Un poeta de otro Mundo

En Octubre de 1990 vi en vivo, por única vez, a Ruben Blades.

Llamativamente, no fue en Uruguay, teniendo en cuenta la cantidad de veces que ha venido el panameño a nuestro país.

Fue en el recital de Amnistía Internacional en Santiago de Chile.

En la lista, además de Blades, estaban:  Sting (que días antes tocó en el Centenario, la noche en que Banana  Pueyrredón dijo “no se vayan que ya viene Sting”), Sinéad O´Connor, Peter Gabriel con Inti Illimani, Jackson Browne y Luz Casal, entre otros.

Al genio que armó la grilla, no se le ocurrió mejor idea que poner al autor de Pedro Navaja, inmediatamente antes de los New Kids On The Block, el grupo pop del momento. No me olvido más el griterío, el abucheo y la silbatina ensordecedores de miles de adolescentes y pre adolescentes, que estaban desesperadas por ver a los niños lindos de Boston.

Así debió tocar Blades, durante buena parte de su show. Fue tan lamentable el episodio, que los organizadores decidieron que el salsero volviera a actuar en la segunda jornada, donde estarían Sinéad 

O´Connor, Sting y Peter Gabriel, entre otros, lo que aseguraba, entre otras cosas, un público bien distinto.

El show del sábado fue impresionante.

Pedro Navaja, en vivo en el Estadio Nacional de Santiago

Por aquellos años, Blades tocaba con Seis del Solar, banda que luego cambiaría su nombre por Son del Solar y con la que ya había grabado “Buscando América” y “Agua de Luna”-el disco inspirado en el libro de cuentos Ojos de Perro Azul, de García Márquez- entre otros.

En el 94, fue candidato a la presidencia de Panamá, saliendo tercero, entre más de diez opciones. 
Le fue bastante mejor que a Aldo Lamorte. Más tarde, en el 2004, fue nombrado Ministro de Turismo por Martín Torrijos, el presidente al que él había apoyado en su campaña electoral.

En 1996, Blades, que ya no tocaba con Son del Solar, grabó La Rosa de los Vientos, un disco que se apartaba, en lo estético, de sus discos anteriores, netamente salseros.

Ahí grabó música panameña y regional, e incluyó una versión de Amándote, de Jaime Roos, con la participación del gran Hugo Fattoruso.

Amándote

Los discos siguientes son, sin duda, los dos mejores discos de su prolífica carrera.
Si las letras de Blades de sus discos anteriores, habían hecho que lo llamaran "El poeta de la salsa", en Tiempos y Mundo, es donde despliega toda su capacidad letrística y compositiva.
“Tiempos”, de 1999, marca la primera reunión de Blades con el ensemble costarricense Editus, un trío coostarricense, de guitarra, violín y percusión, que le dio a la música del panameño un sonido más jazzero y clásico, que el que había presentado en sus discos anteriores.
En el 2000, Blades y Editus, recibieron un Grammy a la "Mejor interpretación de pop latrino" por el tema que da nombre al disco.

Tiempos

La vida es una huella de triunfos y fracasos,

formada por pedazos de amor y de dolor.

El tiempo es un rosario,

sus cuentas los recuerdos,

jardín del sentimiento

de lo que se vivió

Pero me voy a detener en el que,  para mí, es sí, su mejor disco: Mundo.

Nuevamente con Editus, pero aquí acompañado de músicos de diversos estilos,  Blades presenta un disco en el que incluye músicas, instrumentos, sonidos e intérpretes de todo el mundo.

Allí aparecen un coro cordobés, uno brasilero, gaitas, y hasta una cantante eslovaca, su esposa, interpretando un clásico irlandés.

 Luba Mason,  interpretando Danny Boy, un tema usado como himno, por equipos deportivos de irlanda del Norte. Además de su increíble voz, se destaca el maravilloso trabajo de Editus.

Jiri Son Bali: tremendo cha-cha-cha, interpretado por Ruben Blades y el coro argentino De Boca en Boca. Juro que cuando escuché este tema por primera vez, me pasó lo que al amigo de Blades, creí estar escuchando a Zap Mama. Nunca imaginé que fueran argentinas y blancas!

Jiri son Bali

  

"Admiro a la belleza, pero en voz baja:

El grito no impresiona a la Eternidad.

Las flores más bonitas son las del desierto,

Pues pintan de colores su soledad."

Si bien en este disco, apela como dije, a músicos e instrumentos de distintas partes del mundo, muchos de ellos impensados dentro de la salsa, como la gaita, Blades no abandona su esencia

Primogenio.

 En el tema “Estampa”, es donde aparece, tal vez, el estilo que más conocemos de su obra y que al menos a mí, me trae reminiscencias de su “Buscando América”.  Y a usted?

Estampa

Una de las mejores letras del disco: la de Bochinches, canción en la que Blades canta con un notorio toque flamenco, y en la que se luce el gran MarC Quiñones en percusión.

Bochinches

"Mi madre no descansó y trabajó hasta preñada,
Por eso, donde ella fuera yo adentro la acompañaba.
Y mi abuelita decía así nos salió la baraja!
En la casa de los pobres hasta el feto trabaja!"

Poco tiempo antes de morir, Mercedes Sosa grabó un disco doble,” Cantora”,  en el que cantaba junto a muchos intérpretes, entre los que estaban Spinetta, Aznar, Charly, rada y Dieego Torres, entre otros. En ese disco, junto a Vicentico, grabaron Parao, un tema de Ruben Blades, que había grabado para Mundo.

Parao

"Ahí te dejo mi sonrisa y todo lo que me han quitao. 
Lo que perdí no he llorao, si yo he vivido sobrao, 
Dando gracias por las cosas 
Que en la ruta me he encontrao. 
Sumo y resto en carne propia, 
De mi conciencia abrazao. 
Parao! aunque me haya equivocao,!

Y para el final, la mejor canción, por destrozo: Sebastián. Una historia de amor preciosa, soñada.

Sebastián

"Sebastian" tenía una novia imaginaria, 
Y con ella discutía sin cesar. 
Se ataba al cuello una capa hecha de trapos 
Y corriendo por las calles lo escuchábamos gritar: 
"Sebastian, si me quieres conquistar, 
Sólo las estrellas bastarán"