Entre gusanos locos y andates tabordas

Ingresan los planchas violetas al verde césped del Franzini. El niño de abajo a la izquierda parece ser Avdolovito. Destaca la bandera palermitana puesta al revés, reclamando por la mala venta de Luis Chabat en el 93.

¡Qué estampa de crá!

Los palermitanos saludan a su hinchada, que en buen número se dio cita. ¿Es que acaso el 64 no es un buen número?

Minuto de silencio: Laxalt aprovecha para asolearse los párpados.

Chupen butaquistas del Parque Central: en el Franzini todavía uno puede ir de un arco al otro, dependiendo del sorteo de vallas. Por eso no funcionó la venta de butacas en el estadio violeta: se vendieron cuatro.

Teníamos fotos de Díaz puteando al línea, pero por respeto decidimos no compartirlas.

El 26 le pide la globa al Nacho, que preferirá ignorarlo, como cuando en el fútbol 5 se desmarca el gordito patadura y vos hacés como que no lo ves y te jugás la personal. Si alguien sabe a qué se refiere ese certificado FCR, que avise. Debe ser que si el botija se te cae entre las gradas prefabricadas, te pagan los tiques de medicamento.

Mientras el novel entrenador palermitano atiende el devenir del match, el kinesiólogo aprovecha para tomarse una bamboocha.

Ignoramos cómo hizo el peludo ése para saltar tan alto. ¡Botija! ¡No te recuestes en el palo que lo estás torciendo!

Alguien que patea, y gol. ¿O no? No, parece que no. La pelota besó las mallas del lado de afuera.

Tras su fugaz pasaje por el cuerpo técnico albo, Cacho volvió a su primer amor: la venta de churros. Solo que esta vez equivocó la indumentaria.

En una muestra más de su apuesta a la diversidad, Defensor da ingreso a un futbolista con una sola pierna. ¡Ejemplo!

Otra instantánea del entrenador Marcelo Filippini y su ayudante símil Cono Caminatti.

Lo mejor del estadio: su humilde aunque efectivo tablero indicador. El mejor del Uruguay, pues llega a los 45 y sigue corriendo. Lo que hubieran dado los parciales albos por tener uno el domingo, y así poder putear a Falce con fundamentos.

Los agentes juegan a una variante del clásico "piedra, papel o tijera", denominada "palo, esposas, o picana". El que pierde, le irá a decir a Taborda que se porte bien. Destaca la fina terminación de la pintura del muro.

José Gervasio Artigas patea. El arquero Campaña, a ver el remate del prócer, se cae literalmente de culo. No en vano Artigas siempre tuvo gran apoyo en campaña (cuac). La pelota ingresa al arco...

... desatando la algarabía visitante. Podemos encontrar desde un oriundo de Boston que salió corriendo cuando la mano se puso espesa, hasta un tipo que festeja de espaldas enseñando sus nalgas en señal de desaprobación a la gestión del presidente, cuyo nombre ignoro.

El vendedor de Coca no quiere ni escuchar, mientras el línea se anota el teléfono de la morocha de calzas rojas. Ésta se huele las axilas, a fin de cersiosarse si necesitará o no de una enjuagada antes de irse a revolcar con el citado asistente. (Nota: señora esposa del línea, señor novio de la de calzas: ¡esto es mera ficción!)

Nico Olivera se junta con Risso por primera vez en el match. Nachito: si jugás ante Peñarol, te aconsejamos emplear otros botines. Pues podrían putearte.

Éstos están para hacer un comercial "antes y después" de Stetic Center o Suomi. ¡Hola, verano!

La gente se solidariza con el lateral boquense, luego de la humillación a la que fuera sometido por parte del arquero sorete Orión.

¿Quién dijo que en las canchas chicas no se fela? Nico Olivera le emprende con la asistencia de un volante centralófilo.

En el capítulo de hoy: "cómo arruinar una camiseta". A propósito, ¿yo estoy loco o antes la camiseta tenía rayitas azules también? ¿O serían los fantasmas de la tele cuando veía el polideportivo?

Ronald y la clásica "punteadita al colegiado de turno".

La temperatura comenzaba a subir. Un suplente palermitano no puede soportar la tensión, y aprovecha para emular a Onán. El de negro mira para otro lado, temiendo lo peor.

¿Y esto? ¿No podía esperar a que terminara el partido para darle a la raspadita instantánea, señor referí?

Qué feo se pone cuando uno queda sentado en el área chica con la pelota ahí cerquita. Afortunadamente para los intereses violetas, los ágiles tricolores olvidaron la única verdad irrefutable del fútbol: el gol.

Famosos en el Franzini#1: el popular Guillote Delgado, jefe de la Oficina Territorial del MIDES en Colonia.

Famosos en el Franzini#3: el periodista Nacho, ex cronista de TPLMP (se fue sin avisar y eso no se perdona). Delante de él, un ecuaclón de Martín Lasarte, Luis Artime y Don Francisco.

Pero mirá que paqueta forma de cruzarse de piernas para ver a Central. Por otra parte, destaca una bandera de las seguidoras del cerrense Pellejero, de recordado paso por el Club Nacional de Football.

Cuando no se veía el empate por ningún lado, el juvenil de nombre amaracado frota la lámpara, engancha un par de veces y define a la izquierda del portero, ante la atenta mirada del Venado Rentería, lo más parecido a un security de Azabache que hemos visto dentro de una cancha de fútbol.

Risso se escapa, pero De León va a sus pies y desbarata lo que bien pudo haber sido el segundo gol fusionado. ¡Los carteles de la estática están hechos mierda!

Mientras el 4 palermitano huele la entrepierna de Risso, el árbitro se traba, desatando los vítores de las féminas.

Sale Risso, que se hace besar la mano por Taborda. ¡Qué curioso! El espigado ariete no había ingresado al campo, que ya le comenzaban a llover los insultos (si Defensor tuviera un hincha por cada insulto que recibió Taborda por jugar o Tabaré por haberlo puesto, Defensor tendría... muchos hinchas). Debe extrañar jugar en Nacional, club del que todavía es socio por débito automático.

Otra curiosa escena: el centrodelantero palermitano toma el falo referil para levantarse, mientras un compañero le apoya el balón en su espalda. Exijo una explicación.

Ésta sí que no fue gol de pedo. Cuesta identificar al balón: es esa cosa difusa, encima de la cabeza del portero, que se tira para la fotografía. En otro orden de cosas, ¿quién es el de la bandera? Suponemos que el Nico, aunque también podría ser Martín Silva, o hasta Jorgeao. Alguien que nos desasne.

El temperamental Venado Rentería, venezolano Caprilista él, le mete el peso a un defensa rival. Nos gusta su impronta símil Morro García vitaminizado. ¡Con una sola de sus piernas haríamos media docenas de Nachos Rissos!

Pero mirá el gol que erró este cristiano. Solito estaba, y la tiró a la mismísima mierda. De haber entrado, River sería el único puntero del certamen, y a Taborda le hubieran echado la culpa, naturalmente.

El comunicador Avdolov se muestra totalmente resignado, al extremo de que deja a su hijo librado a la buena de Dios. Mientras, el niño rubio es asistido por su padre a la hora de orinar contra el muro, que exhibe el rastro de viejos orines.

Hasta que el Venado tomó una pelota al borde del área chica, dejando sin asunto al portero palermitano. Aquí vemos su emocionado festejo (?) ¡Injusticia con el trámite del partido! Es posible, pero...

... poco le importa a Avdolov, que toma al botija y a punto está de arrojarlo al campo de la emoción. El gurí se tapa los oídos, lo que podría llegar a demostrarnos que es hincha de Peñarol. ¡Dios no lo permita!

Termina el partido y los barras violetas muestran los bombos, desafiando a Bonomi. "Algo debe querer decir eso de levantar los bombos en el código del barrabrava", pensamos. Así que fuimos y abordamos a uno de los jovenzuelos. La respuesta fue "no sé, cuando vino Boca a jugar con Nacional, los de la 12 hacían eso, así que si lo hacen ellos, debe ser algo bueno, y decidimos copiarlo", sentenció. Para reflexionar.