El partido de la bandera gigante

¿Me cree si le digo que el botija que está bien a la derecha con la mano levantada es el propio Ce?

¿Ya está harto de ver la banderita? Bueno, acá va otra foto. Me dirá: "¡pero esa foto es del segundo tiempo!" ¡Y a mí que me chupa! Queríamos subir una foto machaza que saqué pero es tan grande que no me deja.

Mientras los árbitros peñarolenses discuten vaya a saber uno de qué, Bava se reencuentra con su amigo "Cortito" Corona.

La popular parcialidad roja. Notar que la Libertadores es su obsesión. Seguirán obsesionados un rato más. Destaca la presencia del propio Lucifer.

"Estoy haciendo un curso de sombras chinas. El lobo se hace así", dice el zorrito bondadoso.

¡Qué gran gesto del colegiado de turno! Toma su insecticida y elimina los últimos vestigios de lagarta.

Arranca el match, gran pase de un mexicano para Bueno, que elude al arquero Talavera (aquel de la canción: "Juan Talavera... guajira, Juan Talavera...") y marca la apertura. Destaca la largura del palito de la "d" en el escudo tricoparquense.

Como en el campito: al arquero le hacen algo que no le gusta, así que agarra la pelota y se va para su casa...

... hasta que la devuelve. ¡Para qué! Gol de Damonte, que no anotaba desde su pasaje por Estudiantes de la Plata.

En el medio del match, los jugadores se dan cuenta de que es el cumpleaños del Pichón. Mientras Damonte le tira unos mangos al fotógrafo Manguito para que le saque una instantánea el cumpleañero, Alonso realiza la clásica tirada de orejas. Y...

... hasta el árbitro se suma, regalándole un balón. El Pichón, que pide selección y no le dan, agradecido.

Los futbolistas albos le reclamen al línea: "la concha tuya, encima te vestís de Peñarol" le dice el Hueso. "Callate, que más manya que vos no hay nadie, contesta el asistente".

"No te metás con el Huesito, puto" tiró Damonte, que no se come ninguna. "Sí, a vos, te van a tener que extirpar el banderín de las nalgas", acotó. ¡Frenen la violencia, por el amor de Dios!

Hasta que intercede el árbitro central: "hacemo' así. Él les cobra un penal inexistente, y quedan a mano". Damonte está de acuerdo, pero Alonso no puede más de la presión. El once mexicano le garronea una camiseta, al tiempo que el canadiense Ben Johnson (devenido en alcanzapelotas) busca falopa.

Dos potencias se saludan I: mientras el Pillo Larrea gesticula ante unos parciales que lo insultaban, el relator Moreira pone cara de circunstancia.

Dos potencias se saludan II: la satisfacción de Diego Franco ante la presencia de su ídolo máximo, el estratega Eduardo.

Un mexicano le hace cosquillas al Pichón, que estaba en el piso, sin molestar a nadie, intentando expeler una ventosidad.

Mucha trompeta, mucho bombo, mucho redoblante, mucho platillo... ¿qué será lo próximo? ¿Un fagot?

Mientras Jopito le cuenta sus secretos capilares al colegiado, Damonte aprovecha para bailar rocanrol con un ágil rival.

El clásico beso seco azteca, una legendaria tradición en aquellas tierras.

Efraín -dos minutos después de cobrado- entiende que el árbitro cobró penal (cumpliendo el pacto del entretiempo, a instancias del línea). El afrodescendiente festeja. ¡Viva Colombia!

"¿Pero qué querés, que no lo cobre? Penalún fue" le comenta a Talavera.

En el mismo arco donde semanas atrás había defeccionado, Jopito vuelve a tener un penal en sus pies. Pero esta vez...

... le pega fuerte como la gran puta. Gol. Sacala. ¡Nacional nomá!

Todo hacía indicar que, aprovechando los espacios, Cacho pondría a Recoba para sacar aún más diferencias en el score. Nótese que el Chino algo se hizo en el pelo, parece estar menos calvo que otrora. ¿O será la luz? Pero lo cierto...

 

... Recoba terminó jugando de lateral izquierdo, a lo Cavani. ¡Qué dislate!

"Uyyyy, mejor no doy descuentos, que se me hace tarde para ver la Reina de la Chatarra", piensa el réferi. Alonso comienza a sentirse mareado y pide el cambio, mientras el Colo Romero pide a grito pelado "por favor, a aguantar, que nos claven el descuento que nos cagamos".

¡Cuánto amor en el gesto de Alonso! Se ve que tan mareado no estaba, porque flor de chupón le pegó al Cacique.

Sobre el final, rush por izquierda de Cacique, centro atrás, Recoba que la quiere parar pero se tro(m)pieza, y el balón que le queda para un Bueno que se la toca contra el palo a Juancito Talavera. Cuatro a cero final.

Pichón le comenta a Damonte: "che, Israel... mirá las canilleras manyas que se puso este sorete. ¿Se la damo?" Mientras, Bueno aprovecha para sacarse una foto con su padre Petru.

"Jefe, cuando quiera arrancamos. Tranquilo, no hay apuro".