martes, 9 de julio de 2019

Toy Story 4: aprender a soltar

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¿Está buena o no está buena? Porque de eso se trata la vida, ¿no? Realizar juicios drásticos sobre todo lo que se nos pasa por delante.

Toy Story 4 tiene cosas buenas y malas. Entre las buenas:

COSAS BUENAS DE TOY STORY 4

- Están los personajes clásicos.
- Hay, como suele ocurrir, algunos personajes secundarios que aportan momentos hilarantes.
- La película no es muy larga, se hace llevadera.
- Invita a que los botijas creen sus propios juguetes y los valoren más allá de su precio, porque lo que es basura para vos, puede ser mi mejor amigo. Consumista del orto, a vos te hablo.

COSAS MALAS DE TOY STORY 4

- En el 95% de la película no hay de qué reírse.
- El personaje de Forky es medio poronga, incluso Disney tuvo que sacar unos muñecos del mercado porque los guachos se atragantaban.
- El personaje del juguete maloso con un pasado oscuro que gobierna el antro al que van a parar los juguetes y que tiene un equipo de secuaces que le es funcional, como que ya se había agotado con el oso rosado sorete de la entrega anterior.
- Hay ciertos detalles que le quitan credibilidad al relato. Por ejemplo, en determinado momento, necesitan entrar a una vitrina, para lo cual, los protagonistas buscan denodadamente una llave. Curiosamente, la misma vitrina es abierta sin llave alguna por "los malvados" más de una vez.
- Parece que había una escena de alto voltaje erótico que fue removida. ¿Los juguetes no pueden garchar, acaso?
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¿Cogen los juguetes?
Para mi gusto, el balance es positivo, aun cuando estemos -posiblemente- ante la entrega más floja de la saga. ¿Por qué? Por el final.

Que no diremos cuál es porqSE MUERE BUZZ. El siempre presente mensaje de las películas de Disney, Pixar es claro: hay que aprender a soltar y a tomar decisiones que, muchas veces, se apartan de lo que el mundo espera de nosotros.

Porque convengamos que el final no es el esperado. Mucha gente lloró cuando vio lo que terminó pasando, otros quedaron indignados, etc. Pero lo cierto que Woody hizo lo que tenía que hacer.

En un mundo donde muchos obran de manera egoísta, estando pendientes de agradar al otro y/o del quedirán, primero se la jugó por sus ideales o después supo soltar y resignar al mismo tiempo. La vida nos lleva a tomar las decisiones, y generalmente cuando una decisión se toma, hay otra que se deja de tomar. Es imposible dejar a todo el mundo feliz, y Woody -finalmente- lo entendió mejor que nadie.

"Cambio dolor por libertad", cantaba Natalia. Y vaya si tenía razón la -casi- candidata a vice.

En cualquier caso dejamos planteada una duda. Capaz que si no viste la película, no te conviene leerlo. O no, qué sé yo:

Hay un personaje al que no le anda la voz de juguete, tipo que le tirás de la piola, y no suena nada. Y que por ende, ningún niño lo quiere. Yo me pregunto: dado que los juguetes hablan, por qué, cuando le tiran de la piola, ¿no habla con su voz real?

Y no me vengan con:

a. Los humanos no escuchan a los juguetes cuando hablan. De ser así, podrían estar hablando todo el tiempo. Sin embargo, se quedan quietitos y guardan silencio cuando hay gente.

b. Los juguetes no pueden hablar frente a humanos porque éstos verían que los juguetes mueven los labios.

Esa es buena, no la había pensado. Pero ta, no sé, si tu vida como juguete depende de ello, aprendé a hablar sin mover los labios cual Chasman. 

O es que acaso... Chirolita... ahora entiendo.

1 comentario:

Facundo dijo...

A mi me gustó. Pero no la pude disfrutar plenamente porque tuve que calmar a un botija de 7 que no paraba de llorar desconsoladamente y a una botijita de 4 que despotricaba enojada y a viva voz contra las decisiones de los guionistas, con gritos del tipo: "Cómo se van a ir sin Woody!!!"