A lo Peñarol

Los dirigidos por Aguirre arrancaron con buen pie, vapuleando a Nacional en el Centenario.

En el marco de la apasionante Copa Bimbo, podríamos afirmar que Peñarol se comió a su rival en dos panes, ante la presencia de varios miles de turistas para quienes el clásico fue flor de paseo. Todo comenzó temprano, cuando el entrenador mirasol sorprendió con un planteamiento visiblemente ofensivo, que cambió radicalmente el accionar del equipo oro y negro. No fue otro que el angoleño Eldon Maquemba (que según sus compañeros, la tiene más que difícil para permanecer en el club pese a que su potencial ofensivo parece ser enorme) y junto a él, el juvenil Urretavizcaya (que en su primera intervención, le pegó como el solo sabe hacerlo, en jugada similar al gol que defendiendo a Benfica le anotó al poderoso Porto) lo más destacable del equipo carbonero. En Nacional, al ver que de movida se quebró su habitual circuito futbolístico, apelándose al pelotazo en largo desde los pies del juvenil Lodeiro, se buscó la cabeza del espigado ariete Balsas, que volvió a demostrar que es un jugador clave en el andamiaje tricolor. La nota pintoresca de la jornada la puso un alegre perro, que por más que hizo todo lo posible por escapar de Darío Rodríguez, éste se lo garantizó al arquero Sosa: “vas a ver cómo lo cazo al vuelo a este cuzquito”. Y dicho y hecho.

Resumiendo, Peñarol le dio una paliza histórica siendo claramente superior en todo a Nacional, necesitó apenas de dos goles en el primer tiempo tras gruesos errores del arquero Muñoz, y en el complemento, replegó líneas contando con gran gestión de su cuidapalos Sosa, que será un proyecto de gran futbolista y mejor persona, pero que con su metro sesenta y nueve de altura resulta un tanto bajo. Por su parte, Alonso, que criticó de Aguirre su dualidad, tendrá graves problemas en caso de que Maquemba permanezca en el club.

Para Nacional, tiempo de reflexión de cara al debut copero. Su entrenador, el galardonado Eduardo Acevedo, de acá en más deberá esforzarse y pensar un poco menos sus frases para acicatear a un plantel que seguramente sentirá el impacto de las duras canciones tribuneras, que la populosa falange alba (que ayer concurrió en muy buen número) siempre corea cuando las cosas no salen. “Hay que entender a la hinchada, cuya entrada siempre compra gustosa”, según comentó el propio entrenador. Por último, Acevedo lamentó el pase del Loco Abreu al Botafogo, y sobre Matías Rodríguez, recordó las sinceras recomendaciones que le dio al argentino, allá en México.

Nota: porque el público se renueva: para una lectura alternativa de estas líneas, sírvase leer solamente las líneas negras.

(Publicado en Guambia, 16-01-09.)