De nuestro corresponsal en Montevideo

Llegué a las 21,30 a las puertas de la Olímpica y ya había bruta cola que hizo que -en Uruguay estamos- se colaran por el costado centenares de "vivos" y que los milicos sólo cacharan a los que tenían demasiada pinta de fumetas o que tenían el pin de la Misión Alacrán (justificadamente en este último caso). No sé si la multitud es porque "cuando se ofrecen espectáculos atractivos la gente siempre responde", porque Defensor había ganado de visitantes y la cosa venía bastante más fácil o porque las entradas eran más baratas que en un Racing - Juventud en la comodidad de las instalaciones del Roberto.

Como todos saben -hasta Julio Ríos- Defensor Sporting había ganado 2 a 0 de visitante en Medellín y alcanzaba con perder por un gol para llegar a las semifinales de la (Rasa, ponete, es la última vez que te lo digo) Libertadores. No sé si lo había merecido ante el bicampeón colombiano pero lo había conseguido, que es lo que cuenta en la estadística. Igualmente, la tensión se sentía en el ambiente y si embocaban un gol los cafeteros, supongo que aparecerían rápidamente unos vendedores ambulantes de Valium. 

En ambos comienzos de tiempos se dio lo mismo: la violeta comenzó animándose a atacar sin descuidar la defensa, pero siendo audaz con centros al delantero Matías "Jopito's brother",  bastante más diminuto que los defensas albiverdes y más bien bastante inoperante. Pero pasados unos 10 minutos Atlético Nacional retomaba el control en el medio, aunque le costara llegar al arco de Campaña. Que es uruguayo, Tabárez. No como Muslera.

La pelota en el cuadro colombiano la manejaba exclusivamente el muy talentoso -y justificadamente seleccionado por Pekerman- Cárdenas, un petiso melenudo que siempre tenía en la cabeza la ubicación de todos sus delanteros e intentaba hilvanar jugadas que no solían ser bien respondidas por sus compañeros. Insólitamente, nadie marcó en todo el primer tiempo al mencionado 7, muy hábil para estar desmarcado -no como la mayoría de los volantes de creación compatriotas- aunque muchas veces abusara del recurso de lanzar centros cruzados de derecha a izquierda que los dos grones de adelante -bastante blanditos, la verdad- nunca supieron convertir en peligro. En todo el primer tiempo Campaña sólo paró un mano a mano.

Para la segunda mitad, Curutchet cubrió mejor las puntas e hizo que alguien tomara a Cárdenas si se acercaba al área por el centro, pero insólitamente se quedó recostado en la media punta izquierda, esperando que alguien se acordara del petiso. Nacional empezó a abusar de los centros a la bartola, no sé si por desesperación o por impotencia y ahí el pelado "Coto" Correa se aburrió de sacarla de cabeza mientras Malvino intercambia direcciones de quecos con sus rivales. 

Entró el mítico "Nico" Olivera faltando unos 25 minutos, más para alegría de la hinchada que por necesidades de un violeta cada vez más cómodo en su negocio y el veterano elemento afrouruguayo, estancado en la circunferencia del centro del lado de acá, marcó más que el aún más otoñal Fleurquin y demostró mucha más noción de armado de ofensivas que el resto de los futbolistas del paisito. Cuando ya quedaba nada y Campaña se entretenía chateando con su celular, un robo justamente del admirador de Marley derivó en un soberbio pase del hasta entonces instrascendente Georgian "Volveré a los 35" De Arrascaeta hacia Pais, quien hizo la primera parada de pelota y el primer centro al área chica del equipo violeta en todo el partido que dejó solo a Olivera, quien en un acto de justicia divina, fue el encargado de dejar al cuadro de Tenent, Mauro, Guillote y tantos otros sodomitas, en las semifinales.

En resumen, un violeta que fue a hacer su negocio, que en el segundo tiempo marcó muy bien y derrumbó al Nacional que tiene la camiseta más linda del planeta y un frío de cagarse. Los destacados fueron el siempre seguro arquero, Correa que sacó todo y ordenó atriqui y un Gedoz que las pocas veces que agarró la pelota complicó al visitante, aunque esta vez tiró las pelotas quietas como el orto.

P.D.: Reyes, ¿viste que puedo hacer columnas sin minas en bolas?.