Como ya hemos
mencionado en alguna ocasión el anime es un género de animación de
(igual que algunos lápices) origen japonés,
que con el paso del tiempo se fue
trasformando por su importancia en un
género en si mismo. Como toda cosa
oriental, sea un artefacto tecnológico o un trámite en la intendencia, es algo
complicado y sería imposible abarcar todas sus características en el breve lapso de tiempo que implica leer
esta columna, pero aun así intentaremos aproximarnos brevemente a la historia y aspectos de la cuestión.
Al haber poco y nada de celuloide, los realizadores dibujaban en planchas de cartón y luego fotografiaba una por una, haciendo mucho mas difícil el trabajo, aunque en el producto final no se notara diferencia con los hechos en el celuloide. Asi llegamos al que se considera el primer estudio de animación propiamente dicho, el Tenkatsu y el responsable en 1917, bajo la dirección del dibujante Oten Shimokawa, de la que es considerada la primera película de animación nipona: “Muzuko Imokawa y el guardián de la entrada”. Con la popularidad que iban ganando las películas, el estado comenzó a financiar a varios estudios para producir dibujos educativos, para luego entrada la segunda guerra, directamente hacer films de propaganda bélica. En esa época los estudios mejoraron su calidad y sus técnicas, aumentando su producción.
Pero el pionero en integrar el uso del celuloide fue Kenzo Masaoka. El ex actor presenta su primera película en 1930 Nansensu monogatari Sarugashima (La absurda historia de la isla de los monos) y luego vuelve revolucionar con la primera animación sonora: Chikara to onna no yo no naka (Las mujeres y la fuerza mueven el mundo, titulo de 1932 que suena a campaña publicitaria de desodorante femenino). Durante la guerra contrariamente al resto de los estudios, rodo películas que dejaban atrás los temas bélicos para concentrarse en temas más humanos. En el desorden de la pos-guerra logro mantenerse activo, dos años después que terminara el conflicto hace Sute neko Tora-cha (Tora, el gato abandonado), bella historia sobre una gata que adopta un gatito abandonado.
Kenzo Masaoka es uno de los exponentes de la segunda generación de artistas del anime (o época de la guerra), y que sentó junto
a otros las bases para ir consolidando de a poco el estilo que terminaria tomando forma "definitiva" en los 70...
Yapa: programación del Ciclo de Anime de Cinemateca en exclusiva para este medio.
(obvio que mentira, de todas formas pase y VEA)
4 comentarios:
Se les fue la mano con lo de los ojos grandes, pero que no lo cambien nunca, porque es EL rasgo distintivo de las animaciones japonesas. No me lo imagino a Richard Tex Tex (es richar) con ojos rasgados u occidentales
Se ve que una cultura exacerba aquellos rasgos que le gustaría tener. Por ejemplo, los dibujos animados porteños son humildes, los nuestros serían felices, los brasileños ganarían finales en Maracaná, etc.
Genial columna Fito, como nos tiene acostumbrado lo que es Ud.
Calculo que el tema ojos también refiere al intento de masificación del producto anime, tal cual lo hizo Walt. Un dibujo con ojos rasgados es menos vendible al mundo que unos ojos más "occidentalizados". Igual se fueron de mambo pero a la larga es la marca característica del dibujo japonés que todos conocemos.
Capaz que nada que ver pero fruto de las duras sanciones que le impuso occidente a Japón luego de la segunda guerra y la penetracíon de la propia cultura occidental provocó esta occidentalización general de lo que se producía en el pais nipon.
Anime posterior capaz que de los ultimos 15 o 20 años retoman características propias de la cultura y conservan los rasgos propios del estereotipo ponja, incluidos los ojos.
Correjime por favor porque a esta hora es que me viene la diarrea mental y empiezo a escribir boludeces. Después empieza la Las Voces del Futbol y se me pasa
Te bancamos Fito!!! Más en este difícil momento en q Julious se roba todas las miradas.
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