Cartas de los Lectores #1

Estimadas amigas, queremos agradecerles la gran cantidad de emails que hemos recibido en estas últimas semanas. No tenemos palabras. Son tantos que realmente no sabíamos si empezar a marcarlos como SPAM (correo no deseado) o empezar seleccionarlos y publicarlos aquí.
Creo que hicimos bien en optar por la segunda. Así que qué mejor momento que este para dar por innaugurada esta nueva sección que hemos dado en llamar Cartas de los Lectores.

En esta primera entrega, transcribimos una hermosa carta que nos envió la Sra. Elba Mondragón de Dominguez, sin lugar a dudas, una Ama de Casa de pura cepa que se preocupa por el bienestar de la familia.
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Hola. Me encanta su página güeb. Hace 6 meses que volví al paisito. Estuve viviendo casi 20 años en Irlanda. Ahora por suerte estoy con toda mi familia.

Quería contarles que estoy horrorizada con lo que se ve en la TV hoy en día. Lamentable. Mujeres desnudas, palabrotas y chismeríos baratos. ¿Qué pasó con aquellos nobles programas que solíamos disfrutar años atrás?
En Irlanda por el contrario, la TV tiene un enfoque mucho más educativo y cultural. Y si de entretenimiento se trata, hay programas muy lindos, sanos y divertidos. Como por ejemplo uno que ahora no me acuerdo el nombre pero se trata de algo así:
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Es una especie de concurso en el que participa una pareja (siempre un hombre y una mujer, no importa su relación). Lo lleva adelante un conductor, que aquí podría ser perfectamente por ejemplo un Humberto de Vargas o un Cacho de la Cruz.

Resulta que hay 5 premios escondidos detrás de unas puertas. Entonces el conductor comienza preguntándole a la pareja si quieren elegir la puerta número uno, o la puerta número dos, o la puerta número tres.
Supongamos que la pareja elige la puerta número dos. Luego el conductor les pregunta si no quieren cambiar lo que hay detrás de la puerta número dos, por lo que hay detrás de la puerta número uno.

Cabe señalar que en todo momento la pareja participante desconoce totalmente lo que hay detrás de cada puerta. No así los televidentes, que gracias a unas cámaras estratégicamente colocadas, pueden enterarse de los premios en cuestión.

Yo no sé mucho de TV, pero creo que ahí está el gancho emotivo. Por lo general hay 2 premios buenos y otros 3 premios que son una poronga. Entonces, cuando la pareja elige alguno de los premios chotos (por ejemplo, una escoba con un trapo de piso) los televidentes seguramente griten en sus casas: "Nooooo, esa puerta nooooo, imbéciles...".
Y si acaso eligen un premio bueno (por ejemplo un lavarropas automático), pero deciden cambiarlo por otro malo (siempre claro, sin saber de que se trata), los televidentes seguramente griten algo así como: "Noooo idiotas !! ¿por qué lo cambian?....".

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Otro punto jocoso es que generalmente, uno de los premios malos consta de un chancho vivo encerrado en una jaula. ¡Qué plato! Hay que ver esas caras cuando se lo ganan!!
En contrapartida, uno de los premios buenos es usualmente un cofre con una buena suma, eso sí, en monedas de baja denominación, por ejemplo $ 1.
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Siguiendo el ejemplo, si la pareja no quiere cambiar lo que hay detrás de la puerta número dos por lo que hay detrás de la puerta número uno, el conductor procede recién ahí a abrir la puerta no seleccionada y develear entonces el primer misterio.

Si por el contrario, la pareja decide cambiar lo que hay detrás de la puerta número dos por lo que hay detrás de la puerta número uno, lo primero que uno se pregunta es: ¿para qué cornos eligieron la dos si la van a cambiar por la uno? Pero bueno, eso es harina de otro costal. Lo que importa ahora es contarles que el conductor procede entonces a abrir la puerta número dos, mostrándole así a la pareja que es lo que se perdieron.

El procedimiento se repite luego con la puerta numero tres, tras lo cual el juego implementa una variante sorprendente. En lugar de puertas, ahora la pareja deberá optar por cambiar su última elección por lo que hay detrás de una especie de cuadro de gigante, que también se abre como si fuese una puerta (como esos de las películas que tienen una caja fuerte atrás, pero más grande).

Si la pareja opta por cambiar lo que hay detrás de la puerta última seleccionada, por lo que yace detrás del cuadro, el conductor devela el misterio detrás de la puerta. Si por el contrario la pareja decide quedarse con la puerta, el conductor abre el cuadro y muestra lo que se perdieron.
Supongamos para el ejemplo, que la pareja elige el cambiar por el cuadro.

Es importante acotar que la pareja cuenta siempre con unos segundos para debatir entre ellos, qué o cuál opción parece ser la más correcta, lo que es lógico ya que hay mucho en juego.

Finalmente llega el desenlace emotivo que brota como una catarata vertiginosa, cuando el conductor plantea la última disyuntiva. Esto es, si la pareja desea cambiar lo que hay detrás del cuadro por lo que se esconde detrás de una especie de pasadizo secreto, que no es mas que una puerta levadiza (se abre de abajo hacia arriba).

Dependiendo de la elección, el desenlace puede ser tanto económicamente fructífero como hilarante. En definitiva la diversión está asegurada.