Emergency edition

Una buena y una mala:
La mala es que debido a los sucesos de notoriedad he pasado bastante más tiempo de lo que quisiera, en mi condición de directivo de la mutualista implicada, tratando de ver cómo se arregla la defecada, sabiendo que a políticos y periodistas les suck un egg si quedan decenas o centenares de gente en la calle, ni muchísimo menos la angustia de gente que pueda tener familiares internados o para internar, mientras puedan hacer politiquería barata o aumentar la audiencia tirando cifras al garete o mintiendo, lisa y llanamente. Parece que a nadie le interesa arreglar un carajo. Todo muy feo.


La buena es que no ha habido actividad por el aburrido torneo local.

Las imágenes de esta semana tienen que ver (más o menos) con la impactante noticia de las medidas que se están estudiando por parte de las autoridades carcelarias de un país africano, como podrán leer más ajoba. En la foto central se puede apreciar a Vesubio haciendo un encargo en su Sex Shop preferido en tierras colonienses. Mas acá se ve a un gusanito que es todo un encanto, propiedad del Zorro del mismo departamento, muy afecto al color rosa.  

LOS URUGUAIOS VAN A VER AL BASAÑEZ...

Hay una propaganda radial de yerba Sara que pontifica que los sábados los "uruguaios" (dada la pronunciación mitad caribeña mitad me-quedé-con-la-lengua-dura-de-comer-pickles) "religiosamente" van a ver "al" Basáñez, que milita en la B. Si el texto se refiere a la Segunda División, el equipo que apoyaban Casal y Magurno está en una división más abajo desde el 2008. Pero no entiendo lo de "religiosamente". En lenguaje figurado quiere decir que los uruguaios seguimos con gran regularidad (o sea casi todos los fines de semana) al Basa. 
 
El problema es que se debe de estar refiriendo a la religiosidad que despierta la Iglesia Católica, cada vez más despoblada y menos atractiva en nuestro país. Porque la verdad no sólo es que al equipo rojo y negro lo irán a ver 500 personas con suerte, sino que los orientales todos vamos cada vez menos a ver futbol en las canchas. Con yerba o sin ella, que a veces prohiben el mate, probablemente por si le da descompostura a algún hincha.

¡ANDÁ A CANTAR AL INTER, FRACASADO!

El Paul Mc Carty -dijo Kesman, reaccionario hasta en lo musical- un músico de cuarta, sin historia, pretende que no se pueda jugar el partido entre Nacional -eliminado a esa altura- y Vasco Da Gama por la Santander Libertadores y, ¡pior!, el épico encuentro entre Peñarol y Rentistas por el campeonato del fútbol histórico del país de los cuatro campeonatos mundiales -o cinco, podríamos contar el Mundialisto, ya que estamos- de la celeste de los Nassazzi, los Obdulios Varelas y los Cecilios De los Santos (sí, el que citaron a la selección al otro día de pasar a ser representado por Paco). 

El fútbol del -"Tuya, Héctor" (la frase histórica más pelotuda de que se tenga memoria), el fútbol de "la más baja en la medallita", el que en cualquier momento en un amistoso de éstos le saca el tercer puesto del ranking a los alemanes esos mediocres, no debe inclinarse ante cualquier artista sin títulos ni medallas. Y que además, canta en inglés.

El que hacía buenas canciones era el John.

Y las Malvinas son uruguayas.

YO QUIERO EL QUE TIENE LA CARA DE BONOMI

En Zimbabwe, Africa, está prohibida la homosexualidad. El presidente dijo que a los que le gusta hacer caca para adentro son "peores que los cerdos y los perros". Probablemente sean mejores que las ovejas, El Nacho podría aclararnos el asunto.

Lo cierto es que en ese ignoto país se está estudiando proveer de "juguetes sexuales" a los convictos afro-africanos (para no decir negros) a fin de que no sigan delinquiendo, esta vez haciéndose trolos. Aquí la noticia, aunque lamentablemente no especifica cómo serían los juguetes. 

TODOS A JUGAR


Así está el mundo, amistá. Deseenme suerte.