viernes, 23 de diciembre de 2016

Salada la canchita: Stanleys bien abiertos

Eran años donde el cine industrial -no el que hacían unos tipos empeñándose hasta las patas, con casi nulas posibilidades de que lo vieran algo más que los amigos, sino el que se estrena en salas y todo- intentó su última y desesperada jugada para combatir a ese monstruo (la televisión) que amenazaba devorarlo totalmente: el estrenar películas "adultas", que se opusieran al espectáculo "familiar" de su enemiga.

Hasta ese 1968, la ciencia ficción en cine consistía en muy poco más que invasiones de marcianos con pésimos (o mejor dicho, baratísimos) efectos especiales. Cine clase B sin ninguna pretensión artística, ni nada que se le parezca.

De repente aparecía esta insólita reflexión sobre el origen de la especie humana -quizás civilizada paradójicamente al enseñársele el uso de las armas- que parecía haber llegado a su límite al inventar máquinas mucho más sofisticadas que un hueso contundente que, incluso, llegarían a intentar exterminarlo. 

2001
En un cine aún relativamente estático -¿cómo reaccionarían los espectadores de hace 50 años ante una película actual con un cambio de toma cada cinco segundos y movimientos de cámara vertiginosos?- "2001, odisea del espacio" proponía una reflexión cercana a los niveles de hondura que había alcanzado la literatura del género hace tiempo. Pero con una deslumbrante ejecución audiovisual, que incluía una cantidad de diálogos mínimos, efectos especiales muy novedosos y una constante utilización del "asombro" en términos cinematográficos. Aprovechando muy bien la inmensidad de su tema, Kubrick hizo enormes elipsis y llamativos cambios de tono que hacen que quien no conozca el film, difícilmente pueda adivinar qué es lo que va a venir después.

Se ha hablado largamente del estilo kubrickiano. La primera característica que se
resalta es su pretendida frialdad. El amigo Stanley era un escéptico del futuro del hombre y, seguramente, un horrorizado de los niveles de violencia y crueldad de los que era capaz de llegar. A partir de "Espartaco", todos sus películas -con la excepción de "Lolita", un encargo bien realizado- insisten en el tema, desde diferentes ángulos.

Un buen ejemplo de cómo muestra Kubrick esa violencia es la siguiente escena de batalla de "Barry Lyndon". Los soldados marchan ordenadamente y van cayendo al azar ante el fuego enemigo, sin que nadie permita que ese orden se rompa, poniendo el deber por sobre la vida humana.  

   
La escena nos permite también ver los dos tipos principales de tomas de su estilo: las más conocidas, perfectamente simétricas, ordenadas y centradas y otras con cámara en mano, con su objeto en primer plano ocupando buena parte del encuadre y evitando la monotonía visual.

Espartaco
Como debería ser sabido, la posición de cámara nunca es inocente. Al preferir un ángulo "objetivo", Kubrick pretende mostrarnos la realidad tal cual es o tal cual él cree que es. Difícilmente enfatice con acercamientos o movimientos de cámara los momentos más violentos de sus películas. 

Dueño de una gran imaginación visual y de un desprejuiciado uso del color, también dio gran importancia a la música que introdujo en sus películas. La elección de la banda sonora de "2001" (la altisonante "Así habló Zaratrusta" de Strauss, la "micropolifonía" de Ligeti) es sólo el más recordado de sus aciertos en el rubro. 

El resplandor
Fanático de la tecnología y esmerado aficionado a todas las novedades -lo que en el caso de él quería decir que era suscriptor de decenas de revistas especializadas- muchas veces aplicó ese estar al día, tanto en la exactitud con que recreó el interior de un avión militar en "Doctor Insólito" como en el pionero uso de la steadycam en "El resplandor" (cuando el niño anda por los pasillos en carrito) o en la utilización de una película especial realizada para la NASA para las escenas a la luz de las velas en "Barry Lyndon".

¿Qué hubiera podido hacer el loco Stanley con las CGI actuales?. Capaz que su carísimo proyecto de "Napoleón", donde quería revisar minuciosamente -como todo lo de él- las batallas libradas por el petizo corso.

Escena del pasillo en "El resplandor" 

Y.E.T.P.A.P.
+ ZSA ZSA GABOR - Más conocida por sus matrimonios y su vida partuzera que por su actividad artística, la húngara Sári Gabor (Zsa Zsa es un buen nombre para mosquito o para lateral izquierdo brasilero, pero parece que es un apodo común en aquel país) tuvo papeles secundarios en "Sed de mal" de Orson Welles y en "Moulin Rouge", la biografía de Tolouse Lautrec realizada por John Huston. Tuvo la friolera de nueve matrimonios -no como sus dos hermanas, que también estaban muy fuertes y bien que lo usufructuaron, que apenas se casaron cinco veces cada una. No ganaba para vestidos la madre- y unos cuantos romances (por no decir lo que estoy pensando) siempre con famosos y/o millonarios. El actor George Sanders fue uno de los nueve pero también se casó con la mayor, Magda, lo que no habla muy bien de él.

+ MICHÉLE MORGAN - Se consagró muy jovencita (y muy bonita) en "El muelle de las brumas" (1938), obra maestra del "realismo poético" francés de antes de la Segunda Guerra. Intentó triunfar en Hollywood -fue una de tantas que quisieron hacer pasar como una nueva Greta Garbo- pero volvería al éxito con la excelente "Sinfonía pastoral" (1946)  y con la inglesa "El ídolo caído" (1948) de Carol Reed sobre Graham Greene. Posteriormente, definitivamente afincada en su país natal, sería Josefina para el "Napoleón" del inclasificable Sacha Guitry y María Antonieta en la película homónima de 1956. Seguiría trabajando pasado los cuarenta pero no volvería a pegarla comercialmente, por lo menos acá en el extranjero. Hay una actriz canadiense con el mismo nombre pero con dos L y sin tilde. Mirá vos.
 
  

5 comentarios:

mike yanagita dijo...

Cuando salió Perros de la calle los críticos encontraron un antecedente en The Killings, una película que no integra ninguna lista de Obras Maestras de Kubrick y que nadie había visto o se acordaba.
Recuerdo haberla visto y que me había gustado muchísimo, fue la primera vez que este hombre me transmitía alguna emoción cinematográfica. Hasta ese momento sus películas me parecían una bella fotografía con algo de movimiento. Tan errado no estaba, fotógrafo era en definitiva...

Me faltan ver la primera y Paths of Glory que dicen que es su mejor película. Habrá que ver...

Ah! y The killings y Perros de la Calle no hacen ni cinco minutos de La Jungla de Asfalto, faltaba más...

Feliz Navidad para todos y todas y nunca dejen de soñar.

mike yanagita dijo...

Agrego una más para el obituario.
Theresa Saldana (sin parentesco con el Chango, parece)
Arrancó en la maravillosa I Wanna Hold Your Hand, debut de Robert Zemeckis y fue la mujer de la bestia de Joe Pesci en el Toro Salvaje.
Integró el club de las acosadas por los fans, como Jodete Foster.

Linda botija, luego desapareció de la escena.

Alvaro Fagalde dijo...

Segun IMDB, Theresa murió en Junio. No me enteré.

"La patrulla infernal" está realmente muy buena.

mike yanagita dijo...

En junio, si... 61 años.
Llegamos a tiempo, como la absolución de Raulito. Ahora sí: Sendic 2019!!!!

Una última sobre Kubrick: su Obra Cumbre póstuma podría integrar un ciclo llamado "Pajeros Cool" junto a Nueve Semanas y media y las 50 sombras de Dorian Grey, o algo así. Y,por supuesto, se proyectaría solo en cines de shopings...

Alvaro Fagalde dijo...

Para mi la de "Ojos bien cerrados" se la hicieron bolsa en la sala de montajes, cuando ya habia marchado Kubrick. Pero igual, no creo que si no se moría, fuera lo mejor de el. Le faltaba sal.