domingo, 6 de septiembre de 2009

A lo grande

Mientras transitamos una semana que bien puede ser histórica (por incluir la eliminación mundialista de los representativos nacionales de nuestros dos principales deportes), vale la pena analizar lo ocurrido hace exactamente una semana en el Gran Parque Central, en ocasión del match Nacional –Tacuarembó. Una experiencia de vida que nos puede servir a todos y a todas.
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Para quienes no lo vieron, la cosa fue más o menos así. El encumbrado Nacional y el humilde Tacuarembó jugaban los descuentos de un partido trabado y empatado 0 a 0 ante un estadio repleto, que ya comenzaba a reclamar una mayor adhesión anímica de los ágiles tricolores (al grito de “a ver si ponés huevo, falopero. ¡Esto es Nacional!”).
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Pero cuando se consumían los últimos minutos de descuento, se produjo el instante de magia. Un futbolista tricolor le aplica una plancha criminal a un zaguero gardeliano, que vuela por el aire. El arquero rojiblanco le reclama la actitud al ágil tricolor, la jugada sigue, hay foul a favor de Tacuarembó cerca del área nacionalófila. El árbitro, de apellido Aguirregaray, célebre por haber dado córner en un penal que entró y rompió la red, pita la falta, pero gira sobre su propio eje para ver cómo a unos 60 metros, su compañero, un juez de línea muy parecido al Pitufo Lombardo pero de apellido Gadea, le hace señas con su banderín.
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Y ahí se produjo la magia: el línea denunció una inexistente agresión del arquero sobre un futbolista albo que ni siquiera estaba en la escena (se estima que el línea manifestó que el arquero había agredido al Chango Pintos Saldanha, aunque no hemos podido corroborar este dato). Y el árbitro, casi con alegría, corre hasta el área, expulsa al arquero, pita tiro libre al borde del área a favor de Nacional, y agrega cuatro minutos para compensar la pérdida de los dos que insumió la historia aquí narrada.
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Como usted ya habrá imaginado, el partido lo ganó Nacional, aprovechando que su rival debió afrontar el epílogo con un arquero improvisado, y gracias a que Aguirregaray estiró suficientemente el partido como para permitir un gol de Vera. “Bien, Viruta, bien… ¡Nacional nomá!” gritaba ahora el enfervorizado hincha.
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¿A qué vamos con todo esto? A que el fútbol está hecho a medida de los grandes. Tacuarembó perdió ese partido por mandato histórico, tal como le pasó a Rocha en el 2005 ante el propio Nacional, o a otros innumerables equipos enfrentando a Peñarol. Los árbitros (Méndez en su momento, Aguirregaray ahora, el propio Bello en el siglo pasado) son simples emisarios del designio divino, ése que marca que los grandes son el “Deportivo Ganar Siempre”, tal como bien lo ha explicitado el ágil Diego Alonso, que no en vano ha jugado en los dos.
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Por eso, y ante este penúltimo microciclo eliminatorio, debemos focalizar nuestras fuerzas en demostrar que somos grandes, que inventamos la vuelta olímpica, que en el 28 les ganamos a los argentinos y que dos años más tarde no solo les volvimos a ganar, sino que antes los amenazamos aprovechando que siempre han sido unos flojitos. Que en el 50 le arruinamos la vida a tres generaciones de brasileños, que 30 años más tarde se la volvimos a arruinar con el gol del Chifle y el de Victorino, que en el 92 les ganamos en el Estadio con gol de Adrián Paz y todavía les dura la calentura.
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Quizás de esa forma, acaso con algún folletito, una hojita colorida, nada muy elaborado, podamos hacerle comprender al chileno Chandía y al paraguayo Torres (árbitros de los encuentros ante Perú y Colombia), que en el fútbol, al menos en el nuestro, se sigue ganando con la camiseta.
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(Publicado en Guambia, 5/09/09.)

7 comentarios:

El Nacho dijo...

Grande Andrés!
Muy bueno, aunque tristemente real.

Anónimo dijo...

Cuan duro, pero cuan cierto.
Excelente Andrés!

Andrés Reyes dijo...

Gracias, Nachos. Son grandes personas.

Carles dijo...

Buenísima la columna.
En este sentido hicieron una gran labor Godín y el abollado que se pegó un pique para empujar de atrás el Peruano. Estamos retomando el camino, Vamos Uruguay!

Sinca Bellos dijo...

Que triste Andrés pero no hay nada que agregar, excelente columna.

perezvila™ dijo...

no me qeuda mas que repetir... cuan duro, pero cuan cierto.
por suerte el sabado que armamos un gran alboroto para ver el partido en casa, ya estabamos algo alcolizados cuando llego la hora del partido, así y todo, algunos casheron duramente en la depresión...

uruguay, así como peñarol, se estan volviendo mas duros que el flagelo de la pasta base.

Carles dijo...

alcolizados? estos adolescentes que se crearon escribiendo en el celular, que falta de ignorancia.