Decíamos en nuestra anterior exposición, que el turismo vietnamita estaba directamente relacionado con aquella guerra que culminó en los años 70. Decíamos también, que dicho juicio estaba cargado de subjetividad y no debía ser tomado al pie de la letra.
Hoy, jueves 26 de mayo, desde las islas Phi Phi en Tailandia, y alejados de todo juicio de valor, lo podemos decir claramente: los vietnamitas supieron aprovechar el dicho que afirma que no hay mal que por bien no venga. Y vaya si lo hicieron.
Uno cuando piensa en guerras, imagina multitudes enteras educadas respecto a lo infructífero de una lucha armada. Es que luego de perder tres millones de vidas a uno se lo ocurre que la lección ha sido aprendida. Mas no. De ejemplo basta pegarse una visita por los campos de guerra, adonde orgullosos los guías locales, nos muestran cómo sus compatriotas luchaban ante las fuerzas norteamericanas.
Pozos en la tierra, trampas con clavos, y lanzas puntiagudas, nos recuerdan aquel capítulo de los Simpson donde los extraterrestres conquistaban el mundo con un palo y un clavo.
Demasiado anallítica viene esta entrada. Hablemos de lo que importa: la manguera al lado del water. Ta, lo dijimos.
Cuando uno se va de su casa, ya sea a vacacionar en Rocha, pasar un finde en Las Toscas, o viajar nueve meses por el mundo, el tema bidet no es un tema menor. No es sencillo para algunas personas desprenderse de ese elemento indispensable que hace su trabajo luego de un desagote.
Pasaron Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, Malasia, Singapur, China, y algún otro país de poco renombre, hasta que por fin, en Vietnam, el segundo invento más importante de la humanidad (luego de la rueda, claro está) vio la luz.
Explicarlo es sencillo: los baños tienen un water, una palangana, ducha, y, además, una manguera al lado del primero. Un bidet manual digamos, que hace las delicias de grandes y chicos.
Agradecimientos al bidet aparte, no pretendemos ocupar demasiadas líneas adicionales hablando de un país que no es Tailandia.
Tiremos algunos conceptos del país de Sagat: Buenas playas, buena comida, buena noche. ¿El paraíso? No, demasiados pecados para ser el cielo.
Sí, en un momento nos fuimos de Vietnam y llegamos a Tailandia, más precisamente Phi Phi. Y creanme, escribir esta columna ha sido de las cosas más difíciles que he tenido que pasar en este sitio. Sinceramente, todavía no termino de comprender por qué el viaje de ciencias económicas visita tantos lugares en vez de pasar un año entero acá.
O sea, si la opinión pública ya nos juzgó, si ya descubrieron el preciado secreto de la gran mentira que es aprovechar este viaje para la carrera académica, si la vamos a hacer, hagámosla bien... De qué templo camboyano o museo australiano me hablás: metamos un año de corrido en Phi Phi y listo.
Muchas veces el ser humano, entre calidad y cantidad, se queda con la cantidad. No decimos que equivocadamente, pero quizás, y solo quizás, en ocasiones la calidad es negativa, y sería mejor tener un poco menos pero mejor. O no.
En definitiva, la estamos pasando bien. Como anécdota queda la historia de tres uruguayos, que vinieron a pasar sus vacaciones a este paraíso, y se encontraron con la grata sorpresa que había 300 compatriotas copando el lugar. Ponga esa poronga y apoye a los desvalidos en este difícil momento.
Nos vemos el jueves, mientras juegue Peñarol, para variar.
5 comentarios:
Una isla medio cheta esa...
podría decirse, si no fuera porque la milanga de pollo que venden en las calles está rindiendo como loco
Esta dicho.... Curran con ese viaje. A tu regreso alf, va a haber un reporte grafico mas extenso??
Pues, deberia....
gráfico son fotos?
No, seguro... Si hay pueblos que se sacan a los imperios invasores todos los días... Preguntale a los irquies...
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