Llamado a la solidaridad

Parece que Luisito no pasa un buen momento. De hecho, hace una semana que no duerme, que no come, que no coge, que no se mama, que no mama, que no nada, a la espera de tener su entrada.

"Desde que el puto de Carbone apareció diciendo que se hacía el recital, el muy vejiga no me pone una mano encima", tiró la propia Dulcinea. Y le creemos.

Por eso, si usted tiene algún conocido en Abitab, o alguien que le pueda reservar un par de entradas antes de que se acaben (algo que tardará 8 minutos en ocurrir, creamé que sé lo que le estoy diciendo), no se olvide del pobre Luisito, que nos ha dado tanto sin pedir prácticamente nada.


A propósito: ¿vamos a arruinar la cancha justo antes de la recta final del Uruguayo? ¿No ve que así se está menoscabando al Nacional del Muñeco y su fútbol atildado con pelota al piso?

Y otra cosa: ¿sale más caro el tercer anillo de la Colombes que estar en la mitad de la cancha? Sepaló, señor: desde el tercer anillo de la Colombes no va a ver una mierda. Desde el resto de la Colombes, tampoco. Es más, salvo que pague 4.000 pesos o más, no va a ver una mierda.

Por eso, quédese en su casa, pero antes cómprele la entrada al Luí de la gente.