Comete ésta

Ahí estás, esperando que sean las 18 horas para ver Gran Hermano Vespertino. Querés saber si Martín Pepa se levanta algo, si Emiliano tira el jabón en la ducha, o intentás adivinar cuál de las chicas se volverá el chango más popular del teatro de revistas la próxima temporada. Y ahí están ellos, Luis Alberto y Evangelina, prontos, listos para regalarte esa dosis de información. Y para ocultarte otra.

Testigos habituales de las grabaciones comentan que Luis y Eva no se llevan bien. Que ella está enojada porque él sabe (igual que todos nosotros y que la propia Eva) que ella vive en una dimensión paralela, que la nafta que tiene se la gasta todos los días al venirse desde Manantiales y le queda el tanque vacío a la hora de grabar el programa. Y el malo de Luis, cuando ella comete pequeños deslices (como pensar que si alguien “la tira al córner”, ese alguien metió un gol), en lugar de ayudarla a salir dignamente de la situación aprovecha para dejarla más expuesta. Hasta dicen que consideró renunciar al programa, harta de sentirse incómoda. Igual, no se enojó con los de Sonríe, te estamos grabando. A ellos, que hicieron un tape recopilando sus furcios, les mandó un mail de agradecimiento.

Ahí estás vos, esperando una nueva receta. Y arremetiendo contra todos los prejuicios, acá va: Daiquiri de albahaca (violeta). Sí señoras y señores, se trata de un trago de minita, ¿y qué? Y no me chilles como un gurí chico, que ya estás grandecito para decir “no me gusta” sin probar.

Juntá albahaca (verde, violeta o de ambas), en abundancia y metela en una licuadora. Agregale una medida (“que llore, que llore, esa malvada”) de ron por persona, azúcar a gusto y bastante hielo. Procesar todo junto y agregar azúcar, ron o albahaca a gusto hasta lograr el sabor deseado. Después sentate frente al televisor y poné canal 4. Saludos a Eva.

Posdata 1: Gran Hermano Vespertino. ¿No es un nombre de mierda?
Posdata 2: si recibís a una minita en tu casa, le preparás este elixir y no lográs por lo menos tocarle un codo… Ahí sí, comés.