos minutos -generalmente, siete- tendremos una escena de acción, que cada tantos otros una de romance y todo así.

No perdamos la exigencia de que se siga estrenando ese cine distinto, esas narraciones que hablen de personas como nosotros o como los que podemos ver por ahí, que se tomen su tiempo, como lo hace la mentada "Suite...", para sorprendernos, para emocionarnos, para retratarnos, para mostrarnos otras partes del mundo tal cual son.

Pensaba seguir durante todo este 2017 con la columna pero como suelen decir los futbolistas, ya no tengo alegría para ir a entrenar. De tener varios temas para elegir durante la semana por cuál escribir y dejar la columna terminada los miércoles o jueves, a más tardar, he pasado a no tener ganas de seguir y a comprobar que -salvo dos o tres honrosas excepciones- ya nadie pasa por acá a comentar ni a ver las pavadas que escribo. Tiene que ver, supongo, con la decadencia general de los blogs, pero no sólo.

Scarlett, siempre Scarlett...

He estado mirando últimamente las anteriores columnas preparando un libro virtual de recopilación y, si me permiten la inmodestia, me gustó mucho de lo que volví a leer. Creo haber hablado de cosas interesantes sobre el llamado "séptimo arte" sin aburrir y sin repetirme. Creo.

Quedarán igual muchas cosas en el tintero. Desde alguna Canchita Amarilla más -la número 6 iba a ser con la particular Noami Kawase y el ya retirado genio de la animación Hayao Miyazaki, hasta semblanzas de gente como Billy Wilder, Mikio Naruse, Michelangelo Antonioni, Federico Fellini o Jim Jarmusch.

Pero espero haber sembrado alguna idea nueva en alguno, haber podido llamar la atención sobre algún film que no conocieran y que luego les gustara y haberlos interesado de vez en cuando. Quedarán como sello distintivo mi amor aún no correspondido por Scarlett Johansson y los Monty Phyton como cómicos oficiales de la columna. 

Entonces vamos a despedirnos con humor. Para los impacientes que no quieren ver todo un largometraje, uno de los mejores sketchs de los Monty y, más abajo, su primer film, que es básicamente una selección de lo que hicieron en su "Fliying Circus", el más surrealista programa televisivo de todos los tiempos, seguramente. Y, además, un documental sobre otros ídolos totales de la Canchita, "Los hermanos Marx desconocidos", realizados en 1993 por los mismos Leaf y Scheinfeld de "U.S.A. vs. John Lennon".

Sketch de "Miguel Angel y el Papa" en vivo


"Y ahora algo completamente diferente" (1971)

"Los hermanos Marx desconocidos"

Y, como punto final, una de las más hermosas canciones de Eduardo Darnauchans, aunque fuera un tipo que no tenía demasiado humor que digamos.

Final (Darnauchans)