Centenario: ¿vuelta olímpica o pogo?

Amiga, ¿qué prefiere usted: un marido que se pase todo el día mirando fútbol, o un enajenado rocker que se patina el sueldo en su artista favorito y la deja comiendo polenta 24 días por mes? Históricamente, el deporte rey y la música para hombres de verdad han ido de la mano, con individuos de ambas arenas que cruzan permanentemente la línea. Usted nos dirá: “Y claro, si ambos tienen en común que les gustan las mujeres, las drogas, la fama, y el dinero!”. Y nosotros, solamente le diremos: “Y claro”. Si usted se desgarra el abdomen al grito de “Peñarol Peñarol!!!” luego del puntapié inicial, pero también está esperando que el burgués del rock dé el sí para entonar “Ooooooo, Paul McCartneyyyyy, es un sentimiento, no puedo parar”, no sea peleador y acompañe este repaso. De jugadores que cantan, acá ni se habla.

PRINCIPIO QUIEREN LAS COSAS

Corría el año 1969, y Chacarita Juniors lograba la hazaña de ganar el Torneo Metropolitano después de darle el propio baile a River Plate. Cuentan las crónicas de la época, que desembarcaba por primera vez el rock en las tribunas populares. La hinchada del campeón, al grito de “Dale cha, dale cha, dale chacaaaaa, lala lalala lala” sobre la melodía de “Ob-la-di, ob-la-da” de los Beatles, editada un año antes, era un digno puntapié musical para las barras bravas, que nadie sospecharía que terminaría en las bostas de canciones que hoy cantan. Dos historias más nos remiten al funebrero: en 1995, y en virtud del lanzamiento de “Beatles Anthology”, comenzó a circular una fotografía autografiada de John Lennon donde se lo muestra con algo demasiado parecido a una camiseta del club de quilombera hinchada. En el entendido de que el beatle jamás piso suelo argentino, no termina de quedar claro el asunto. Más interesante, en noviembre de 2004 se presentó en Japón el espectáculo que todos conocemos como G3, donde Satriani, Vai, y un tercer guitarrista invitado van de gira mostrando sus habilidades. En ese show, si bien el invitado era John Petrucci, Vai presentó al público a Tony Macalpine para que tocara un tema, quien ingresó al escenario con una camiseta recién compradita del impopular club. Y el DVD “G3 Live in Tokyo” lo registra.

Un funebrero en Japón

PERPETUADOS EN LA OBRA

Escribirle a una mujer puede que sea el único criterio compositor más noble que dedicarle unas estrofas a la camiseta del club de los amores. Canta Evaristo, el líder de nuestra amiga Polla Records: “Que bonito nuestro amor en el 68 / tu tenias 4 años yo tenia 8”. Así empieza ‘La futbolera’, una canción de amor al Real Club Celta de Vigo, y esta primera referencia apunta al año en que el equipo gallego volvió a Primera División luego de pasar diez en segunda (y también es referencial que Evaristo nació en 1960).

John Lennon tenía un leve afecto por el fútbol de chico. En 1974, ante el lanzamiento de su álbum solista “Walls and Bridges”, John presentó como portada del mismo un dibujo de su infancia (1952, 12 años) representando la final de la FA Cup de ese año entre Arsenal y Newcastle. El resto, teorías, ya que ninguno de los dos equipos es de su Liverpool natal. Lennon, además, mencionaría a Matt Busby en la letra de la canción “Dig it”. Busby, en el año del lanzamiento de la canción como parte del álbum “Let it be” (1969), era famosísimo en Inglaterra por ser campeón de todo durante casi una década como DT del Manchester United.

Fito Páez ha inmortalizado su amor por Rosario Central en varios pasajes de su obra. En la canción “Los buenos tiempos” nos cuenta, en ese estilo autorreferencial que tanto le gusta “No soy de aquí ni soy de allá / y soy Canalla desde mi más tierna edad”. Luego, el fútbol le ha servido también como vehículo para retratar algunas realidades humanas, como cuando en “El chico de la tapa” nos relata las andanzas de un pibe que va por la vida haciendo cualquiera, y en ese marco suburbano nos canta “Y el sábado a la tarde en la cancha se oye un solo grito / Dock Sud ya tuvo un hijo y lo bautizaron Arsenal”.

Fito Páez en la Fiesta de la Cultura Canalla

En lo local, nuestro querido Mauricio Ubal, lo sabe hasta un sordo, nos dejó su amor al fútbol plasmado en “Al fondo de la red”. Lo otro que también sabe hasta un sordo es que su versión original supera por varios goles al cover de la Bersuit…

Lo que es El Cuarteto de Nos, en su simpatía por el otrora glorioso club de la calle 8 de octubre, ha sabido mencionar en más de una oportunidad a su rival de todas las horas, generalmente en tono cómico. En "Al cielo no", Robertito se despacha con un deseo "Prefería e el infierno estar / aunque tuviera que soportar / a Rivera a Oribe y a Garzón / y la hinchada de Peñarol / así que no, no, / por favor / al cielo no". En esa genialidad donde se retratan las andanzas del ahora inmortal Morcillo López, llegado a la Luna nuestro casual astronauta nos relata "Me pareció ver un grafiti que decía que Gardel nación en La Luna / pero yo con la manija ya era como un piloto de PLUNA / así que cuando alunicé me dije 'la patrona me traicionó' / porque la única bandera que tenía pa clavar era la de Peñarol".

El "Vals de Pocitos" es una preciosa canción de Eduardo Rivero y Lavanda Elástica, coescrita por el líder de la banda y Jorge Galemire. Fernando Cabrera, productor de su álbum "Debes esforzarte más", fue invitado a hacer algunas voces en esta canción de cierre. El cantante y compositor relata su vida de la infancia en este barrio, "aprendiendo del abuelo / a esperar otro gol de Peñarol". El toque divertido lo da Cabrera quien, apelando a su bolsilludez, menciona a su propio equipo en vez de al otrora glorioso club de la calle Magallanes. De este modo, cada vocalista tira por su club, superponiendo el nombre de las instituciones.

POBRES LOS QUE NO LO ENTIENDEN

Todos aquellos que ven interesante una vida sin fútbol sienten, irrefrenablemente, el deseo de hacernos saber que el fútbol les importa un carajo. Así, Tabaré Rivero nos cantará, si lo dejamos: “Fútbol, fútbol, fútbol, demasiado fútbol... Todo el mundo siempre habla de fútbol. / Para mí que la pelota es cuadrada, que gritan gol y yo no siento nada, que estamos en orsai, viviendo en Uruguay, y todo el mundo siempre habla de..”. Taba, igual sos crá.

PEGADOS A LA RAYA (tenía que decirlo)

Año 1994: Calamaro y Fito le cantan “Salud, dinero y amor” al Diego de la gente. Por si acaso hiciera falta mencionar, Maradona ha recibido una lluvia de dedicatorias, desde el cuartetero Rodrigo, pasando por los rockeros Ratones Paranoicos y Los Piojos, y su pop amigo Calamaro. También debe incluirse aquí, sin demorar un instante, a Manu Chao cantándole “La vida tombola” a Maradona en su propia cara, en el documental de Kusturica sobre el inefable player. ¿Puedo aprovechar para decir que Kusturica tiene un BANDUN llamado “The no smoking orchestra”? Gracias.

Hoy, como todo, escribir una canción para un futbolista es redituable, y muchas veces se encara con una finalidad comercial, más allá del sentimiento que el footballer despierte. Ayer, Serrat le cantaba a Ladislao Kubala con afecto y admiración. Hoy, grandes basuras contaminarán el Reino Animal, como “El pie de oro llegó” de La Banda del Tigre Ariel en honor a Messi, “El apache” de La Tribu en honor a Tévez y, claro que sí amiga, “Forza Cavani Ale” de Alberto Caccia en honor al Edi de la gente.

BONUS TRACK

O pensaban que no iba a poner la foto de Sabina con una de las peores camisetas del carboné jamás diseñadas?

Cata: no digo nada del Watford, así me comentás la columna. No seas puto.