Wanderers
campeón en Uruguay, Atlético Madrid en España, Defensor casi campeón de la
Libertadores, River en Argentina. Algo está pasando en el fútbol y no nos hemos
dado cuenta. Los equipos que más gastan ya no son los que más ganan, lo que nos
lleva a cuestionarnos si estamos ante una acumulación de casualidades o ante un
nuevo escenario en el que primero pensar y luego jugar bien (en sus diferentes
acepciones) rinde más que el dinero.
(Publicado en Brecha, 23-05-2014.)
En mi calidad de hincha de Nacional, de
chico, aprendí varias cosas. Entre ellas, que los clásicos no terminan hasta
que terminan, que Morena es la encarnación de Lucifer, que al baño de la
Ámsterdam nunca se entra, que el café del Estadio sabe a pie sucio y que en el
fútbol uruguayo hay demasiados equipos montevideanos.
Pese a que el Nacional de mi infancia,
llegado el caso, era capaz de perder con cualquiera, pronto comprendí que había
equipos con historia, que trabajan bien en sus divisiones formativas, y con
hinchadas numerosas que, llegado el caso, eran capaces de llenar una tribuna
con la misma asiduidad con la que las parcialidades de los equipos grandes
llenan el Centenario[i].
Eran esos que clasificaban regularmente a la Liguilla, y que incluso a veces la
ganaban.
De todos ellos, posiblemente Wanderers[ii]
es -de los que aún no lo ha logrado desde 1976 a esta parte- el que más se
merecía coronarse campeón uruguayo. Por lo que su reciente consagración (de
cara a lo que pueda pasar el domingo) bien puede ser vista como un acto de
justicia.
Un
poco de historia
El Montevideo Wanderers Fútbol Club nació allá por 1902, y al año
siguiente ya competía en la entonces Copa Uruguaya. La conquistó tres veces
(1906, 1909 y 1931). Además, en 1923 obtuvo el torneo de la aurinegra
Federación Uruguaya de Football, oportunamente formada tras el
"cisma" que quebró a la Asociación. De un lado quedó Nacional, del
otro quedó Peñarol. De un lado quedaron los equipos "amigos" de los
tricolores, del otro los "filocarboneros". Wanderers, que siempre
estuvo un paso adelante, tuvo un equipo en la AUF (el Montevideo Wanderers) y
otro en la FUF (el Atlético Wanderers)[iii].
Recompuesta la armonía de nuestro balompié,
Wanderers fue el último campeón de la era amateur, gracias a que tenía un gran
equipo y a que Peñarol no se presentó a jugar el match ante los bohemios,
válido por la última fecha del certamen. Sabia decisión de los dirigentes oro y
carbón, pues Juan Ramón Carrasco integraba aquel equipo mirasol, cuyo triunfo
le hubiera deparado una nueva consagración a su eterno rival merced a su
proverbial tendencia a meter goles inapropiados.
Probablemente Wanderers sea, junto a
Danubio y los grandes, uno de los mayores proveedores de figuras del fútbol
uruguayo. De allí salieron René "Tito" Borjas (autor de la frase
"tuya, Héctor", luego de haber tenido un diferendo con Héctor Scarone
relativo al amor de una señorita), Obdulio Varela, el "Chifle"
Barrios, Enzo Francescoli y Pablo Bengoechea (otra encarnación de Belcebú).
Claro que el rosedal también tiene espinas: del Parque Alfredo Víctor Viera
también emergieron Enrique Peña y el "Chancho" Dadomo.
Por eso, los amantes del fútbol uruguayo
sentimos cierta felicidad interna al ver cómo los hinchas de Wanderers pudieron
vivir una jornada acorde a su historia. Los hinchas de cuadro chico -salvo
quizás los de River- festejaron pues sienten cada derrota "doble" de
los grandes como un pequeño triunfo (al menos por los hinchas de cuadro chico
de verdad, no de esos que al primer rascado empiezan a exhibir las rayas o el
bolsillo).
Los hinchas de cuadro grande -en particular
los de Nacional- también tuvieron su motivo para festejar. Pues que Nacional no
haya tenido que soportar una nueva vuelta olímpica carbonera pese a haber
tenido -por lejos- el peor año del siglo XXI, y que Peñarol no haya tenido que
penar una situación análoga tras haber recibido los goles más insólitos de su
historia, es un verdadero doble milagro.
Tiempo
de los chicos
Mientras Ache y Damiani dan charlas en ADM
vinculadas al éxito deportivo (llegué a pensar que se trataba de un espectáculo
de stand up), Wanderers se coronó campeón del Clausura ganando 21 puntos
consecutivos, con un plantel plagado de juveniles formados en el club y con un
entrenador que no tiene empacho en autodefinirse como "un perdedor que
está ante una chance histórica".
Peñarol, que desde los tiempos de Gabriel
Cedrés no sabe lo que es sacar de sus formativas a un jugador con patente de
ídolo (como parece ocurrir ahora con Jonathan Rodríguez) debería aprender la
lección bohemia y preocuparse por definir un patrón de juego y empezar a rascar
en sus divisiones formativas. En un país lleno de hinchas de Peñarol, ¿no será
que los jóvenes carboneros con talento prueban suerte en otros equipos -incluso
en Nacional- porque saben que cuando tengan edad de Primera División tendrán 2
o 3 figuras recién arribadas que le frenarán la evolución?
¿Será que el campeonato obtenido por
Wanderers nos dejará mucho más que la imagen tercermundista de los jugadores
manipulando ese trofeo infame que perdió un asa y terminó girando cual Rock N'
Samba? ¿Será que Wanderers le está diciendo a los grandes que con el dinero que
se invierte en traer a Cruzado, Hurtado, Toledo y Curbelo (por solo mencionar a
los que terminan en "o") se podría hacer un esfuerzo por mantener un
mismo plantel y un cuerpo técnico durante dos o tres años?
Claro que, para ello, primero hay que tomar
decisiones, y a sustentarlas ni bien caigan dos o tres derrotas consecutivas.
Y las decisiones bien tomadas son las más
fáciles de sustentar.
[i] También comprendí que hay un sinfín de equipos en nuestro fútbol
profesional que no tienen razón de ser. Que parecen más la expresión egoísta de
un puñado de personas con berretines de grandeza que otra cosa, y que bien
harían en centrar su actividad deportiva en las diversas opciones que el fútbol
amateur nos ofrece. No mencionaremos a ninguno para no herir sensibilidades.
[ii] Wanderers también es, con diferencia, el equipo chico con mayor
cantidad de hinchas integrantes del jetset vernáculo.
[iii] Este último se coronó campeón al superar a grandes instituciones
como Peñarol, Peñarol del Plata, Rosarino Central, Roberto Chery, Roland Moor,
Uruguayo, Oriental Pocitos, Solferino, Charley, Bequelo, Sayago, Reformers, San
Carlos Taurino, Triumph Juniors, Treinta y Tres, Miguelete, Belvedere,
Firestone, Livingstone, Sportivo Aguada y Uruguay Forever. En total, 32
equipos. ¿Y critican al actual ejecutivo de la AUF por querer jugar un Uruguayo
de 20? ¡Dense un baño de dignidad, háganme el favor!
9 comentarios:
Eselente nota.
Una salvedad: un verdadero hincha bohemio no nombra al Sr. Enzo F.
¿Para tanto?
Es dificil trasladar la realidad de un equipo que si no gana durante 83 años nadie dice nada, a otro que si pierde los primeros 4 partidos de un campeonato tiene que empezar a "respaldar" a su DT mientras busca el sustituto.
Kesman diría: ni calvo ni con dos pelucas.
Con Eduardo nos une una amistad que trasciende las fronteras del deporte y siempre es un gusto compartir con él instancias que trasncurren por otros caminos que no son los del fútbol.
JP
como preparación para la Copa América 95, la selección de Núñez & Canzani jugó un amistoso en el Viera (creo que fue contra Lanús.
Recuerdo comentarle a un viejo bohemio "Qué momento, el enzo de vuelta a la cancha de Wanderer's".
Me miró con una cara como para comerme el hígado...
chanchA dadomo, no discrimines
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