CATASTROFA

Visto y considerando que los fenómenos paranormales en este país escasean y que luego de nuestras llamadas desesperadas (donde hasta una vaca reseca en el desierto les pusimos) solicitando nada mas y nada menos que algún evento paranormal para investigar y habiendo recibido solamente un archivo de mas de mil quinientas fotos del Zorro con una fiesta de 15 de un/a muchacho/a hemos presentado con Carles la renuncia indeclinable, inconmensurable, indescriptible, insolucionable, inhodora, incolora e ínsipida a la referida columna. De mas está aclararles que fue aceptada al instante...

Ustedes deben estar pensando "y estos zatrapas, después de toda la guita que cobraron se van?". Error mis queridos lectores, crasso error, renunciamos a las paranormales, pero agarramos la changa de las biografías. Que es eso? Dirán ustedes. Y bueno, las biografías son las biografías, escuetas reseñas de los momentos mas importantes de la vida (extinta o no) de diferentes personajes de la historia mundial, entre los que encontraremos, Juana la Loca, Tan, el Turco Abdala, Rosario Martínez, el pelado Pernía, Jonathan López, Obama, Osama, etc.

Hoy, y luego de una reunión de producción con Carles hasta altas horas de la madrugada de ayer, decidimos arrancar con la biografía de uno de los mas grandes estrategas de la historia del fuchibol, con ustedes LJUPKO PETROVIC, el Napoleón de los Balcanes:

Ljubomir "Ljupko" Petrović (Љупко Петровић), nació el 15 de mayo de 1947 en Bosnia Herzegovina, concurrió a el instituto educacional Spartak de Serbia y vivió una infancia de lo mas feliz comiendo salteado y hablando en vaya a saber uno que idioma.

Ya por el 1980 se recibió de ternico donde se coronó vencedor con el Estrella Roja de Belgrado de la Copa de Europa de fútbol de 1991.

Entre sus logros mas salados, pero salados bien, se encuentra el haber entrenado a Peñarol, al Levski Sofia y actualmente entrena al Litex Lovech, ambos de la liga búlgara (Peñarol no, los bulgaros son los otros dos).

Ljubomir Petrović fue traído por el Peñarol de Cataldi como manotazo de ahogado para salvar un equipo que venía dando un espectáculo lastimoso año tras año (estuvieron tres años sin clasificar a una copa libertadores!). Petrović había ganado la Copa de Europa con el Estrella Roja de Belgrado en el '91, y se había convertido con esas credenciales en la voz avante-garde del fútbol europeo. Los dirigentes de Peñarol, deslumbrados por el brillo de sus credenciales y su diente de oro, contrataron al flamante campeón.
En el partido debut del Peñarol de Ljubomir contra Liverpool (sin DT del Old Christians) y ante casi 40.000 personas que se reunieron en el Estadio Centenario (porque Peñarol en esa época estaba a punto de terminar la maqueta del estadio que iba a empezar en el 92') el glorioso CAP ganó 5 a 0, y hasta el más primitivo de los jugadores aurinegros parecía el mejor Stojaković.

Luego de innumerables triunfos y mientras corría el año 1992, Ljupko es trasladado a un lugar aparentemente barrido por seis bombarderos B52 y tres estampidas de ganado. Que que lugar era este? El excelso estadio Abraham Paladino donde su equipo, del cual él aún no sabía pronunciar el nombre, se medía contra el Progreso Athletic Club.
Petrović, al llegar, mira consternado y exclama con su español maltrecho la mejor palabra de toda su estadía en nuestro país, y por la que será recordado hasta el día del juicio final: "¡CATASTROFA!".
Acto seguido y como era de esperarse, tras gran conquista del ariete Jhonny Miqueiro y haber dejado tres punto de oro pensando en el descenso ante Progreso, el equipo volvió a su senda errática y Petrović demostró que tenía serios problemas de comunicación con sus dirigidos.
Al otro día, jugadores, dirigentes, simpatizantes y becarios se aprestaban para comenzar el entrenamiento en Los Aromos cuando encuentran una carta del estratega escrita vaya a saber en que idioma donde en resumidas cuentas decia que extrañaba la comida de la vieja, que no se había adaptado y que tuvieran mucha suerte.

¿Qué se hizo de "Catástrofa" Petrović, que llegó como la revelación del fútbol moderno y se fue escabulliéndose por la puerta trasera de un hotel? Luego de peñarol y con la significación en el curriculum vitae que esa institución le aportaba, pasó al Olimpiakos de Grecia (donde aparentemente le cerraban la puerta del hotel por fuera), volvió al Estrella Roja de Belgrado, tomó el mando del Espanyol – donde tuvo una tétrica performance y fue despedido en dos meses-, probó suerte en Dubai y también con dos cuadros chinos, el Shanghai Shenhua y el Beijing Gouan. Contratado luego por el equipo austríaco GAK, fue destituido por pegarle a un jugador de su equipo.
Tras probar suerte de vuelta en el Estrella Roja, Petrović volvió a hacer de las suyas. En el '99 lo contrató el equipo búlgaro Levski Sofia, pero el técnico volvió a fugarse porque "extrañaba a su familia y se sentía aquejado por un cuadro de stress".
En los últimos años, luego de pasar el 2003 y 2004 dirigiendo en China y Yugoslavia, Ljubo logró quedarse en un cuadro por tiempo prolongado. Desde el 2005 es el director técnico del equipo búlgaro Litex Lovech, con quien salió campeón.

Esperamos que la primera BIO haya sido de vuestro agrado y nos despedimos con un videíto precioso de la bienvenida de los hinchas merengues a sus jugadores luego del clásico, bienvenida que bien podría haber sido la misma que los hinchas del glorioso Peñarol le propinaban a Petrovic y sus muchachos: