PREÁMBULO DEL ARRIBO DEL ROCK AND ROLL
¿CÓMO SER UN ADOLESCENTE BLANCO, ACCEDER AL R&B Y NO MORIR EN EL INTENTO?
Comencemos por descartar algunas
de las cosas que seguramente no hacían para conseguir dicha música: ir a la
tienda de discos amiga dónde comercializaban discos de R&B. Intercambiar discos con sus pares negros. Frecuentar
boliches donde se interpretara dicha música. Sintonizar algunas de las tantas
radios que se dedicaban a la música del
mainstream.
No obstante, haciendo un breve
repaso de algunas cuestiones ya mencionadas en entregas pasadas nos vamos a
encontrar con tres hechos, tres, que van a ser de gran importancia para
entender cómo es que los adolescentes terminan dando con el R&B:
1. Por un lado la televisión no solo se robó gran parte del público de
la radio, sino que con ellos también se fueron los avisadores. Las pequeñas
radios comenzaron a apuntar a un mercado hasta ahora marginado, el de los
negros.
2. Por otra parte, muchas de estas radios, al
llegar la noche, aumentaban considerablemente su poder de transmisión. Al tener
un mayor alcance, la posibilidad de ser consumidas por personas a las que en
principio no apuntaban aumentaba.
3. Y por último, cientos de
chicos blancos, que ávidos por generarle un dolor de cabeza a sus papis, van a
comenzar a experimentar en terrenos musicales hasta entonces prohibidos.
Estos jóvenes
comenzaron a escuchar cada vez más y más los programas que se transmitían a la
noche dónde pasaban pura y exclusivamente R&B.
Es que la música les parecía tremendamente seductora. El mundo del R&B, de por sí, era considerado un
mundo peligroso, mundano, sexual y todo ese tipo de cosas que a los adolecentes
nos gusta. Y el hecho de que sus padres se vieran realmente molestos con esta
nueva ondita, hacía que los gurises se interesaran cada vez más y más por las
diferentes variantes que presentaba este nuevo mundo.
Ahora repasemos
algunos hechos importantes en el surgimiento del Rock & Roll, como ser el alzamiento de la figura del Dj; algunos personajes ya mencionados como
Alan Freed; otros desconocidos hasta el momento, como Leo Mintz; un vagabundo
apodado Moondog; el caso Payola y las discográficas independientes.
AQUÍ ESTÁ SU DISCO
Que un programa radial transmitiera música mediante la reproducción de
un disco era tomado como un burdo, sucio y vil engaño. Una estafa, un timo.
Cuando usted,
señor, llegaba a su casa agotado luego de una ardua jornada laboral. Encendía
la radio. Se ponía las pantuflas de animal print. Se sentaba en el sillón
reclinable y esperaba a que su esposa le sirviese un martini, lo que usted más
deseaba en el mundo era escuchar a su orquesta predilecta, y de pique asumía
que la misma iba a estar sonando en vivo, ya fuese en el estudio mismo de la
radio o en un teatro. De lo contrario, usted se iba a estar sintiendo
profundamente desilusionado.
Si bien esto de hacer sonar un
disco en lugar de tener a una banda en vivo, se remonta a principios de los
años 20, era poco frecuente y aquellas radios que llevaban a cabo esta práctica
eran vistas con muy malos ojos.
Empero, con
el ascenso de la figura del Dj, Disc Jockey o pincha discos,
principalmente en el mundo del Rhythm
& Blues, a mediados de los años 40, dicha práctica comenzó a hacerse
popular entre aquellas estaciones que encontraban en la utilización de discos,
la alternativa más económica de transmitir música en vivo. Lo que les
representaba poder mantenerse dentro de los límites del bajo presupuesto
económico que manejaban.
¡DISHEY, PINCHATE ESTA!
En su
condición de Dios todopoderoso de las consolas y los reproductores, el Dj muchas veces tenía la capacidad Divina
de influir en el destino final de una canción. Con la sola acción de darle
difusión o no, esa canción se podía convertir en el hit regional del verano o quedar sumergida en el más profundo
ostracismo.
Esto dotó de cierto poder a los Dj’s dentro y fuera de las emisoras y
los convirtió en importantes figuras al momento de seleccionar la música que se
debía transmitir en la estación para la que trabajaban.
Para la segunda mitad de la
década de los 40, en Norteamérica habían aproximadamente unos 3.000 Dj’s metiendo mano. Apenas un puñado
eran negros, la mayoría eran blancos y un gran número de ellos, ponía música en
radios de R&B.
Un ejemplo de ello lo fue el
propio Dewey Phillips quien años después robaría la plata adjudicándose ser
quien catapultó a la fama al mismísimo Elvis Aaron Presley por radiodifusionar
su primera grabación con Sun Records “That`s
Alright Mama”. Pero más importante aún fue Alan Freed, de quien ya hablamos
un par de columnas atrás.
En la tierra de las libertades: ¿Sabía
usted por qué al llegar a New York el propio Alan Freed debió cambiar el nombre
de su programa radial de The Moondog Show,
que tanto éxito había tenido, a The Rock
and Roll Party? ¿No? Ah! Qué lástima.
LEONARDO MENTAZ
Para sus
inicios, Freed contó con el esponsoreo de Leo Mintz, dueño de Record
Rendezvous, una de las tiendas de venta de discos más importante de Cleveland.
A su vez, Mintz esponsoreaba un
show de música clásica que se emitía en la misma estación radial donde
trabajaba Freed. Por aquellos tiempos los discos de música clásica se vendían
muy bien y cuanta más difusión tuviese la música clásica, más gente se daría
una vueltita por la tienda de Mintz. ¿Entendió dónde estaba el negocio doña
María?
Pero resultase que cuando la
gente de bien se iba a dormir y solo quedaban prendidos al transistor aquellos
de baja calaña, la misma emisora que durante el día pasaba música refinada,
cambiaba totalmente el rumbo y comenzaba a emitir, con la anuencia de Leo Mintz
y de la mano de Alan Freed, R&B.
Allí es donde el Alan haciéndose pasar por un Dj de color montaba su numerito y hacía las delicias de grandes y
chicos.
NO IMPORTA SI SOS NEGRO O BLANCO
Tal parece que adelantándose a
las palabras del querido Maicol, y con el afán de hacer algo de dinerillo
extra, Freed comenzó a organizar unos shows de lo más copados en algunos de los
teatros más grandes de Cleveland, donde en una misma noche reunía a cinco o
seis bandas de R&B. Lo que hoy
llamaríamos un festival.
Y si lo sería que a dichos shows
no solo iban negros sino que también comenzaron a concurrir y cada vez con más
asiduidad esos rebeldes y palios jovencillos de los que hicimos mención un par
de entregas atrás. Muy pronto comenzaron a verse jóvenes de un color y de otro sentados
juntos, cantando a coro, compartiendo una soda, abrazándose, y por qué no,
tocándose en las últimas filas del teatro.
Esta mixtura rápidamente comenzó
a generar el malestar de las comunidades blancas que veían como sus inmaculados
hijos interactuaban y se ponían a la par de los negros. El peligro era
inminente y pronto el escándalo estalló.
Para Freed no representó más que
otra forma de conseguir algo de atención extra, darse a conocer él y su show
que a esa altura ya era escuchado por cientos de jóvenes blancos. El suceso fue
tal que en 1954 pasa a formar parte de la WINS en New York y de ahí en más todo
sería éxito, luminarias, fama, dinero, etc.
En la tierra de las libertades II (y no, no
lo/a iba a dejar con la intriga): Pasa que en New York vivía un indigente
conocido en el lumpenaje como Moondog, que al enterarse de que en su ciudad
natal iba a funcionar un show radial que hacía referencia a su apodo,
profundamente indignado hizo valer sus derechos como ciudadano que era y al
grito de “¡eh, ñeri! ¡Ningún, ningún! Que
el Copirrai sobre mundog lo tiene mikei, eh! Así que no te pongas ortiva y
habilitá esa Juana o hay pista pa` vo`!”,
entró al juzgado en donde como corresponde le dieron la derecha.
INDIE
En un
escenario en dónde grandes discográficas como Decca, Mercury, RCA, Columbia,
MGM, entre otras, contaban con un poder económico exorbitante, y dónde el
aparato de distribución de alcance nacional, de éstas, estaba bien aceitado,
las pequeñas discográficas independientes, con sus escasos recursos económicos
y su limitado poder de distribución, no tenían mucho para hacer frente a estos
monstruos. Un tipo o dos que se suben a una camioneta y salen a distribuir
discos radio por radio y tienda de discos por tienda de discos, peleando por la
difusión de su trabajo, no iban a llegar muy lejos. Por tanto la decisión más
sabia que podían tomar era mantener un perfil y expectativas bajos y mantenerse
en el reducido circuito del R&B y
el Country que no eran de mayor
interés para las grandes discográficas ya que no les representaba un beneficio
económico de importancia.
Pero claro.
Usted, dueño de una discográfica Indie,
sacando dinero de su propio bolsillo para mantener el negocio en pié. ¿No va un
poquito más allá y se juega hasta el último naipe para ver si puede dar el
golpe de gracia que lo deposite en las grandes ligas? ¿Ah, no? Bueno. Vaya
comprando el Gallito este domingo
entonces, compañero.
Parece que en
busca de diferentes alternativas publicitarias y comerciales, los dueños de las
discográficas indies, dieron con una
que pareció tener pegada: agasajar (guiño, guiño) a los Dj`s y a los dueños de las tiendas de discos. Primero fue una caja
de Garotos frutales “para la patrona”, luego unas entradas
para el cine, después vino una botellita de vino (valga la redundancia), una de
whisky importado, changos colombianos,
merca, autos deportivos, unas vacaciones con todo pago en Mar del Plata, dinero
y así en una escalada sin fin y todo con el propósito de que se difundiera el track
3 del lado B del disco que terminaban de grabar y no el track 5 del lado A del
disco de la competencia.
PAGOLA, PAGAROLA, PAYOLA
Hacerle un obsequio
a alguien a cambio de un favor era algo bastante común en el mundo de la
música, tanto para las pequeñas como para las grandes discográficas. A no
comernos la pastilla.
Pero algunos
dicen que cuando esto comenzó a tomar ribetes más próximos a la extorsión, las
autoridades interfirieron denominando a este modus operandi como Payola y
mandando a más de uno a vacacionar a Canadá.
Otros, en cambio, se
afilian a la teoría de que las discográficas de peso, ni bien vieron que el R&B comenzaba a ocupar puestos en
los charts del mainstream que eran
exclusivos del pop, sintieron como si
les estuviesen practicando un tacto rectal y saltaron. “Hacé todas las chanchadas que quieras” Habrían dicho. “Pero no me toques la billetera”.
Payola Gate: El término Payola surge de
la combinación de la palabra “pay” y
el sufijo “ola” proveniente de
palabras como Victrola, Pianola y de Manuel Pagola. ¿Por qué no?
Lamentablemente,
para quien se adjudicó haber inventado el término Rock & Roll, terminó tras las rejas por participar de estas transacciones
de dudosa moral.
13 comentarios:
A muerte con este proyecto.
Mandame a cagar si queres pero para ilustrar las columnas no estaría bueno incrustar al principio un gogears o algo así con un tema de los que se tratan así mientras leemos tenemos música de fondo ?
Ta capaz que extraño un poco a Vesu si ...
Me voy a servir otro kewis y vengo
O no
Floyd: vos decis tal como hago yo en mi "Historia Ilustrada del Jazz", que en mayo vuelve con toda la fuerza?
www.afagalde.blogspot.com
Bancamos el proyecto rock, el proyecto jazz y el proyecto Utah Jazz que esta sin dt.
Sos cras Decano, sabelo
Floyd: andá a cagar. Eso por un lado.
Por otro, está copada la idea. Muchas veces pongo links y/o videos. No fue esta la ocasión.
Lo del GoGears es cuestión de ver como es. La verdad que no tengo ni idea.
Tengo el Philips GoGear. Tiene algo que ver?
se me chispoteó una G de garrameessssta*** en goears
(la podés usar por una S de adoleScente que te comiste puto)
besis y de nada:
http://www.taringa.net/posts/taringa/9265817/Reproduccion-Automatica-de-Musica-para-tus-Post-goear.html
No sé de que hablás.
Gracias por el pique. Lo voy a anotar en mi máquina de escribir invisible.
No. Mentira. Voy a tratar de ponerlo en práctica.
pa cuando el libro?
yo un libro de esto, compro
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