Salada la canchita: Amarilla 6

Porco rosso

Más que Corea del Sur o Taiwan, Japón -con una industria consolidada desde antes de la Segunda Guerra Mundial- parece ser el país en donde aparecen más artistas singulares, más genios medio locos o, en realidad, más gente que no tiene miedo de caminar contra la corriente. Directores como el reseñado Takashi Miike o el aún no presentado Sion Sono son capaces de cualquier locura, algo que le hace muy bien al cine de hoy en día, tan comercial y poco arriesgado.

HAYAO MIYAZAKI (1941- ) No es un joven cineasta, por cierto. Anunció hace cuatro años que se retiraba definitivamente de la dirección pero ahora parece que vuelve, al mejor estilo Olimareños. 

Para muchos, es el mejor director de películas de animación del mundo,

afirmación que no estoy en condiciones de acompañar ni de refutar, dado que mi conocimiento del género no da para tanto. Si me permiten mi parecer personal, es indiscutible el talento y la solvencia técnica de Miyazaki, lo que me rechina un poco -e insisto, es un tema particular mío- es que sigue al pie de la letra la técnica de dibujo tradicional de la animación nipona, abrumadoramente mayoritaria.

Trabajó durante muchos años en la televisión (incluyendo la famosa "Heidi") hasta que en 1984 pudo fundar su propio estudio de animación (Ghibli) luego del éxito de su segundo largometraje "Nausicaa del valle del viento". Otros films posteriores también tendrían gran repercusión en taquilla en su país, incluyendo a las más logradas"Mi vecino Totoro" (1988); "Porco rosso" (1992) y "La princesa Mononoke" (1997). Con "El viaje de Chihiro" (2001), probablemente su obra maestra, llegaría el reconocimiento internacional, Oscar incluído y hasta estreno uruguayo. Posteriormente haría las también excelentes "El increíble castillo vagabundo" (2004, estrenada) y "Ponyo en el acantilado sobre el mar" (2010), que no. No vi aún "Se levanta el viento" (2013).

Miyazaki no hace un cine para niños, aunque frecuentemente sea sobre niños. Le gusta la aventura pura y la fantasía, en la que destaca por emplear puntos de vista originales (y protagonistas femeninas). Muchas veces sus personajes son moralmente bastante más ambiguos de lo usual en animaciones. Su imaginación, asimismo, es muy superior a la de cualquier otro colega compatriota, con la solitaria excepción del finado Sateshi Kon ("Paprika"). Dicen también que es un petiso con un genio podrido.  

NAOMI KAWASE (1969- ) Si en Occidente, son demasiado pocas las mujeres que dirigen, en Oriente menos. Reconozco que he visto sólo dos largometrajes de esta celebrada directora: la experimental "El secreto del bosque" (2007) y la más convencional "Shara" (2003).

Kawase alterna, como tantos otros directores, la ficción con el documental. Hay un ojo sensible en ella, lo que no llama la atención siendo que viene desde la dirección de fotografía. 

Es celebrada en festivales y por la crítica local, bastante original en los temas que

Hikari

toca, sin temer tomar riesgos y cambiar de una a otra película de registro, como parecen indicarlo sus últimos largometrajes: la fantasía amorosa de "Aguas tranquilas" (2014); la comedia de "Una pastelería en Tokyo" (2015) y la discutida comparación de realidad y recuerdos de "Hikari" (o sea, "Luz") (2017), donde volvería a su registro más experimental para contar la relación entre un fotógrafo que se va quedando ciego y una chica que trabaja de contarle películas a los no videntes (algo así como la versión de la mujer que traduce el noticiero de canal 5 para sordos en un recuadro). "Hikari" ha recibido críticas de todo tipo, así que habrá que ver (sin chiste).      


Está bravo para encontrar films completos del Miyazaki. No pierdan el tiempo en YT. Canchita o shio, una columna que está tan loca que sale en dos blogs al unísono pero con leves diferencias, hoy te trae el trailer de la "última" película del genial Hazao.

LA PROPAGANDA PEYONA DEL MES
Baterías Heliar - Claudia Fernández nos cuenta -tan descerebrada como siempre, aunque Canal 10 nos la quiera presentar como una conductora o periodista solvente- que ha llegado a lugares donde nunca había soñado que entraría. Nadie en su sano juicio supondría que semejante personaje haya anhelado nunca un Nobel de Física o un papel en The Shakespeare Company, pero lo maravilloso que le pasó a nuestra vedette es haber estado en la mesa de Mirtha Legrand o concursado en el programejo de Tinelli. -¿Y a mí que mierda me importa?- podría aducir el oyente atento al escuchar esta pieza radial. Es que Claudita asevera que llegó a semejantes antros de la imbecilidad gracias a que el auto le arrancó por tener las baterías del caso. Tonto argumento. Si el auto se te queda -¿sabrá manejar esta muñeca?- te podés tomar un taxi, un Uber, un bondi como cuando eras aún desconocida o, enarbolando los méritos que te llevaron a la fama, quedarte en ropa interior y hacerle dedo a los camioneros.

EL Y.E.T.P.A.P. ANDA EN TEMPORADA ALTA
+ MARTIN LANDAU - Las generaciones más veteranas -la mía, por ejemplo- lo recuerdan como integrante fundamental de la primera época de una serie

televisiva que hizo historia: "Misión imposible", que en nada se parece a las películas que produce y protagoniza el enano de Tom Cruise.

Antes de eso, había aparecido en películas importantes -como secundario- tales como "Intriga internacional" de Hitchcock, "Cleopatra" y "La historia más grande jamás contada". Mucho después tuvo papeles sólidos en "Tucker" de Coppola y "Crímenes y pecados" de Woody Allen, como demostrando que era un actor talentoso y no sólo el dueño de una cara medio siniestra pero fue con Tim Burton, cuando hizo de Bela Lugosi en "Ed Wood" y ganó un Oscar a mejor secundario cuando se ganó el respeto general y una vejez artísticamente decorosa. Y que lo aturdieran con la música, porque se pasó con el tiempo al hablar cuando ganó el premio.

Después estuvo en películas como "City hall"; "El Majestic"; "Shiner" y "Remember" de Atom Egoyan.  Se casó con la linda de "Misión...", además.

+ GEORGE A. ROMERO - Tuvo un éxito inesperado (no en Uruguay, donde
nunca se estrenó) con una película baratísima, que aprovechaba como ninguna sus limitaciones económicas para crear una atmósfera sombría e inquietante. Con "La noche de los muertos vivientes" (1968, qué año), George Andrew Romero no inventó el gore ni a los zombies, pero a partir de ahí todo el mundo lo copió, hasta hoy mismo.

Políticamente progresista, no incluyó a un protagonista negro en "La noche..."  como manifiesto a favor de las luchas anti racistas como alguno imaginó, sino porque fue el único actor que aceptó un pago bastante escaso. Realizó varios films más sobre el tema -todos talentosos- y otros sin zombies aún mejores, pero con menor repercusión: "Martin" (1976) y "La mitad oscura" (1993).

+ JEANNE MOREAU - No fue una muñequita linda como sus compatriotas

Catherine Deneuve o Briggite Bardot sino más bien una mujer de una rara sensualidad en su juventud y una gran actriz siempre.

La lista de grandes directores con los que trabajó es impresionante: Truffaut ("Jules y Jim"), Orson Welles ("El proceso", Buñuel, Antonioni ("La noche"), Fassbinder, Louis Malle ("Ascensor para el cadalso", "Los amantes"), De Oliveira, Amos Gitai, Angelopoulos, Tsai Ming Liang, Wenders, Losey y siguen las firmas. 

Cuando prontamente tuvo ocasión de elegir sus papeles, siempre apoyó con su trabajo el buen cine de autor. Sin embargo, y en mi humilde opinión, pocas veces tuvo papeles que le permitieran aprovechar su gran talento. Pasó sus últimos años -acaba de fallecer con 89 pirulos- como una celebrada gran dama que hacía un poco de más de gran dama envejecida. Pero fue una de las grandes, y como tantas mujeres talentosas, bastante desaprovechada.  

+ SAM SHEPARD - Aunque tenía cierta fama como actor, su interés principal

fue la escritura. Autor teatral consagrado tempranamente, buen libretista ocasionalmente  ("Zabriskie Point", de Antonioni; "Paris, Texas" de Wenders) tuvo su primer papel protagónico en "Días del cielo" de Terrence Mallick y siguió actuando posteriormente, alcanzando una nominación al Oscar como mejor secundario por la aquí inédita (y excelente) "Elegidos para la gloria".

Era de esos actores poco versátiles -durangas, más bien- pero que tenía una presencia que se hacía notar. Estuvo en una larga relación con Jessica Lange, lo que es otra prueba de su inteligencia.