Básquet caliente

Bienvenidos a la columna deportiva de los martes. En primer lugar, quería remarcar el honor que me produce escribir en tan prestigioso y popular blog; y segundo, quería comentarles que en esta columna se hablará de todo deporte diferente al fútbol. Por ejemplo: tenis, básquetbol o saltos ornamentales.

Hoy haremos una breve reseña de lo que fue la reciente participación de Uruguay en el Premundial de básquetbol.
¿Con qué imagen nos quedamos de nuestra selección ahora que el torneo ya terminó? “¡Que pechos fríos!”, “el Panchi es un boludo”, “el Oso se garcó”, “Newsome no es uruguayo”, son algunos de los comentarios que se pueden oír por la vuelta.
No es tan así. Estuvimos a dos posesiones de ir al mundial, a pesar que suene demasiado Gorzyesco. Dominicana invirtió 500 mil dólares en su selección y nosotros que entrenamos en la cancha de Aguada cagándonos de frío y en unas condiciones que no eran las mejores (de mierda, puntualmente), estuvimos a esto de ganarle.

A continuación haremos un análisis uno por uno de los integrantes del seleccionado oriental, al mejor estilo Federico Buysan.

Sebastián Izaguirre: fue en lugar de Diego Castrillón. Vio acción contra Puerto Rico y contra Dominicana, justo los partidos que marchamos. Que saque sus conclusiones.

Gustavo Barrera: aportó sus siempre exuberantes penetraciones y asistencias. Tiene pérdidas en el transporte del balón que nos comprometen, pero defendió como loco, Contra Dominicana se equivocó en un saqué y pagó.

Mauricio Aguiar: el “Pica” rindió bastante. Sus puntos vinieron en momentos importantes, pero suele caer en lagunas más profundas que las de Ligüera en Nacional, y eso es grave.

Emilio Taboada: no jugó mucho, pero cuando entró hizo todo lo posible por errar lanzamientos claros.

Diego González: comió banco como loco. Utilizó el tiempo pensando en que va a decir cuando sea el reemplazante de Claudia en Bendita TV.

Reque Newsome: puso un montón. Buen acompañante de Batista, defendió duro y puso muchos puntos importantes. Se ganó el amor de Sonsol, y eso ya es destacable.

Leandro García Morales: contra Islas Vírgenes y Dominicana fue el que todos conocemos. Ahora, en el resto de los partidos, fue muy defendido y se podría haber lucido más. Al final jugó con la mano hecha guasca (ocho puntos de sutura).

Martín Osimani: fue de más a menos. Empezó el torneo con gran nivel de asistencias. Puso un triple clave contra Canadá, pero en la segunda fase descendió su nivel. Tememos que su transformación en metrosexual esté afectando su juego.

Gastón Páez: ofuscado. No saluda a los rivales y siempre tiene cara de malo. Muy fauleador y poca (por no decir nula) prodigación ofensiva.

Juan Pablo Silveira: espectador de lujo.

Nicolás Borsellino: entró algunos minutitos que solo alcanzan para que pueda decir “yo jugué contra NBAs”.

Esteban Batista: el gran líder del equipo fue una pieza fundamental. Cuando él anda bien, el equipo también. Muchos puntos y muchos rebotes en su haber. Al final se quedó sin físico, pero problemas tenemos todos.