Clave de fau

Era obvio, señor, señora: los triunfos celestes terminarían teniendo, tarde o temprano, su correlato musical. Prácticamente no existe jugador alguno de nuestro combinado nacional que no tenga tema propio, y bandas siempre pendientes de la coyuntura nacional (como Los Fatales o la Revancha) ya nos han premiado con verdaderas obras de arte que generarían la envidia de los más eximios compositores musicales. Lo que sigue es una serie de humildes aportes para seguir alimentando el acervo musical charrúa.

1- Buscar el nicho de mercado

No le conviene hacer una canción sobre Forlán, Cavani o Abreu, que ya tienen 3 cada uno. Mejor busque a ese jugador promisorio, desatendido por nuestros talentos musicales. Por ejemplo, Muslera o la Joya Hernández. He aquí algunas coplas que bien puede tomar como ejemplo:

“Nando Muslera… Nando Muslera…
Tenés dos manos, tenés dos manos, quién lo dijera…”

“Qué joya, señores,
qué joya que es don Abel.
Te clava y te baila,
mejor que el gran Fred Astaire”.

2- Usar fórmulas ya probadas

¿Qué sería del carnaval montevideano sin la posibilidad de tomar canciones de otro para luego cambiarles la letra? Pues sepa que en las marchas futboleras, es una práctica de lo más habitual. Sin ir más lejos, la canción “Celeste” es igualita a la marcha de Defensor que arranca diciendo “Violeta”. Y ni qué hablar de lo que le pasó al Beto Triunfo con Noelia, que le afanó un par de acordes de la canción del Mundialito. Así que déle con ganas:

(Con música de “Las olas y el viento”, de Donald)
“Los dientes de Suárez,
sucundún, sucundún.
El pelo’e Neymar,
shalalalalalá”.

(Con música de “she loves you”, de los Beatles)
“El Cacha, sí, sí, sí.
El Cacha, sí, sí, sí.
El Cacha, sí, sí, sí, sí.
Sos medio barrigón,
y medís un metro dieeeeez.
Jugaste en Peñarol,
y en el Monterrey tambiéeen”.


3- Consiga el apoyo económico de algún jugador

¿Qué cosa más despilfarradora de dinero conoce usted que un uruguayo con plata, agradecido y contento? Ahí lo tiene a Lugano construyendo piscinas, a Bauzá donando la Copa América que ya había acomodado en el living, y a tantos otros haciendo cosas en silencio. Pues materialice esta realidad en su propio beneficio. Inaugure la fundación “Juan Castillo”, en apoyo a las víctimas de lipotimia. O la fundación “Tata González”, para brindar seguimiento psicológico a los jugadores que quedan afuera de una selección en el último corte. Y ahí nomás le mecha una canción destinada a tales efectos, convence a los medios de que es una campaña de bien público para obtener unas pautas gratuitas, y zas. No tiene cómo perder:

“Si has quedado bien afuera de la lista,
y te inunda la emoción, la emoción.
Ya llegó el Tata González,
junto a esta fundación.
Si el suicidio acaricias, acaricias,
o al técnico pretendes tú matar.
Danos ya un porcentaje,
pues te vamos a salvar”.

(Publicado en Guambia, 3/08/11).