En el paro

Hola, amigos y amigas. Aquí estoy nuevamente, con renovados bríos.

Para empezar, les confieso algo: me echaron de Mc Donald’s. La anfitriona me sorprendió aconsejando a un par de guachos que me querían comprar una Big Tasty. Les dije que son verdaderas bombas de grasa, que tienen el colesterol suficiente para tapar las arterias de un tiburón blanco, que reúne las mismas calorías que he ingerido en las últimas dos semanas, que con media docena se podría paliar el hambre en el África. Al grito de “vamos a Burger King” los botijas se marcharon.

Me llené de satisfacción, salvo cuando vi el gesto de mi superiora, que al parecer tiene un oído superdesarrollado.

Me echaron, y al parecer, en algún momento llené un papel según el cual no tengo derecho alguno a despido, seguro de paro, o demás lujos del capitalismo new age.

Así que acá estoy, con mucho tiempo libre para andar en la bicicleta fija, y leer y/o escribir el blog.

Por ende, quería pedirles que me den cosas para hacer. Quizás, como me acabo de comprar una cámara digital en cómodas cuotas que jamás podré pagar, me pueden tirar lugares, personajes, o puntos específicos de la ciudad para que yo vaya y los fotografíe. Gana el blog y ganamos todos.

Además, el sábado prometo hacer un seguimiento metro a metro, milla a milla, de una nueva incursión en la bicicleta. Serán 45 minutos a pura adrenalina, en la que espero superar las 1.800 calorías quemadas, casi la mitad de las que tiene una Big Tasty. ¿Lo conseguiré? Ya lo veremos.

.

Les mando un abrazo. Espero esas sugerencias. Nos estamos viendo.