¿Jugás?

Nostalgia de jugar ¡Eso sí que es nostalgia! De salir con la pelota debajo del brazo a buscar a tus amigos del barrio y preguntarles ¿jugás? A veces alguno se portaba mal, lo ponían en penitencia (eso que tanto asusta ahora a los psicologos y psicólogas) y te encontrabas con una negativa. Pero, en general, era bastante sencilla la dinámica. Con una vuelta a la manzana era suficiente para reunir a la barra. Pelota, elástico, payana, cuerda, paleta o rayuela. 

Los juguetes no se enchufaban, no llevaban pilas ni necesitabas cargador. Terminabas jugando en la vereda hasta cualquier hora iluminado por la luz de los autos que pasaban de vez en cuando. Alguna que otra bombita de baja potencia colgaba triste y solitaria en la esquina del bar o el almacén, ofreciendo su resplandor hasta que por fin la cegaran de un pelotazo.

Como dice el pelado Cordera "no es que sea viejo, es que tengo a mi niño preso".