Noticias para un hipocampo

¿Se le terminó la suerte al Pelu?

El equipo del querido Gerardo, otrora gran suertudo, no le gana a nadie. No solo eso, sino que juega un fútbol espantoso y sin liga. Todo esto nos lleva a preguntarnos qué le ha sucedido a ese viejo suertudo cuyos equipos ganaban a base de eventos paranormales. Ya sabemos que la suerte con el equipo paraguayo tampoco fue de las mejores. ¿Le habrá hecho algo el chiqui Arce o el José Luis de los guaraníes?

¿Un ejemplo a seguir?

Un hombre en el estado de Michigan, Estados Unidos, fue arrestado por negarse a parar de hablar en una reunión de una oficina pública. Al parecer, este muchacho llamado Mark Adams tenia disponibles 3 minutos para hablar. Pero se pasó del tiempo estipulado y no quiso frenarse. Como consecuencia la policía vino y lo metió preso. Esta es una idea bien piola para implementar en las distintas asambleas que se hacen en Uruguay. Usted habla más de tres minutos y estaremos forzados a mandarle a los coraceros.

¿Suerte o desgracia?

Un tal Ari Teman alquiló su apartamento en New York por un fin de semana. Los inquilinos tenian pinta de gente tranquila y por esa razón Ari se fue tranquilazo a sus viajecito. Pero cuando el muchacho volvió se encontró con la para nada grata sorpresa de que sus inquilinos habían organizado una gran orgia en su apartamento. Los avisos circularon por la red y ahora Ari es constantemente consultado por el cronograma de eventos en su apartamento.

No hay derecho

El Cristóforo que juega en Sevilla estaba saliendo de la silla. Estaba siendo titular y mostrándole al mundo que Uruguay también puede producir un cinco raspador que haga dos pases seguidos. Pero en el partido del domingo, luego de cumplir una gran labor, el ex mirasol se rompió los ligamentos cruzados de una de sus rodillas. Eso lo deja fuera de las canchas por al menos 6 meses. Desde este espacio le deseamos una pronta recuperación.

La ciudad de tus sueños

Como quien no quiere la cosa, unos tipos pusieron en un mapa una ciudad que no existía. La ciudad ficticia se llamó Agloe. Cuando los tipos que hicieron el mapa fueron demandados, estos respondieron a sus demandantes que de ninguna manera habían engañado a nadie, “vayan y miren que la ciudad está ahí”. Los tipos fueron y efectivamente se encontraron con una ciudad llamada Agloe. Pero luego la sacaron y ahora ya no hay nadie. ¿Usted no leyó esta historia pensando en el estadio de Peñarol?