Qué linda es la vida

En instantes, 10 series para empezar a ver este verano. Spoiler alert.

1. El Gran Hotel (Española, Netflix, 2011).

La acción se ambienta a principios de siglo en un lujoso hotel español, perteneciente a una familia de gran abolengo (los Alarcón, de donde podría provenir el recordado Oreja). Miles de situaciones: el director es un sorete importante que se casa con la hija de la dueña, que se enamora de un camarero, que está en el hotel porque quiere saber qué mierda le pasó a su hermana, que era empleada de ahí y un buen día desapareció). Homicidios, sexo sugerido, intrigas, traiciones y algo de humor nos depara esta serie de unos 70 capítulos de cuarenta y pico de minutos cada uno. Solo hay que acostumbrarse a escuchar la tonada gallega, pero como hablan medio "en español antiguo", se hace más llevadero. Trabaja Concha Velasco, una referente. Puntaje: 8 estrellas.

2. Velvet (Española, Netflix, 2013).
De los creadores de El Gran Hotel llega Velvet, ambientada en los años 50. La historia es, si se quiere, similar: una gran galería de moda propiedad de un señor, que se muere, y queda su hijo al mando. El hijo está enamorada de una modista de la gelería, pero se termina casando por interés con otra de dientes prominentes. Incluso hay varios actores que se repiten. Pero la gran diferencia es que en Velvet, para mi gusto, quisieron hacer un drama romántico y les salió una comedia de enredos desopilante. Pues hay un par de personajes (Pedro y Rita) que son descacharrantes. El punto bajo es la actuación de la pareja principal: no les cree nadie lo que actúan. Un punto alto es la música, afortunadamente en inglés (no esperen temas de Joselito o Raphael). Trabaja José Sacristán, que está hecho mierda, pero sigue actuando muy bien. Puntaje: 6,5 estrellas.

Más en instantes.