(Como el tema de la columna no da pie para demasiadas ilustraciones, he elegido subir fotos de algunas obras de Rivette, homenajeado más abajo en el Y.E.T.P.A.P.)
Paris nos pertenece |
Muchas veces es una simple moda de contar en quince tomas lo que se puede narrar con tres o utilizar primeros -o primerísimos- planos ahí donde sería mejor entender qué es lo que se está viendo. Todos hemos consumido centenares de programas televisivos que para parecer "modernos", "jóvenes" o "transgresores" mueven para todos lados lás cámaras (como si al camarógrafo lo estuviera atormentando una ladilla justo del lado en que sostiene el artefacto).
One out |
También, debemos reconocer que buena parte del cine más exigente suele tener una libertad para extender sus tomas que hace unos años era impensable. Esto tiene que ver con la paulatina evolución de nosotros mismos como espectadores. No sólo hablo de tomas largas sino también con planos estáticos que son vistos como necesidades expresivas -aunque haya, naturalmente, gente que se hace la crá y sólo aburre- y aceptados naturalmente por un porcentaje importante -aunque no mayoritario- de aficionados.
Celine y Julie van en barco |
Parece una buena noticia que hayan más posibilidades expresivas -más libertad, en suma- para tomar decisiones en cuanto a cómo montar una escena, tanto por avances de la tecnología como por evolución de la madurez interpretativa de los espectadores. Claro que el cine que se plantea estas cuestiones es una clara minoría, pero así está el mundo, amigos.
ONE YETPAPÉ, MES AMIS
Como casi todos los nuevaoleros, escribió en la inicial "Cahiers du cinema" antes de pasarse a la dirección. Tuvo como Truffaut, el mencionado Godard y el más lateral Resnais su debut impactante aunque su trascendencia -al igual que toda su obra- no superó casi nunca los límites de su país: "París nos pertenece" (1961).
Provocó un absurdo escándalo con "La religiosa" (1966), su segundo largometraje y el único suyo estrenado comercialmente en nuestro país y después se dedicaría a experimentos que fueron apartándose lentamente de la estética de los jóvenes rebeldes de los 60 pero sin caer en el comercialismo.
Muchas veces sus films eran muy largos, con un extremo en "Out one" (1971) muy elogiada pero de doce horas (12) de duración. Tuvo cierta repercusión con "Celine y Julie van en barco" (1974); una versión de "Cumbres borrascosas" (1985) y otra de "Juana de Arco" (1994), pero más que nada circuló en festivales su muy interesante "La bella mentirosa" (1991), aunque probablemente ayudaron mucho los numerosos desnudos de Emanuelle Beart.
Queda gran parte de su obra por descubrir, aunque lo que vi de él ("La religiosa", "Celine y Julie..." y "La bella mentirosa") sin dejar de ser interesante, no llega ni por casualidad al nivel de obra maestra. Habrá que ver. Cuando tengamos tiempo.
5 comentarios:
Para comentarios ingeniosos teníamos al contador, lástima que se nos fue...
"Tormentas con matracas" es una de las mejores, el trilladísimo " los números no mienten..."
Y bue... mañana menos en pedo comento algo como la gente
Espero que te recuperes, Ilich.
Puf! Totalmente fuera de tema. Solo puedo decir q es parecido a un verdulero de mi barrio. Como aprendi che
Tls
La "enorme cantidad de planos muy cortos o, lo que es lo mismo, un montaje frenético con cambio de tomas cada pocos segundos" es lo mas adecuado para mostrar la histeria de la vida a estas alturas del siglo 21.
Histeria que por suerte no afecta a este blog gracias a la pereza de sus integrantes.
A veces los defectos resultan ser virtudes.
Contradicciones dialécticas, que le dicen.
Gabriela Michetti: "Si hacemos un ajuste brutal, la gente sufriría más"
Esta si es una frase de película...
Dedicada a Sofía seguro
JAJAJAJAJAJAJAJA!
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