SURGIMIENTO DE LA MOVIDA JOVEN EN LOS ´50
En-adentrándonos en la primera
mitad del siglo pasado nos vamos a encontrar con la gestación de un fenómeno
esencial en lo que fuera el surgir del Rock
& Roll. Nos referimos, nada más y nada menos, al nacimiento de la
cultura adolescente norteamericana.
UN ADOLESCENTE NORTEAMERICANO EN NORTEAMÉRICA
Se podría decir que no fue sino hasta entrados los años ´50 que la adolescencia comenzó a ser vista como esa etapa de la vida antecedida por la niñez y sucedida por la adultez. Que contaba en su haber con un sinfín de cuestiones inherentes a ella, que justamente hacía que los botijas gozaran de la suficiente madurez para no sentirse niños pero no tanto como para actuar como adultos.
Se podría decir que no fue sino hasta entrados los años ´50 que la adolescencia comenzó a ser vista como esa etapa de la vida antecedida por la niñez y sucedida por la adultez. Que contaba en su haber con un sinfín de cuestiones inherentes a ella, que justamente hacía que los botijas gozaran de la suficiente madurez para no sentirse niños pero no tanto como para actuar como adultos.
La falta de higiene, el buscar la
más mínima chance para auto tocarse, vestirse como verdaderos linyeras, la
falta de higiene, experimentar con estupefacientes varios, el buscar la más
mínima chance para auto tocarse, embriagarse, el buscar la más mínima chance
para auto tocarse, patear contenedores de basura, creerse inmortales, la falta
de higiene, no aceptar responsabilidades como estudiar y/o trabajar, la falta
de higiene y, claro está, desmarcarse culturalmente -para el caso léase
musicalmente- de los adultos, son solo algunas de las cuestiones tales que
englobaban y engloban el Ser teenager.
Además de la falta de higiene y el buscar la más mínima chance para auto
tocarse.
Previo a este entendimiento de lo
que era la adolescencia, se suponía que la transición era simplemente de la niñez a la adultez. La
gurisada iba al secundario, luego a la prepa y cuando pasaban a la universidad
se convertían mágicamente en adultos, así de sencillo.
¿Pero qué fue lo que hizo cambiar
esta forma de ver y de interpretar lo que pasaba con los hasta ahora
no-adolescentes? Simple: los padres comenzaron a poner más atención en sus
hijos. No es que antes no lo hicieran. No obstante, es bueno recordar que Estados
Unidos estaba en pleno período de post-guerra. En esta nueva realidad nos
encontramos con familias tratando de recomponer sus lazos, padres que retornan
luego de estar mucho tiempo fuera de sus hogares y la firme intención de volver
a retomar los causes normales de la familia americana tipo, poniendo principal
énfasis en hacer lo que ellos creían era mejor para sus hijos.
Entre tantas otras de las preocupaciones
experimentadas por los adultos, el atender las necesidades de estos jóvenes que
no eran las mismas que cuando eran niños, el interés y el cuidado emocional y
el brindarle mayores libertades, dieron como resultado que un montón de jóvenes
tuviesen su propia forma de vestir, su lenguaje característico y propio, sus
autos, sus propias ideas adolescentes de lo que era el amor, sus ingresos y lo
más importante, su propia música.
-No, Evil. En realidad lo más importante es que los adolescentes comenzaron
a tener su propio mercado de consumo en donde poder encontrar lo que
necesitaban o lo que se les hacía creer que necesitaban.
- Bueenoooo. Si, Am I. Tenés razón, pero de momento quedémonos con la
música que es una idea mucho más romántica y tiene más que ver con la columna.
DECLARADO EN REBELDÍA
El mercado emergente, el de los
adolescentes, trajo aparejado una nueva segmentación del público objetivo dentro
de la música. Ya no era música para negros, música para blancos pobres y el
gran mercado de la música para blancos de clase media de las zonas urbanas, sino
que se agregó una nueva categoría dentro del mainstream pop. Dicha categoría
apuntaría a los adolescentes con ínfulas de rebeldía, desmarcándose claramente de
la música que escuchaban los adultos.
Pero también trajo consigo la
construcción de una idea o creencia, por parte de los adultos, del surgir de
una cultura adolescente vinculada al Rock
& Roll y a la delincuencia juvenil. Varios pueden ser los motivos del levantamiento
de esta idea que nexaba a los jóvenes con el R&R y la delincuencia, pero desde acá y de forma arbitraria,
nos enfocaremos en uno en particular: el cine. ¡Sí Fagalde, el cine!
El asunto es que a mediados de los años ´50 comenzaron a aparecer
películas que trataban temáticas adolescentes o en donde sus personajes
principales eran jóvenes conflictuados. Siendo el enfoque que se le daba a la
juventud demasiado negativo con la misma, dejando no del todo bien parados a
quienes atravesaban por tan maravillosa y despreocupada etapa de la visa.
Tal es el caso de tres cláxicos de la época como lo fueron:
“The Wild One”, película de 1953 protagonizada por Marlon Brando,
en donde él es un motoquero ahí, que anda bien de vivo pero en un momento se
enamora de una chica y entonces quiere cambiar su vida y bla, bla, bla...y en
un momento viene uno y le pegunta contra qué era que él se revelaba y el Marlon
le responde “no lo sé, ¿algún problema putito?”.
“Rebel Without A Cause”, película de 1955, que protagonizó James
Dean, en dónde sin motivo alguno aparente el James también andaba bien de vivo
acarreándole un sinfín de problemas a sus padres, metiendo lio en el colegio,
etc.
“Blackboard Junge”, película de 1955, protagonizada por Glenn Ford.
Trata sobre un colegio en donde hay unos chicos que se pelean entre si y el profesor de música
trata de unirlos a través de la misma (la música), etc.
¡Qué fácil que es reseñar y tener una columna de cine, la puta que lo
parió!
SI A LA BAJA
Todos estos equívocos retratos de
lo que supuestamente era ser un joven por aquellos tiempos, fueron de a poco
haciendo carne en la sociedad norteamericana, desde dónde en variadas
oportunidades se le endilgaron responsabilidades al R&R, inclusive cuando éste no tenía nada que ver. Como por
ejemplo en estas tres películas, en las que no aparece una sola pieza musical
con tintes de rock sino hasta que se
comienzan a suceder los créditos de “Blackboard
Junge”, donde suena “Rock Around The
Clock”, lo que, sin embargo, les bastó a los adultos para linkear rock con problemas para sus hijos y con delincuencia juvenil.
No obstante, es necesario
aclarar, que la gurisada también colaboró en cierta medida con la creación de
esta imagen, puesto que cuando al final de una película sonaba una canción como
“Rock Around The Clock”, se
levantaban de sus butacas totalmente enardecidos -vaya a saber uno si producto
de la ingesta desmedida de refresco cola, de las hormonas alteradas, de la estupidez
propia del joven o una combinación de todas ellas- y daban vuelta el lugar reforzando
absolutamente todos los prejuicios que los adultos tenían acerca del R&R.
10 comentarios:
Creí leerte la semana pasada donde había que interpretar letras del tipo "Rock around the clock" como "Pim pam pum en el catre 'e lona" y no queres que el guachaje salga cono loco ?
La columna preciosa como siempre
No tiene nada que ver y ando medio dormido, poero me encantan los libros de stephen king ambientados en esas epocas.
Capaz que no quedó claro que el teenager de ayer y hoy se caracteriza por la falta de higiene y una leve tendencia a prácticar el onanismo cada vez que pueda.
Es petacular la colurna.
Que sabrán ustedes de la vida en la década de los 50! Lindo haberlo vivido pa poderlo contar!
Qué análi de lojestadojunido pos guerra, la puta que vale la pena estar vivo.
El buscar la más mínima chance para auto tocarse nunca fue exclusivo de la adolescencia.
Puto.
Igual esta columna es lo mejor que me pasó en la vida. Lejos.
Faga, volvé! Te perdonamos.
Porotrapartemente tras la dura derrota con el aurinegro de Fossati, el Arsenal de Sarandí se cae a pedazos y a los 60 min de juego pierde 4-0 con el humilde Chelsea del pepe Mourito
Serían ahora media docena a falta de 15 minutos.
uy qe piola
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