Él era un otorrinolaringólogo
exitoso. Ella, una mecánica tornera sin escrúpulos. Él nació en un barrio pobre
de una gran ciudad. Ella vino al mundo en una cuna dorada de una familia rica
del interior del país. El padre de él fue talabartero especializado en pieles
de zorrino. El padre de ella vendía ganado a los frigoríficos más importantes
del litoral. Sus respectivas madres se dedicaron a tareas del hogar, víctimas
de la opresión de género que caracterizo al país por tanto tiempo. Estamos
hablando de mujeres que no podían sacarle punta a un lápiz sin que alguien les
dijera un improperio.
La vida los acercó un día de esos
bien inesperados. Ambos fueron a comprar unos filetes de merluza para hacer la
cena. Él comía merluza porque no quería saber nada con las carnes rojas. El pez
sufre solo por la boca, pensaba, y como hoy en día se pescan con redes, es
razonable que el pescado no sufre al ser capturado. A la vaca en cambio si se
la hace sufrir. No hay tecnología que suplante el marronazo. Se suplanta al
marronero, no así al marronazo. Ya sea maquina o cristiano, siempre se le da
garrote a la pobre vaca. Ella en cambio comía pescado porque le daba placer.
Ese sabor salado con olor a mar, esa carne blanca con pinta a pollo marino.
Porque en definitiva la merluza es un pollo marino. “No un pollo marinado que
lleva pan rallado”, se decía a si misma mientras festejaba su jocosidad. El día
que los juntó por primera y última vez, fue en la cola de una pescadería. Ella pidió
los últimos filetes de merluza que quedaban en el freezer. Él, indignado, le dijo:
“Señorita, ¿no me dejaría llevarme al menos un filete? es que yo solo como
pescado”. Sonrisa mediante, ella le respondió: “así que solo pescado. ¿Eso
significa que nunca te animarías a probar un caballo como yo? Él le replicó con
un poco de sorna: “No sé si caballo, pero si no me dejas al menos un filete,
voy a darme cuenta de que sos una yegua de antología”.
Ella se sintió ofendida y no le
respondió. El dueño de la pescadería guardó silencio. Pero él miró desafiante y
gritó con la fuerza que solo un otorrinolaringólogo puede sacar: “!Dame un
filete de merluza que no ves que solo como pescado!”. Ella asintió con la
cabeza y esperó un minuto para pagar y levantar su pedido. A la salida, pasó por
detrás del otorrinolaringólogo y no pudo evitar golpear con una fuerza
inusitada el aparato genital del médico. El alarido se escucho simultáneamente en
Corrales y en Tranqueras. El tipo cayó temblando sobre sus costillas, pesado
como un mundo. Cayó con estrepito de bruces sobre el piso de la pescadería como
un pesado pingajo. Se sintió incomprensible, absurdo, plañidero y tonto. En
menos de cinco segundos comenzó a convulsionar al ritmo de infartos cardiacos
y cerebrales. Murió antes que alguien pudiera asistirlo. Ella nunca se arrepintió.
Nadie la culpó porque nadie contó el hecho al mundo. Los forenses determinaron
que el otorrinolaringólogo murió por su falta de vitamina A, ácidos grasos omega
3 y de vitamina B12. “Este botija era una anemia megaloblástica con patas” dijo
el forense a la prensa interesada en el suceso. Hoy,
ella es señora de tal y en el este veranea. No imagina el que la vea, que es
flor de mecánica tornera.
¿Quiere ver una película similar a
esa historia? Bueno, siga el enlace a ver si tiene suerte.
La verdad es que nunca vi una película
similar, pero la recomendación que tengo para hoy es tan demente como esa
historia. Se llama “Rubber” y es una producción francesa de 2010. Básicamente,
Rubber cuenta la historia de un neumático asesino que sale por el desierto de California
a aniquilar gente. Muy recomendable.
31 comentarios:
Un neumático asesino que sale por el desierto de California a aniquilar gente??!! Suena interesante,lo digo en serio.
tirame la goma,dijo Henry Surtees
me gustó más la historia de cristian que lo de la peli
Recién terminé de ver "Searching for Sugar Man". Gran, gran documental. Habrá reseña del mismo próximamente.
Creo que la mismísima Vesubio la había recomendado en uno de sus comentarios.
Para ser honesto, era esa historia pedorra o nada, porque no se me ocurrió la forma de contar lo que pasa en la película de la rueda. Es muy bizarra, pero vale la pena.
la Cristian,es más,comenté algo al respecto en face
qué putismo!!
teclado del orto!!!
quise decir que la VI
Sergio Goicochea es la cosa más espantosa que se vio en la TV?
¿alguien lo está viendo? ¿alguien vio la especie de standup que hizo al inicio?
No entiendo.
reyes estan hablando de vos en el juego del millon y van a perder por no comprar el libro. Menos mal que yo lo compre!
pusieron que lo escribió benedetti... marcharon.
Cristian, cras de los cras
'además está escrito como en joda' dice el piñe.
un viejo divino el de Searching for sugarman.
"No lo leí, pero lo estuve ojeando".
Si tuviera un dólar por cada mensaje que me llegó para avisarme de lo del Piñe, no tendría que estar organizando pencas para llegar a fin de mes.
llegaste, loco.
El hijo de Olesk.......perdon....de su otro padrastro....no le pedirá un porcentaje por haberlo nombrado??
¿tenemos grabación?
Ojalá me hubese tocado a mi esa pregunta. Hubiese susurrado al oido de mi colega cosas como "ese libro solo puede ser del drogadicto de Reyes"
El flaco dijo algo así como "si no fue Benedetti me suena que fue Galeano".
Andaba clarito.
¿pero cual fue la pregu8nta? No fue "autor del propio fúbtol uruguayo?" no?
esa misma, edin. las opciones eran Etchandy, Reyes o Benedetti.
Solo eso 2, y Arruabarrena suponen que era Benedetti
O sea, usaron la noción de "el propio" y optaron por el Sr. Mario. ¿en serio?
O sea, entiendo que no fueran por Andres Reyes, pero ¿mario benedetti?
ahora sí lo leí. soñado, cristian.
No será de los mismos creadores de https://www.youtube.com/watch?v=9VDvgL58h_Y
Nadie más soñó con llegar a la última pregunta y que te pregunten eso? Me quería cortar las bolas anoche...
Ta linda pa verla en el cine Deta. 9hs...
Cristian, no te conozco, pero creo que me enamoré.
WO, hoy no me esperes..
Cristian, no te conozco, pero creo que me enamoré.
WO, hoy no me esperes..
COMILÓN!!
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