viernes, 4 de julio de 2014

Tiempo de balances

La Copa del Mundo de Brasil que por estas horas recién comienza su fase de cuartos de final, para Uruguay terminó hace rato: derrota ante Colombia y regreso a casa en la posición número 12 sobre 32 participantes y sobre más de 200 que quisieron participar y no pudieron. Quienes tenemos más de 30 y menos de 40 coincidiremos en que ha sido ésta la eliminación mundialista menos traumática que nos ha tocado vivir, y eso ya no es poco decir.
Publicado hoy en Brecha.

Quienes nos acostumbramos a las tristes despedidas de nuestras selecciones mundialistas, o incluso a que no hubiera bienvenidas, coincidiremos en que la de 2014 no fue una mala copa para Uruguay. Malas eran aquellas en las que nos sentimos humillados en algún momento del torneo, o en las que nos teníamos que volver sin haber ganado un solo partido, soñando con ingresos tempraneros de Ruben Paz o cabezazos de Púa.

De no haber existido Sudáfrica, hoy estaríamos hablando del resurgir celeste en suelo brasileño. Donde tras un nuevo mal debut, Uruguay se recompuso para derrotar a dos potencias europeas, para luego caer en partido parejo ante la mejor selección colombiana de todos los tiempos. Incluso podríamos fantasear con que si Colombia hubiera alineado a alguno de los 6 arqueros que nuestros equipos grandes han utilizado en el último Campeonato Uruguayo, otro gallo hubiera cantado.

Pero lo cierto es que Sudáfrica afortunadamente existió, y si alguna contra tuvo, fue el haber puesto el listón muy alto para quienes vendrían después.

Sin embargo, el “affaire Suárez” puso a Uruguay en el centro de las miradas, mucho más que la performance sudafricana, la picadita de Abreu y el Balón de Oro de Forlán. Luisito es el jugador más famoso de la historia del fútbol uruguayo, por dos motivos principales: es un excelente futbolista (difícilmente alguien que entienda de fútbol y no lo odie deje de ubicarlo entre los cinco mejores delanteros del mundo) y genera situaciones polémicas dentro de la cancha. Suárez es tranquilo afuera e impredecible dentro, cuando la tendencia mundial es exactamente la opuesta.


Los periodistas ingleses que sacaron de quicio a Tabárez durante la conferencia de prensa posterior al encuentro Uruguay – Italia, estaban ahí por Suárez. Y el salteño les dio un motivo para ser felices: le encajó un mordiscón a un italiano. Antes le había dicho “negro” a un francés, hecho un gesto obsceno a la tribuna, y mordido el brazo a un defensa rival. Lo sancionaron 3, 9, 10 partidos, y el tipo volvió y en cinco fechas tenía más goles que cualquier otro. ¿Cómo no van a preocuparse por todo lo que haga o deje de hacer?

Es como si mañana Ibrahimovic se diera un golpe en la cabeza y se despertara diciendo “sueño con jugar en el Nacional del Guti”.  A las dos semanas estaríamos hablando del codazo que le aplicó a Fleurquin, o que le dijo “gordo” a Pablo Melo, cuando no de sus constantes idas a Azabache con Peralta y el Chengue. Y si en el Mundial de Rusia nos toca jugar contra Suecia y nos ganan 2 a 1 con dos goles suyos, será lógico que la prensa –en particular los “periomanyas”– buscará hacerlo morder el polvo.

Los efectos físicos de un mordisco
Salvo que Suárez tuviese pensado seriamente irse a jugar a Kosovo o a otra liga no afiliada a la FIFA, hizo lo que tenía que hacer: manifestó su arrepentimiento, pidió disculpas públicas y se comprometió a que esta vez será la última que le encaja una mordida a un rival, hablando mal y pronto. Pocas horas después, ese enemigo del artiguismo y el sentimiento oriental llamado Joseph Blatter, le dio para adelante a Luisito, y le deseó pronto retorno a los campos de juego. Un poco antes lo había ponderado Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barcelona, donde parece estar el futuro de Luisito. En Supermatch paga 1,10 que van a bajarle la pena y que podrá debutar junto a Messi y Neymar más rápido que ligero.

Del mismo modo que entre el pecador arrepentido y el virtuoso Jesús preferirá al primero, y entre el desagradecido y el asesino serial Da Silveira preferirá al segundo, no hay nada que prefiera más la FIFA que al “subversivo alienado”. Ese que se sale de las reglas y amenaza con convertirse en líder de opinión que puede llegar a movilizar a los futbolistas de elite a no hacer lo que se espera de ellos (jugar sin chistar a cambio de grandes sumas de dinero), será tarde o temprano tentado por la FIFA o por las organizaciones que le son funcionales, tales como las grandes cadenas de medios o las multinacionales de indumentaria deportiva.

Supongo que nada habrá deseado más Havelange en su momento o ahora Blatter que ver a Maradona irse hasta la FIFA a pedir un laburito en alguna comisión. Pero eso nunca ocurrió, pues Diego Armando ha preferido hablar con la pelota parlanchina en “La Noche del Diez” o comentar goles ficticios convertidos por gráficos animados de estética semejante a los del videojuego FIFA97, en “De Zurda”, junto a Víctor Hugo Morales. Pero si un día eso sucede, sería la satisfacción más grande del organismo rector del fútbol mundial, pues Blatter (o Platiní, o el que sea) nos habrá demostrado cuál es el único camino posible para quienes osan plantear un camino alternativo.

Cualquier semejanza con los “polvos morales” de los que nos hablaba Paco Casal, no es pura coincidencia.

La copa del mundo en casa
Cuando termine la Copa del Mundo estaremos a poco más de un mes del arranque de un nuevo Campeonato Uruguayo. Ante la manifiesta imposibilidad de organizar la Copa del Mundo de 2030 que tarde o temprano deberemos aceptar, nuestro fútbol local será lo más parecido a un Mundial que tendremos en mucho tiempo, a excepción del Sudamericano Sub 20 que al parecer organizaremos en unos meses.
Hace unos días, el periodista Mario Bardanca dijo en Portal 180 que “en casa tenemos nuestra propia FIFA, en tamaño proporcional y con signos idénticos”. Solo que en lugar de Beckenbauer lo tenemos al Tano Gutiérrez, me permito agregar. Quizás sea ahí donde tengamos que buscar las enseñanzas que nos ha dejado este Mundial, para permitirnos el lujo de tener un fútbol local más acorde a la selección que hemos venido teniendo en los últimos años.

Más de una vez se ha dicho que el fútbol es el más democrático de los deportes, por cuanto es el único en el que el débil puede ganarle al fuerte. Sin embargo, fuera de la cancha, las asimetrías son tan o incluso más marcadas que en cualquier otro ámbito.

Nacional y Peñarol se quejan de que son ninguneados a nivel continental para favorecer a los equipos argentinos y brasileños. Los equipos chicos de Montevideo se quejan porque los árbitros favorecen a los grandes, y porque los medios de prensa destacan siempre a carboneros y tricolores así estén peleando el descenso. Y los equipos del interior que juegan ante Fénix también se quejan del favoritismo de los árbitros para con los capitalinos, y porque las radios no envían cronista alguno a canchas ubicadas a más de 30 kilómetros de distancia de la Plaza Cagancha.

Un fútbol uruguayo más justo y menos sensible a los intereses económicos es todo lo que podemos pedir.
Jugadores para que el fútbol sea disfrutable parece haber. Canchas aceptables, de un tiempo a esta parte, también. Solo falta que el fútbol uruguayo esté edificado sobre bases más justas, y que el público de nuestras canchas de sábados y domingos se parezca al del Mundial, y esté más preocupado por salir en la pantalla gigante (algo indigno, lo sé, pero que no le hace daño a nadie) que por insultar a un jugador o a la hinchada de enfrente.


Luego ya habrá tiempo para preocuparnos por la continuidad de Tabárez o por la no continuidad de las actuales autoridades de nuestro balompié.

15 comentarios:

Mauro M. dijo...

Bien Reyes, bien vos.

Andrés Reyes dijo...

Gracias, Maurito querido.

Fito Maiden dijo...

Precioso y oportuno

Max dijo...

Excelente analisis, Don Reyes.
Con la objetividad que me da el ver el tema desde un costado puedo llegar a afirmar que quizas la eliminacion fue menos traumatica por los dos Triunfos Heroicos frente a Italia e Inglaterra, que son encuentros que se ven generalmente de 8vos en adelante. Otro tema tambien que hace que sea menos traumatico es la bronca desprendida por la sancion a Suarez, quizas ahi el aficionado Uruguayo sintio que se acababa el mundial y que de ahi en mas todo era de arriba, lo digo por experiencia propia, cuando nos elimina Rumania en USA 94 las lagrimas las habiamos derramado viendolo al Diego con las piernas cortadas, lo demas ni se sintio casi.
Igualmente creo que debe de haber una renovacion en el futbol Uruguayo, no solo de jugadores si no de forma de jugarlo. El tema ese de agrandarse cuando juegan con Brasil y con Argentina y que son totalmente capaces de ganarles y despues son totalmente capaces de perder con Bolivia 5 a 0. Como diria Guillermo Nimo, por lo menos asi lo veo yo.

Andrés Reyes dijo...

Max: aunque no lo creas, creo que lo que estás viendo es la renovación. Tabárez está convencido de que Uruguay tiene que jugar así (cediéndole la tenencia de pelota al rival) y eso te complica cuando el rival es Costa Rica y no tiene muchas intenciones de tenerla. Afortunadamente se vienen un par de camadas de buenos jugadores, que vienen de ser vicecampeones mundiales en Sub 17 y Sub 20, seguramente de ahí vayan surgiendo los sustitutos para los jugadores que pasan los 32.

Dobleveo dijo...

Un saludo a Diego Polenta que nos lee siempre.

El Maxi dijo...

Yo me sentí tal cual lo describió Max. Sufrí mucho más el día que me enteré de la sanción a Suárez que el partido contra Colombia. Y recordé además lo de Maradó en el 94 y me dije "Así se deben haber sentido los argentinos".


Nada, eso

zorro d colonia dijo...

solo falta el "me equivoqué y pagué"

Mauro M. dijo...

Hay una parte del laburo que esta haciendose bien (capatación y formación), el problema empieza en nuestro profesionalismo, que es una mentira.

Estamos mejor que antes, sin duda.
Pero falta un montón para mejorar.

Anónimo dijo...

yo q le tenía fe pa balón de oro.....

Diego Floyd dijo...

el Tata llega a Rusia 2018 ?

Lostmakers dijo...

"No me quiero olvidar de los que vivieron esta fiesta... Isaac Alfieeee" Creemos el mejor momento que me hizo vivir este mundial.

Gracias Reyes por su pluma.

Unknown dijo...

Me gustó el artículo. De todas maneras creo que se le da demasiada importancia al fútbol. Ya ha perdido casi toda gracia. No se puede jugar con las reglas idiotas de la FIFA, sólo falta que el día de mañana no se puedan festejar los goles o haya que festejarlos de tal o cual manera según cómo disponga FIFA. Me tiene repodrido la FIFA, la Conmebol, la AUF y a veces los cuadros grandes. Las diferencias de poder y económico hacen que se pierda el entusiasmo del fútbol. Uruguay perdió no sólo porque no estaba Suárez sino también porque los demás equipos juegan y juegan a hacer goles cosa que Uruguay de entrada no hace. Creo que cuando jugamos mejorcito fue contra Italia hasta que hicimos el gol y después a sufrir como con Inglaterra. Tiene sentido jugártela a hacer un gol y después meterte atrás sabiendo que si el equipo contrario te empata es lo mismo que perder? Verdad que no? Me parece que no es casualidad que las dos selecciones que nos ganaron a pesar de ir ganando durante el partido nos seguían apretando y marcando de a dos y de a tres en alguna oportunidad, no lo soñé, lo vi, pero yo no sé nada de fútbol.

Unknown dijo...

La foto es una nueva gigantopanorámica para buscarse?
Yo veo un panda abajo a la izquierda...

Mauro M. dijo...

Para "no saber nada" Kurco, decis algunas cosas que considero ciertas.

En lo personal, estoy deseando que vuelva a competir Defensor.