Momo: ¿tenés algún conocido en Antel?

Esta columna se suspende por esta semana, no porque su autor se esté destrozando en alguna playa tropical rodeado de adolescentes fáciles, sino porque Antel me cortó el teléfono y, por ende, el ADSL. Antes que comiencen los rumores, fue porque debía $119 de una semana de internet cuando me mudé (en octubre). El hecho de que jamás me mandaran una factura con esa deuda -a menos que la hayan enviado en realidad a la casa de Feldman- y de que, al contrario, me habían mandado otra con Cero Peso no tiene la menor importancia. Tampoco que el ente de los uruguayos me debe 4 veces más plata que me cobró de más. No les voy a cortar nada pero por esos mangos voy a ver si salgo con la flaca que me atendió en la sucursal de Colón, que estaba bastante fuerte.
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Y todo esto pasó justo en la única vez en estos 7 meses en que no dejé la entrada hecha el fin de semana... Capaz que me caliento y si en la torre de Ott se ponen las alcalinas, pa la semana que viene les subo dos columnas, les subo.