CUENTO: Línea de atención. (ahora meto comentarios acá, es mi columna, consíganse una)

LINEA DE ATENCIÓN

NOTA1: Gracias al Ing. Yoel por dejarme usar la idea, en su momento me dejó publicarlo en mi blog y espero que no le moleste.

NOTA2: El primer chiste es conocido, me atajo pa los que dirán "bo, ese chiste es viejo", " los Jockers del 86 no se animaron a ponerlo", "chorro", "puto" y/o cosas aún peores y más lindas y creativas. Dicho esto, lean (no es una orden, es una sugerencia).

“Un día soleado en Francia, un día soleado en Italia, un día soleado en Cuba, y en el resto del Cerro también es un día soleado; así como en el resto del país” decía el tipo de la radio que hace chistes malos de los que a esa hora ya solo él se ríe. “Disfruten de esta tarde” siguió diciendo.
Pero Roberto no estaba de humor como para apreciar esa tarde ni mucho menos los chistes del locutor. Sí, ese iba a ser el último día de su vida y no se venía el Apocalipsis ni mucho menos. La cuerda estaba pronta y el banquito reposaba bajo ella, pero Rober recordó lo que su amigo le había dicho sobre que conocía unas personas que lo podían ayudar y no eran los bomberos y no eran los simuladores.
Leyó la tarjeta que tenía entre sus dedos y marcó: 555 – SU – SA – NA… No entendía por qué la línea de atención al suicida tenía ese número, que ni siquiera tenía siete números como los demás y que empezaba con 555 como todos los teléfonos estaudiounidenseses (esto lo sabemos gracias a las películas)…
Libre… Libre… Alguien atiende:
ASISTENTE: Buen día…
ROBERTO: Buenos serán para usted que no tiene una cuerda alrededor del cuello…
ASISTENTE: ¡Epa! ¿Qué pasa ese humor? ¡Animo compañero, que la vida puede más!
ROBERTO: ¿Qué vida puede más? La tuya, que te pagan para hablar por teléfono como un gil, la mía no.
ASISTENTE: ¡Bueno! Tampoco es para perder la cabeza…
ROBERTO: Dele, ayúdeme, que estoy apurado…
ASISTENTE: ¡Bueno, qué carácter! Usted sabe lo que se dice: “más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto…”
ROBERTO: ¡Pero la Recon…stitución!
ASISTENTE: No se enoje, lo estaba jorobando noma’… ¡Hola, hola! ¡HOLA, HOLA! ¿Hola? ¿Qué pasa? – se fija si el teléfono está bien conectado – ¿Hola? No, nada…– y cuelga…

Un compañero de trabajo que estaba oyendo lo que pasaba se acerca curioso y pregunta… “¿Qué pasó?” a lo que el otro responde: “Nada, se colgó”.