"Ando buscando un hombre de bien que le aguante 3 rounds al Chiquito. El premio son 500 billetes sin marcar..."
"Pues ese hombre soy yo!!!", contestó de inmediato Waldemar al Señor Ibarbourou.
"Está usted loco socio!, boxear con semejante bestia??? Usted es ayudante de jardinero, ¿qué sabe de pugilato?", replicó el Señor Maleza.
Lo que el Señor Maleza no sabía, era que Waldemar tenía el don de atleta nato. En su Paso de los Toros natal, supo ser campeón de esgrima, top 5 en el ranking de dardos ciego categoría ebrio durante 3 años, y por si esto fuera poco, mantenía aún vigente la plus marca nacional de lanzamiento de enano a dos manos.
Aunque en realidad, la situación económica apremiante de su familia, más la evidente pérdida de la apuesta con el Señor Maleza*, fue lo que generó en las entrañas de Waldemar esa reacción espontánea de aceptar tamaño desafío.
Así pues, el Señor Ibarbourou montó el espectáculo en su renovado jardín trasero. Ring tipo jaula, referee, gradas, chica en bikini con los carteles del 1 al 3, todo el color. Fue un viernes de noche. Cantidades de personas abarrotaron el lugar, y Waldemar estuvo a la altura. Vaya si lo estuvo. Aguantó los embates de Chiquito gallardamente los tres rounds. Incluso hizo tambalear al oso en el segundo. El animal ofuscado, se negó a sentarse en el banquito antes del último asalto, tratando de disimular su falta de estado físico.
Blanquita se desmayó en primera fila al minuto, y no fue hasta el final del combate que la pudieron reanimar.
Waldemar cobró los 500 billetes. Luego de dos duras semanas de recuperación en el Hospital de Clínicas, pudo encaminar su situación junto a Blanquita y su pequeño hijo.
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¡Hasta la semana que viene amigas!
Seguiremos seleccionando y compartiendo historias de más Amas de Casa desesperadas que, al igual que Blanquita, nos hicieron emocionar hasta la fibra más íntima.
*Finalmente el Señor Juan Carlos Maleza empleó a Waldemar como ayudante de jardinero y lo puso en planilla.
7 comentarios:
El cuento de los domingos es el miércoles con rótulo de ama de casa.
Ladrón!
Que me devuelvan el dinero
Confieso que me desilusionó un poco el final. Pensé que el oso se comía (o con g) a Waldemar.
Aguante el final feliz!!
Me encantó que el Sr. Maleza se amigara con Waldemar y con el BPS.
Nacho, no son cuentos, son hechos reales, de Amas de Casa reales.
¡Aguanten los finales felices!
Aunque la vivencia de la semana que viene no será tan así...
Te gustaría ser Waldemar, Reyes.
Vuelvo a repetir: Osos eran los de antes.
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