Ir al cine hoy

Hacía como dos años que no íbamos al cine, mi señora me dice: "¿y si vamo al cine?" y yo le digo: "bueno, dale, vamo al cine"; ¿y qué hacemo? no te lo vas a poder creer: vamo al cine.

Fue el jueves pasado, 18 de Julio, la noche más fría de la década, o al menos eso dicen cada tanto.  Fuimos caminando a un cine que queda a unas 10 cuadras de casa, un frío energizante que me hizo volver a los 16 años cuando salía a tomar vino suelto en bolsa de nylon a la calle en pleno invierno.  De todas maneras la alternativa de ir en auto y estar dos horas intentando estacionar no era mucho más alentadora.

Entramos y delante nuestro en la fila para sacar entrada un veterano nos ofrece una trancita, él sacaba 2X1 porque tenía no se qué tarjeta y nos vendía su segunda entrada a mitad de precio.  Bueno, ¿porqué no?, dijimos, $200 mangos la entrada, capaz que no agarro viaje.  Si, leyó bien $200 la entrada un jueves, no queremos saber lo que saldrá un fin de semana.

Ahora a esperar 20´ parado para entrar a la sala, hasta que entramos.  A los 5´ entra a sonar el himno nacional, porque parece que el 18 de Julio es alguna fecha patria, se paran todos a cantar menos mi señora y yo, y notamos que también se quedó en su asiento una doña, cuyo acompañante le reprochó el gesto de no pararse para finalmente sentarse él mismo pocos segundos después.  Bueno, entonadas todas las estrofas de esa marchita militar que denominamos himno nos disponemos a ver la película.

Pero no, claro que no, antes unos 15´de reclámenes: autos, maquillajes, radios FM.  Yo entiendo que la televisión abierta se financie con publicidad, ¿pero el cine? 200 mangos papá, ¿encima me tengo que fumar 15´ de publicidad?.  Luego, los trailers de unas películas de mierda para finalmente empezar a ver la película que fuimos a ver.

¿La película? nada mal, se llama "Esclavo de Dios", no la vamos a reseñar porque no sabemos cómo y seguro que si lo intentamos le arruinamos la película a alguien.  Por suerte la audiencia era inferior al 30% de la capacidad de la pequeña sala y estaba principalmente compuesta por mayores de 60 años motivo por el cual el índice POP/refresco per cápita era bajo gracias a dios y la virgen.

¿Hacia dónde queremos llegar con este bodoque?  Primeramente a generar algún contenido mediocre para rellenar el blog.  Establecido este punto, también queremos llegar a que no se nos ocurre una propuesta menos atractiva que ir al cine hoy.  Dejando de lado la valoración que podamos hacer sobre las películas que allí se exhiben, la experiencia en si nos pareció de lo más desestimulante.  Sabemos que no somos la audiencia tipo, por eso le queremos preguntar: ¿por casa cómo andamos?, ¿le gusta ir al cine hoy día?.