Desde chico, la lluvia siempre me pareció algo maravilloso. Podía pasarme horas y horas frente a la ventana de mi cuarto, viendo cómo la gente luchaba por salvar la vida de esos paraguas llamados a la desgracia, cómo los conductores con conciencia de clase evitaban salpicar a los pobres infelices que esperaban el 142, mientras que los jóvenes oligarcas encontraban cierto placer en empaparlos. No pasaba tarde lluviosa sin que yo me detuviese no menos de una hora frente a esa escena, repetida una y otra vez con roles estipulados aunque con personajes aleatorios. Así fue desde que tengo memoria, y hasta aquel fatídico 24 de agosto.Porque resulta que esa tarde...
caminaba por Rivera a la altura del Zoológico y me encotré cara a cara con ella...
ResponderEliminarNo podria decir que fuera linda, no. Tampoco flaca, ni alta. Mas bien, era bastante fulera. Pero...
ResponderEliminarTenia ese shenesecua que tienen algunas vendedoras de torta fritas...
ResponderEliminarel pelo engrasado y jediento, la cara aceitosa y sudada, las piernas atestadas de várices por estar tantas horas de pié. Dame una le dije...
ResponderEliminarusté que es una buena mujer...
ResponderEliminary me tira una torta... que la verdad... pah! im po nen te...
entonces pensé... capaz, hay un gran ser humano tras esta tortera...
y en el afan de comprobarlo...
tomé el paquete de harina, me hice dos rayas debajo de los ojos, cual jugador de fútbol americano. Y arremangandome el camperón le dije, "a mi juego me llamaron"...
ResponderEliminarFue el inicio de un gran sueño. Yo amasaba, ella fritaba. A veces cambiábamos los roles. Todo era armonioso, hasta que...
ResponderEliminarun día, un hombre misterioso apareió por nuestro puesto de tortas fritas. Vestía un gamulán gris y llevaba puesto un sombrero negro de ala ancha.
ResponderEliminarSe acerco lentamente y dijo...
... soy de bromatología...
ResponderEliminarde que?... le preguntamos. De bromatología repitió, a juzgar por: el gamulán desgarrado que era de las pocas prendas que lucía junto con la chancleta desarmada con media (el otro pie lucía descalzo), el sombrero negro de ala ancha (sin techo), la barba de 74 meses, el rostro sucio, el aliento alcohólico, las manos desgastadas con uñas largas y sucias las piernas amoretonadas; no era claro que se tratara efectivamente de un inspector de bromatolonosequé pero ta la posibilidad cabía, lo escuhamos y nos dijo...
ResponderEliminardenme unas tortafritas, porque tengo que hacer un tessster
ResponderEliminarEstoy viviendo acá, en la esquina con mis 27 perros, si sobra algo me avisan.
ResponderEliminarRápidamente elaboramos unas tortafritas y se las dimos.
ResponderEliminarAntes de pagar decidió probarlas.
La cara se le deformó y exclamó: ...
ésto está hecho con grasa'e carro!!!
ResponderEliminarLo cual no era perfectamente cierto.
ResponderEliminarObviamente nuestro enojo con el señor era grande.
ResponderEliminarLe dijimos que nosotros le comprabamos la grasa a...
una señora que vivía sola, en su casita sobre la calle Rossel y Rius, junto a sus 74 gatos.
ResponderEliminarAsí que fuimos hasta ahí. Al llegar, la vieja (Filomena, tal era su nombre) estaba viendo Subrayado, que mostraba al Pepe Mujica diciendo que...
ResponderEliminarpeñarol debe jugar con tres puntas y un futbol moderno. Entonces la vieja se dirige a la cocina y al volver nos trae...
ResponderEliminar... tres vasitos rojos dados vuelta, símil mosqueta. Uno, según ella, contenía la piedra filosofal. Otro, la receta de su aceite secreto. Y el tercero, la ubicación exacta del tesoro de las Masilotti.
ResponderEliminarNos miramos con Marta (tal era su nombre), y elegimos...
como no podía ser de otra manera la receta de su aceite secreto. Al leerla supimos inmediatamente que habíamos hecho lo correcto: no era una receta ordinaria sino también...
ResponderEliminardescubrimos que entre los ingredientes, la señora solía utlizar grandes cantidades de...
ResponderEliminarexcremento de gato, seleccionado especialmente para la ocasión. Ahí, sin dudarlo, el inspector de bromatología espetó:
ResponderEliminar¿Es del Gato Perdomo o del Gato Sessa?
ResponderEliminarNosotros le respondimos que...
que era del Gato Perdomo porque de lo contrario se nos complicaría también con la aduana.
ResponderEliminarSin embargo el dudoso inspector decidió someter el ingrediente a una extraña prueba...