No lo supieron esperar, eso está claro. En este país se pena el éxito, el compromiso, y la sabiduría.Hasta siempre, Eduardo. Tenés las puertas abiertas en Danubio, en Nacional, en Defensor porque de ahí saliste, y en Peñarol porque todos sabemos que sos flor de manya.
No lo dijiste Reyes, pero creo que no está de más recordarlo: suerte en tus próximos enprendimientos Eduardo
ResponderEliminarEn Cerro también tendrá las puertas abiertas. Un saludo a Alejandro también, gran persona.
ResponderEliminarminuto de silencio..
ResponderEliminar... para que? si siempre estuviste muerto
Que aparezca Diego, que le aguanta los trapos a Eduardo.
ResponderEliminarno se los aguanta ni a palos (ni va)
ResponderEliminarpa mi que lo bombearon,voy un asado ensillado a que agarra alguno de los maridos del chinito recoba
ResponderEliminaryo estoy de acuerdo con el Zorro, esto tiene mal olor y teniendo al chinito en el plantel con su criado perrone nada me extraña...
ResponderEliminarY eso que tenía el paladar de la gente de Danubio... y de Nacional, y de Defensor, de Cerro, de los tigres "emputecidos" de Guadalajara. En fin.. Suerte empila
ResponderEliminarNo voy por que no me banco que todos lo puteen, y menos al hermano que tanto arenga a los jugadores para que salgan como fieras. (imaginate si no los arengara). Nos iríamos a la B.
ResponderEliminarEduardo, ésta es tu casa! (cual?) ésta! Vos abriste las puertas de mi corazón, en donde solo hay un equipo, el que permanecerá esperando tu regreso.
Gracias por todo, dejo acá por que estoy quebrado. Te banco a morir.
Eduardo: vos te lastrabas a Borras, ¿no?. Si no, no se explica que jugaras vos y no Dario Pereyra.
ResponderEliminarFagalde: Parecen ascensor!
ResponderEliminar"Hubo un solo equipo en la cancha".
ResponderEliminarProféticas palabras, Eduardo. Armate un cuadro en el Play.
Aunque se vaya, ya nos dejó a Matías Cabrera. El daño está hecho.
ResponderEliminarme avisan de estudios... hamilton ricard practica con el plantel
ResponderEliminar(me gusta)
ResponderEliminarcon el plantel de "lo de Naná"
ResponderEliminar"si se jugaban diez minutos más, lo ganabamos" dijo Acevedo al parecer sobre lo que denominó "el partidaso" de su equipo contra el poderoso Reicing de Saiago.
ResponderEliminarYo quiero destacar el enorme valor del gol de Balsas. Fue el 6-0, sobre la hora, justo cuando Danubio amenazaba con darlo vuelta. Lo gritó más que el Tornado Alonso cuando hizo el gol de penal en ese torneo de verano, que el golero se quedó parado contra un palo en protesta porque para ellos no había existido falta, y aún así, casi lo erra.
ResponderEliminarVolvió un goleador nato.