La noticia corrió como
reguero de pólvora: la FIFA se habría enojado por el fallo de la Confederación
Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) tras lo ocurrido el jueves 14 en la
Bombonera, y como represalia habría decidido quitarle a Sudamérica (o lo que es
lo mismo, a Uruguay) su preciado medio cupo mundialista, ese que tantas
satisfacciones nos ha dado y que desde 2002 y hasta nuestros días hemos hecho
nuestro con milimétrica exactitud[1].
No tuvimos tiempo ni
para analizar el origen de la noticia, que ahora parece que nadie escribió.
Mucho menos para ver si resistía el test del sentido común: ¿qué razonamiento
lógico llevaría a la FIFA a basar una decisión -que hace tiempo amenaza con
tomar- en la supuesta insatisfacción frente a un fallo puntual? Más o menos
como cuando Passarella renunció a la selección porque Nacional no le cedió a
Vicente, o Ney renunció al Partido de la Concertación porque no le dieron
20.000 pesos: la explicación resulta absurda.
Pero supongamos que la
FIFA en efecto dejará a la CONMEBOL sin su preciado medio cupo, por la razón
que fuere. Las preguntas que se nos antoja formular son las siguientes: a) ¿sería justo que Sudamérica perdiera
su medio cupo?; y b) ¿Uruguay
volverá a clasificar a un Mundial alguna vez?
La respuesta por
defecto a la pregunta “a)” parecería
ser sí, pues resulta cuando menos curioso que Sudamérica se las ingenie para
colocar al 50% de sus selecciones en la Copa del Mundo. En comparación, el continente que se ha
quedado con las últimas tres ediciones de la Copa del Mundo (Europa) clasifica
al 25% (13 de 52). Peor le va a África: sobre 53 selecciones, apenas 5 viajarán
a Rusia[2].
Oceanía tiene apenas un cupo para 11 asociados, Asia tiene 4 para 46, y la CONCACAF otorga 3 directos y un repechaje para 35 selecciones participantes.
No nos moverán
A la hora de defender
el quinto cupo sudamericano, hay varios argumentos. Por ejemplo, el nivel
promedio de las selecciones sudamericanas parece superar al de las demás
confederaciones: de las 10, todas salvo Venezuela han conseguido jugar un
Mundial en los últimos 33 años, 6 han conseguido jugar cuartos de final en lo
que va del siglo y 3 han jugado las dos últimas semifinales. A eso se le puede
sumar el “premio a la permanencia”: la CONMEBOL se fundó en 1916, casi cuarenta
años antes que la UEFA, que hasta 1954 tenía demasiadas ciudades invadidas y/o
bombardeadas como para preocuparse por el fútbol[3].
Pero iremos más allá:
si bien las potencias sudamericanas parecen gozar de un régimen de disputa que
los favorece (clasifican 5 de 10, Brasil nunca se perdió un Mundial ni jugando
con Fred, y Argentina no falta desde 1970, ni dirigido por Maradona quedó
afuera), hay confederaciones que presentan inequidades aún mayores y que por
ende parecen asegurar la presencia de los “pesos pesados”, siguiendo la misma lógica
“pro poderosos” existente en –por ejemplo– los torneos de clubes organizados
por la CONMEBOL.
Fusión imposible
Quizás la eliminatoria
más desigual de todas sea precisamente esa con la que sería cuasi natural fusionarnos:
la de la CONCACAF. Al norte de Colombia, el Ranking FIFA parece pesar más que
en cualquier otra parte: los 35 equipos se dividen en cuatro fases, en virtud
del puesto que ocupaban en el citado ranking al 14 de agosto de 2014. Las
catorce selecciones menos agraciadas (entre las que destacan las de Curazao,
Islas Caimán, Montserrat y San Cristóbal y Nieves) juegan la primera fase, en 7
llaves con partidos de ida y vuelta. Los 7 ganadores avanzaron a la segunda
rueda (digo avanzaron porque los partidos ya se jugaron)[4]
donde se integran otras 13 selecciones, en 10 llaves que arrancan el próximo 10
de junio. De allí surgirán 10 selecciones a las que se sumarán Jamaica y Haití
en tercera fase, para definir seis nuevas series que arrojarán 6 ganadores que,
ahora sí, jugarán la cuarta fase junto a los “grandes” (México, Estados Unidos,
Costa Rica, Honduras, Panamá y Trinidad y Tobago), divididos en tres grupos. Más
claro, echale agua de Maldonado.
Pero la historia no
termina ahí: los dos primeros de cada grupo se enfrentarán en el “hexagonal
final”, que ahora sí, otorgará los tres cupos y medio. El proceso es tan largo
que las chances de que un pequeño país centroamericano deba retirarse debido a
un terremoto/tsunami/guerra civil/golpe de estado/invasión yankee son
elevadísimas.
He ahí la razón de por
qué la CONCACAF nunca fusionará su competencia eliminatoria con la CONMEBOL:
está claramente dominada por los países más poderosos (particularmente México),
que aseguran su presencia mundialista mediante un mecanismo de disputa perverso,
que profundiza la brecha entre los de arriba y los de abajo. ¿Cómo convencer a
la gente de Televisa de jugar una Eliminatoria ante Uruguay y Colombia cuando
pueden seguir haciéndolo ante San Vicente y las Granadinas?
No tenemos respuesta
para la pregunta “b)”. De momento,
nos limitamos a hacer fuerza para que Uruguay llegue lo más lejos posible en la
Copa América, para que Suárez quede habilitado antes de que estemos a 9 puntos de los puestos de
clasificación. Si efectivamente Sudamérica pierde su medio cupo, lejos de
pensar en una conspiración en nuestra contra, nos convendrá llamarnos a
silencio y admitir que si reclamamos equidad hacia arriba (por ejemplo, nos
sigue pareciendo un atropello que Brasil y Argentina tengan 7 equipos en la
Libertadores y nosotros apenas 2 y medio), también debemos exigirla hacia
abajo, permitiéndole a Aruba, Brunei o Kirguistán contar con mayores chances de
probar qué se siente estar en el centro del mundo durante un par de semanas.
Después de todo, en
Rusia hay mucha inseguridad, y en Qatar hace un calor de la gran siete.
Publicado en Brecha, 22-05-2015.
[1] Desde que las eliminatorias sudamericanas se juegan en régimen de todos
contra todos, Uruguay ha disputado todos los repechajes: 2002 (Australia), 2006
(Australia), 2010 (Costa Rica) y 2014 (Jordania), con tres clasificaciones y
una sola eliminación.
[2] Zimbabue es la selección africana número 54, pero fue eliminada debido a
una deuda que la federación mantiene con un entrenador.
[3] La Confederación Asiática de Fútbol se fundó en ese mismo año 1954,
mientras que las restantes nacieron años después.
[4] Clasificaron Bermudas, Dominica, Barbados, Nicaragua, Belice y nuestra
candidata: Curazao, que en segunda fase se medirá ante la poderosa Cuba.
13 comentarios:
Empezamos mal.
¿Que carajo tiene que ver la equidad con el fútbol?
La FIFA es una empresa privada y como toda empresa privada tiene un solo fin maximizar ganancias.
El que quiera equidad que vaya a ... donde se consigue la equidad?
En Colombia
En esta* estoy contigo, Reyes.
Sin leer la nota, estoy con Unky. Después que lea la nota te cuento si sigo pensando lo mismo
Acerca de lo del final: a mí no me gusta que le den 5 plazas a Argentina y Brasil pa la Libertadores porque sí. Si fuera por causas deportivas todo bien. Por ejemplo, en la Champions League hacen un ranking con las actuaciones de los equipos de cada país en los últimos cinco años y así reparten los cupos.
Creo que en un mundial (o copa libertadores) está bueno tener diversidad (equipos de varios lados) pero hay que privilegiar que los partidos sean competitivos, algo que los sudamericanos te aseguran y los de fuera de Europa y Sudamérica no.
No es justo que el Gorzy de Curazao tenga que decir "estamos a 358 partidos de salir campeones", no es justo. Pero es lo que tiene la mafia esta que dirige todo.
Comparto el link de la editorial de hoy de Hernán Casciari en Orsai. Está más relacionada con la nota de Reyes de la semana pasada que con esta, pero me pareció muy buena.
http://editorialorsai.com/blog/post/teniamos_un_juguete
Está bien el análisis de Reyes, pero comparto con Unky que mezclar equidad y fútbol no es habitual, no se usa!
hermoso poema de Adusto dedicado a la memoria de martin rodriguez.
Creo que el blog es el ámbito natural para que Adusto comparta los versos censurados.
una de las cosas lindas del futbol es que una de las cosas que no hay entre otras es equidad, y tanto te cocinan en la liga como te comés 4 bien metidos pero le podés echar la culpa al juez... entonces nacen los maradona, los messi, los luis suarez y todos nos prendemos a la idea de la justicia poética para decirlo de alguna manera, estoy con reyes en el sentido que nos quejamos porque pensamos que nos van a cocinar pero siempre tenemos el recurso final de arreglar un empate con Largentina y cagamos a los peruanos o colombianos y ahí ni nos acordamos de la equidad justicia y un montón de valores que no entiendo porque deberían aplicar al futbol uruguayo que como todos saben en este bló no es lo mismo que el popular deporte universal.
Por supuesto también te nace un Pelé o un Figueredo y te hacen mierda la poesía, ni kurco nos salva
me olvidé, que lindo articulo, estimulante para pensar un poco. Solo faltan los versos prohibidos de Adusto y sellamos una jornada preciosa del bló
Feliz cumple a lo que tiene que ver con Martín Del Campo. Porque algunos soñamos con ser un lateral con llegada y no ese 9 que solo tiene que poner la patita para que entre la mimosa.
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