Está todo bien con el Sapo Ruperto en el Teatro Solís, pero
hay muchas cosas que pueden hacerse en vacaciones y no figuran en cartelera.
Algunos ejemplos:
- Levantarse a las once de la mañana.
- Hacer casas y robots con cajas de cartón.
- Desenterrar el tesoro de sorpresitas de los cumpleaños de los tres últimos meses y atacar las golosinas sin ningún pudor.
- Lavar, coser y vestir peluches.
- Peinar muñecas.
- Maquillarse con pinturas de juguete (y no salir corriendo a lavarnos la cara)
- Cocinar y comer cosas con muchas calorías.
- Hablar, hablar y hablar de lo que hicimos, antes de encarar una nueva actividad.
Es un tiempo para abrigarse muchísimo y salir, para hamacarse
de campera y gorro, pero también para quedarse en casa, prender la estufa al
mango y sacarse los zapatos.
La memoria del botija traza caminos insondables. En general
uno recuerda con cariño los paseos de la infancia. Pero con la misma intensidad
recordamos la cocina de la casa en un momento en que estábamos haciendo un
dibujo. Incluso recordamos retazos muy vívidos, como un buzo de mamá, un
pantalón de papá, el perfil de un abuelo o el envoltorio de un caramelo que nos
gustó mucho.
Lo importante de esos momentos mágicos, esos que quedarán en
la memoria, es que no tienen receta. Ni la entrada de teatro más cara del mundo
puede provocar el equilibrio químico en la mente de nuestros hijos que dejará
impreso con tinta indeleble una fotografía de su niñez. Probablemente sí lo
consigamos a través de un aroma, una mirada o simplemente cierto estado de
bienestar único e irrepetible. Para eso también sirven las vacaciones.
Como siempre, sabias palabras querida Maca.
ResponderEliminarLa idea es compartir tiempo con ellos, después vemos que sale. Si planificas mucho, marchas.
¿El abuelo tenía fesibu?
ResponderEliminarPreciosa recomendación, los recuerdos de la infancia no se manchan.
No Ce, esto no tiene nada que ver con ponerla.
ResponderEliminarHarrrmosa recomendación.
excelente resúmen,Maca
ResponderEliminar"Ni la entrada de teatro más cara del mundo puede provocar el equilibrio químico en la mente de nuestros hijos que dejará impreso con tinta indeleble una fotografía de su niñez"
ResponderEliminarEsta chica es una poetisa!
Gracias por los comentarios y felices vacaciones para todos y todas.
ResponderEliminarNo sé si notaron que me puse las pilas con una fotito de mi autoría.
Capaz que me quedó feo el gato musical... :P
Hippie!
ResponderEliminarAguante Disneylandia!
Maca vos no tenés la culpa de nada:
ResponderEliminarANDATE VERZERIIIIII!!!!!
Pará! todavía no te vayás que viene el alargueee!!!
ResponderEliminarOtra cosa que no podemos olvidar enseñar a nuestros retoños es lo siguiente: Verzeri ---> caca.
ResponderEliminarYa que la mano viene de valores, fobal y botijas...
ResponderEliminarhttp://vimeo.com/54278152
Gracias Maca por todo lo que nos das
ResponderEliminarhttp://vimeo.com/25397042
Gracias Diego. Lo vi, recuerdo que fue un "bonus" de una columna de cine de este mismo blog.
ResponderEliminarHerrrrrmoso.
Preciosa la columna y los videos.
ResponderEliminarUn saludo a todos aquellos que siempre soniamos con jugar en el lateral.
Un saludo a los q tienen hijos y tienen esta excelente columna.
ResponderEliminarcoincido, menos cine 3D y más juegos en familia!!!
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